92.

63.4K 4.7K 5.1K
                                    

Draco Malfoy.

Agarre su mano mientras la guiaba hacia otro aula, cerré la puerta detrás mío y la volteé a ver.

—Perdón.—solté.— Te mentí.—ella abrió su boca para decir algo me adelanté.—Estuve este fin de semana aquí mismo en Hogwarts, solo quería estar solo. Y se que no debí mentirte pero de verdad no quería hablar con nadie, preferí no salir y así no tratare mal a causa de mi mal humor, por que tú no tienes la culpa.

—¿Pero que fue lo qué pasó allá el Viernes? ¿Por qué saliste corriendo?

—Sentía muchas cosas en ese momento, me derrumbé y actué sin pensarlo. No quería asustarte, no quería que me tuvieras miedo, cuando vi a Weasley inconsciente sentí que se me fue el aire por un segundo, por que no estaba siendo consciente solo descargué mi odio.—expliqué sentándome en un banco agarrando mi cabello agachando la cabeza.— No me arrepiento, por que lo hice para defenderte. Solo, tuve miedo.

—Sí tan solo yo hubiera sabido.. que tú no estabas bien...

—No te sientas culpable, Amélie. Es algo que suelo hacer mucho, me alejo de las personas cuando siento que me estoy derrumbando por que no me gusta que me vean mal.—alce mi cabeza mirándola.—Creo que tú lo sabes bien, cuando era un niño me convencías de que llorara frente a ti para que no me guardara las cosas, pero cuando tú ya no estabas, fue ahí cuando me aleje de todos, y ahora enfrento mis cosas por mi mismo.

Ella se acercó a mi y agarró mi cara entre sus manos acercándose a mi.

—Draco Malfoy, no necesitas pasar por esto solo, no cuando estoy yo. Yo soy tu lugar seguro ¿recuerdas? Aquí no se juzga, aquí tendrás a alguien que te escuche, y que cuidara de ti, por qué de verdad me importas.—confesó sonrió levemente, mis ojos se cristalizaron.—Contigo para siempre, no quiero más, no esperó menos.

—¿Cómo un corazón cómo el tuyo puede amar a un corazón cómo el mío?—murmuré con un hilo de voz.– Amélie Larsson, eres tan diferente a mi, eres esa alegría que necesitaba en mi vida, y se que no llegaste a mi vida como casualidad, supe desde aquel día que te conocí en el patio de mi casa, que serías alguien muy especial para mi.

—Bueno.... desde niños nos hemos tenido el uno al otro ¿no? Tal vez nuestros caminos se separaron en algún momento, pero al final se volvieron a unir.—acarició mi mejilla con su dedo pulgar aún sosteniendo mi cara.

La primera lágrima salió, sonreí apenado. Ella la limpio aún sonriendo. Apreté mis labios y me aclare la garganta.

—Te quiero mucho.—confesé.— Y lamento no poder demostrártelo en público, no está en mi, no acostumbro a ser lindo en persona; no puedo, estoy muy acostumbrado a ser el mismo idiota con sus comentarios sarcásticos, por eso aveces pienso que mereces alguien mejor, pero luego recuerdo que yo soy alguien que necesitas en tu vida, y tú eres ese alguien que a completa la mía. Tenías que ser tú Amelie, siempre has sido tú.

–Te quiero, Malfoy.—se inclinó juntando nuestros labios en un lindo y tierno beso, lleve mis manos a su cintura acercándola más a mi.

—¿Qué te parece sí solo por este día mandamos todo a la mierda?—propuse, ella frunció el ceño.

—¿Cómo?

–No lo sé, ¿Qué tal si vamos al patio o al bosque a leer? Nadie de saberlo, luego yo me encargo de nuestra falta.—me pare.—¿Qué opinas?—le extendí mi mano, ella la miró un segundo pero entrelazó su mano con la mía, sonreí.

Me puse mi mochila en mi hombro, y agarre su mochila poniéndomela también en el otro hombro, salimos del aula, el pasillo estaba desierto, todos se encontraban en clase. Caminamos por al pasillo para poder salir del Castillo. Balanceaba su mano con la mía.

Tenías que ser tú. |Draco Malfoy| TERMINADA. [#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora