Tenías que ser tú. |Draco Malfoy| TERMINADA. [#1]

90.

Amélie Larsson.

Minutos antes.

—Yo creo que tendrás que adelantarte a la fiesta, tengo que ir al baño.—aviso Draco mientras salíamos del aula.—Ahorita te alcanzo.

—¿Estas bien?–pregunte queriéndome reír, el se sonrojó apenado. Se rascó la nuca.

—Sí, solo un problema que debo de resolver.—murmuro.—Ve adelantándote.

Se acercó a mi depositando un beso corto en los labios, me di vuelta empezando a caminar hacia la fiesta de nuevo.

—Serpiente Feliz.—dije la clave, me dejaron pasar, la música retumbó en mis oídos, se encontraba aún mas personas que antes.

Me acerqué a donde se estaban sirviendo las bebidas para agarrar una mientras hacía tiempo para que regresara Malfoy. Al llegar ahí estaba Ron sirviendo, lo ignore agarrando un vaso.

—Larsson,¿ya terminaste tu sesión de besos?—preguntó burlesco, alce mi mirada viéndolo.

—¿De qué hablas, Weasley?

—No te hagas, se estaban casi tragando en el pasillo Malfoy y tú. No te conocía así.—sonrió.

—Pues no me conocías, de hecho.—afirme.

—Conmigo nunca quisiste nada, que raro que con Malfoy si ¿no? No te lo tuvo que pedir dos veces cuando te fuiste al aula con el.—dijo dándole un trago a su vaso.

—No se qué haces o que tramas, Weasley. Pero ya estás ebrio.—le advertí cuando él dio unos cuantos pasos acercándose haciendo que me alejara.—Ni lo pienses.

—¿Porqué te alejas? Yo no te haré nada.—dejo el vaso en la mesa.—Nada que no quieras, ¿O Malfoy ya te dejo sastifecha?

—Estás ebrio, Ron. Lo mejor es que te vayas a dormir, no hagas alguna estupidez.

—No te haré nada.—negó acercándose nuevamente, hice una mueca incómoda.

—Amélie, te extraño.—confesó acariciando mi mejilla.

—Bien por ti.—dije quitándole la mano, el gruño.—pero yo no.

—¿Por qué no me das otra oportunidad? Puedo ser mejor novio.—me jalo de la cintura atrayéndome a él .—¿O caso no me extrañas? ¿No extrañas nuestras tardes en la biblioteca?

—Ron, no.—lo empuje pero se volvió a acercar.—Apestas a Whisky de Fuego.

—Vamos... solo un beso.—suplico inclinándose, volteé mi cara y lo volví a empujar.—nadie se debe de enterar, será un secreto.

—¡Que no, entiende!—exclamé molesta, el se quiso volver a acercar pero le pegué una cachetada.—Ya vete a dormir. No estoy jugando, Ron.

Llevo su mano a su mejilla sobándola mientras me fulminaba con su mirada, su pecho subía y bajaba rápidamente, me quise ir de ahí cuando me agarró la de la muñeca jalándome contra él acorralándome en la pared.

—Mira Amélie, yo he sido muy paciente... muy paciente, he estado esperando que se te baje lo enojada para poder hablar ¿pero que crees? ¡Te la pasas insultándome y pegándome!—dijo acercando su cara a la mía, giré la mía.—¿Enserio, Malfoy? Sabes que con el no durarías nada, y terminarás sola, igual que hace años.

—¡Cállate, Weasley! ¡Ya no quiero nada contigo!

—¡YA LA OÍSTE WEASLEY!...¡¿Qué no te puedes meter en la cabeza eso, Weasley?!—gritó Malfoy agarrándolo y separándolo de mi empujándolo lejos.