Tenías que ser tú. |Draco Malfoy| TERMINADA. [#1]

125.

Narrador Omnisciente.

Mansión Malfoy.

El timbre de la Mansión Malfoy sonó, Narcissa que se encontraba cerca se aproximó a abrir la puerta encontrándose con el Sr Larsson.

—Narcissa.—saludo cordialmente.—Buen día.

—Albert.—respondió el saludo estrechando su mano.—Entra, por favor.

—He venido a ver a Lucius.—entró a la mansión viendo a su alrededor.

—Claro, claro. Se encuentra en la sala.—le contestó ella cerrando la puerta.—Estás en tu casa.

El Sr Larsson sonrió para después avanzar hacia la Sala, ahí se encontraba el Sr Malfoy sentado en un sillón leyendo el Profeta.

—Lucius...—pronunció acercándose a él, el Sr Malfoy, bajo aquella exclusiva y se levantó para saludarlo alegremente.

–Me alegra que hayas venido.—comentó estrechando su mano, con la de él y le hice una seña.—Toma asiento.

—Creo que ya sabemos por qué nos hemos juntado.—empezó a decir el Sr Larsson.—Cuando recibí tu carta, no dude en venir a verte.

—He hablado con el Sr Nott, y creo que todos concordamos con lo mismo, y es tener un mejor futuro para nuestras familias.—dijo Lucius acomodándose en su asiento.— Antes de Draco entrara a Hogwarts después de navidad, cuando vino unos días antes a la casa por qué quería ver a Narcissa antes de regresar, yo platiqué con el... no le dije mucho, solo le dije que el siguiente año cambiarían unas cosas, que disfrutara este año y bueno tenía pensado contarle pero,Narcissa se negó rotundamente.

—Yo no quiero preocupar aún a Amélie.—dijo Albert jugando con sus manos.— Pero ella es mi única hija,mi única familia... y con todo lo que está pasando, quiero que ella tenga un futuro mejor, por eso es mejor que este de nuestro lado.

—Los dos sabemos que esa es la solución.—sonrió Lucius cortamente.—Pero tanto como Draco y Amélie, se van a negar si uno de los dos lo hace. Por eso, te he citado aquí, para idear un plan...un plan que ya tengo desde hace tiempo, pero ocupo tu ayuda, ocupamos estar los dos en esto.

—¿Qué... qué tienes pensado?—preguntó interesado Albert interesado.

—En vacaciones hablaré con Draco, pero necesito que estes presente, le diremos que...—se quedó callado unís segundos.—el señor tenebroso los quiere reclutar, el se negará por qué no querrá que Amélie salga lastimada o involucrada en eso, es por eso que ahí entras tú.—se inclinó un poco hacia adelante.—Hablaras con el, te notarás muy preocupado, y dirás que el señor tenebroso quiere hacerle la marca a Amélie, pero tú solo quieres cuidarla, no quieres que salga lastimada, que es tu niña, y la única opción es que uno de los dos cumpla con la tarea del señor tenebroso, claro... Draco aceptará con tal de que ella no se involucre y hará lo que se le pida, pero le diremos que ella no debe de saber eso, y que debe de hacer bien su trabajo, si no castigaran a Amélie.

—No... ¿no crees que lo presionaremos mucho?—preguntó Albert algo preocupado y confundido.

—Para nada. Draco siempre ha trabajado bajo presión desde que era un niño.—contestó Lucius viendo aquel bastón que usaba.

—¿Pero y mi hija...? ¿Cómo le diremos? Ya sabemos lo que le diremos a Draco pero a Amélie... aún no sabemos bien.

—Albert, le diremos lo mismo. Tenemos que irlos preparando, no sabemos a cuál de los dos va a escoger para esa tarea, pero lo importante es que ellos tengan la marca por qué una vez que el Señor tenebroso consiga acabar con Harry Potter, y vuelva a tener el poder, nuestros hijos deben de ser protegidos.—comentó Lucius fríamente y levantó su cabeza un poco más.— Cuando hables con ella, estaré ahí, le diremos lo mismo, yo.. yo lloraré, fingiré que estoy muy preocupado por Draco ya que tiene mucho por su cabeza y si el llega a ser elegido para la tarea no podría con tanto, se que tu hija aceptará, Albert. Ella es lista, y se que quiere a Draco.

—Creo que será lo mejor.—accedió Albert convencido, Lucius asintió sastifecho.—Todo sea por la familia.

—Verás que no hay nada de que preocuparse, se estarán protegiendo mutuamente, solo que ellos no lo sabrán, es un plan que he pensando desde hace tiempo y creo que puede tener éxito.—sonrió orgulloso Lucius.—Somos solo unos padres que quieren lo mejor para ellos.

Narcissa se encontraba detrás de la puerta escuchando todo, asustada, y enojada, no pensó dos en abrir la puerta y entrar a la sala sorprendido a los dos.

—No puedo creer que sean capaces de hacerle eso a sus propios hijos.—exclamó enojada, sus manos temblaban, el Sr Malfoy y el Sr Larsson la veían dos prendidos.— ¡Son unos niños! ¡Solo quieren disfrutar sus años en Hogwarts y seguir con su relación! ¡No puedo creer que esté ideando un plan para sus conveniencias!

—Narcissa ya hemos hablado de eso.—dijo Lucius entre dientes algo frustrado y avergonzado por la escena que estaba haciendo su esposa.

—Has hablado tú, Lucius. ¿Qué acaso no se dan cuenta la presión que le pondrán a los chicos? Los están utilizando.—dijo duramente.—Esa no es la solución para un mejor futuro.

—Es lo mejor para todos.—interrumpió Lucius.—Tenemos un plan, y se llevará acabo una ves que las vacaciones empiecen, Debes de dejar de llorar y cooperar.

—¡No estoy de acuerdo con ese plan que harán! Los van a lastimar a los dos, los harán tener una crisis con tanto peso encima, no los dejarán disfrutar sus últimos años.—dijo Narcissa apuntó de soltar el llanto.—Piensa Lucius, Draco siempre ha hecho lo que tú quieres...siempre hemos hecho lo que tú quieres.

—No vamos a discutir eso ahora Narcissa, es una conversación de Hombres.—dijo Lucius viéndola fríamente.—Déjanos solos, por favor.

Narcissa apretó sus labios y se dio vuelta cerrando la puerta tras ella, una vez la puerta se encontraba cerrada las lágrimas corrían por sus mejillas, se tapó la boca con su mano y se fue a su habitación.

Ellos son unos niños.