Tenías que ser tú. |Draco Malfoy| TERMINADA. [#1]

5.

Amélie Larsson.

Iba junto a Tracey a nuestra primera clase: Cuidado de criaturas Mágicas. Descendíamos a la cabaña de Hagrid, una vez que llegamos nos pusimos enfrente de los demás estudiantes.

—¡Vamos, dense prisa!—grito Hagrid a medida que los alumnos se acercaban,—¡Hoy tengo algo especial para todos ustedes! ¡Una gran lección! ¿Ya está todo el mundo? ¡Bien, síganme!

—¿A dónde crees que nos lleva?—me preguntó Tracey, miré a los demás que caminaban detrás de Hagrid.

—No tengo ni idea.—confesé.—¿Ya le has hablado a Blaise?

—No.—negó.—no puedo acercarme a él, me da mucho nervio Amelie.

—Oh vamos, Blaise no te hará nada.—me reí.

—Ya se pero...—suspiró.— no se, tratare de acercarme pero no prometo nada.

Caminamos durante unos 5 minutos aproximados siguiendo a Hagrid quien iba junto con su perro, al final nos guió a un prado donde no había nada.

—¡Acérquense todos a la cerca!—gritó,—Asegurense de tener buena vista. Lo primero que tienen que hacer es abrir sus libros..

—¿De qué modo?—pregunto la voz fría y arrastrada de Draco, lo volteé a ver.

—¿Qué?—dijo Hagrid.

—¿De qué modo abrimos los libros?—repitió Malfoy. Saco su ejemplar de Él monstruoso libro de los monstrous, que había atado con una cuerda. Lo imite.

—¿Nadie ha sido capaz de abrir su libro?—preguntó con decepción Hagrid.

Toda la clase negó.

—Tienen que acariciarlo..—dijo Hagrid, como si fuera lo más obvio.—Miren..

Agarró el ejemplar de Hermione y desprendo el celó mágico que lo sujetaba. El libro intentó morderlo, pero Hagrid le pasó por el lomo su enorme dedo índice, el libro de estremeció, se abrió y quedo tranquilo en su mano.

—¡Que tontos hemos sido todos!—dijo Malfoy despectivamente,—¡Teníamos que acariciarlo! ¿Cómo no se nos ocurrió antes?—solté una risita, el me miró y pude ver cómo sonrió de lado.