Tenías que ser tú. |Draco Malfoy| TERMINADA. [#1]

30.

Amélie Larsson.

—¿Cómo estas?—pregunte llegando a su lado tomando asiento.

—Humillado, me siento completamente humillado por ese idiota de profesor.—bramó enojado.

—Bueno, por parte te lo merecías Malfoy.—admití ganándome una mirada amenazadora.

El me miró algo bruscamente.

—¿Y yo porque? ¡Potter insultó a mi madre!

—Es verdad, pero tú primero te metiste con la familia de Weasley.—le recordé.—Le dijiste gorda a su mamá.

—Bueno, es que es verdad.

—Draco.—lo regañé.

—¿Qué?

—¿Porqué eres tan idiota?

—¿Disculpa?—abrió su boca ofendido.—¡Se metió con mi madre Amélie, no iba a dejar que se fuera después de decir lo que dijo!

—Entiendo Draco.—agarre su mano.—Yo conozco a tu mamá, es lo más importante en tu vida y ella te ama. Pero también, admite que te pasaste con lo que le dijiste a Weasley, siempre quieres andarlo humillando frente a los demás.

—Agarro mi mano y empezó a frotar su pulgar contra mi mano.—Bueno... sí, puede que sí me haya pasado pero.—me miro.—No me disculpare, menos con la comadreja.

—Se que aunque te dijera que no lo molestarás, no me harás caso.

—¿Cuándo te he hecho caso?—sonrió burlesco.—Desde primer año me acuerdo que me pellizcabas, me jalas del brazo, me pegabas en la nuca cuando molestaba a Potter... y nunca he cambiado nada, Amélie.

—Es un caso perdido hacer que hagan las paces.—acepte decepcionada.

—Lo es.—aseguró.—¿Amélie?

—¿Sí?

—¿Cual es tu recuerdo más bonito de nosotros? De cuando estábamos en primer año...—pregunto agarrando mi mano ahora con sus dos manos.

—Bueno, está difícil.—ladee mi cabeza sonriendo.—Hay muchos, pero sin duda alguna fue cuando cortaste una rosa de no sé dónde y me la trajiste aquí a la sala Común.

—Aún me acuerdo.—sonrió.—Le pedí ayuda a Crabbe y Goyle para que nadie me viera, estaba muy nervioso.

—Eres una ternura cuando te lo propones, Malfoy.

—Corrección, solo soy tierno cuando se trata de ti.—me guiño el ojo.—Oh acaso me has visto regalándole flores a Pansy?

—Es tu novia.

—Lo es.—humedeció sus labios.—Pero no me siento completamente en confianza como para mostrar ese lado con ella.

—Entiendo.—asentí con la cabeza.

—¿Qué clase nos toca?—pregunto parándose, lo imite.

—Las fuerzas oscuras; una guía para la auto protección.—respondí a lo que el bufo.—DCAO.

—¿Con el que me convirtió en Hurón? No gracias, pasó.—agitó su mano.

—El huroncito.—murmuré divertida queriéndolo abrazar pero el se hizo para atrás.—Oh vamos, fue gracioso.

—Fue doloroso.—hizo una mueca. Me volví a acercar a él ahora si abrazándolo por la cintura, El puso sus brazos estirados en mis hombros y empezó a masajear mi cabeza.