Tenías que ser tú. |Draco Malfoy| TERMINADA. [#1]

158.

Draco Malfoy.

Baje las escaleras pasando mi mano por mi cabello peinándolo un poco; y fui hacia la sala checando que todos se hubieran ido ya, pero no, Astoria estaba ahí sentada, ella al verme me saludó, me acerqué.

—¿Qué acaso no te quedó claro hace rato...que no me interesas?—pregunte burlonamente mientras tomaba asiento en el sofá.

—¿Qué tiene ella que no tenga yo?—pregunta resignada.

—La diferencia entre ella y tú, es que estoy enamorado de ella desde que era un niño, creo que eso no va a poder cambiar.

—Eres un idiota.—bramó.

—¿Soy un idiota por qué estoy enamorado de alguien, y ese alguien no eres tú?—pregunte.—Astoria, nunca va a pasar nada entre tú y yo, eres una una chica que quiere atención, pero como no te la he dado, estas solo ahí.. queriendo conseguir mi atención de una u otra forma, viéndote ver: desesperada.

—Tu padre ha dicho que soy buena candidata. Lo he conocido.

—¿Candidata para que? ¿Para arruinarme la vida más de lo que ya está? Mi padre se ha empeñado en querer emparejarme con chicas para su conveniencia, y créeme que esta vez, no lo dejare.

—¿No te intereso ni un poco?—insistió.

La volteé a ver.

—No, no me interesas y la verdad, Amélie no tardara en bajar.... así que, Es mejor que te vayas y de paso te lleves a tu primo ese, que lo trajiste para le estuviera hablando a ella.—dije apuntando la puerta.

Ella se me quedó viendo, por un momento, sin decir nada.

—¿Qué me ves?—pregunte con desagrado.

—Nada.—dijo y se levantó para irse, quedándome así solo en la sala.

Entrelace mis manos jugando con mi anillo mientras recostaba mi cabeza hacia atrás.

Le dije que estaba enamorado de Amélie.

Le he dicho a alguien, lo que sentía por ella.

La amo.

Vi como se acercaba Zabini a mi, se acomodó su corbata y se dejó caer alado mío, echando su cabeza hacia atrás.

—¿Sí se cuidaron, verdad?—preguntó.

—Claro que sí, Zabini.

—Que bueno.—murmuró viendo el techo.

—¿Tú dónde estabas?—le pregunté.—¿Con Nott, acaso?

—Algo así...—dijo, me reí.—No hicimos nada, mal pensado.

—Claro, yo tampoco hice nada con Amélie.—dije acomodándome mi cabello.

–A ti ya no te sale, ustedes se la pasan casi siempre reproduciéndose pero sin tener hijos.—dijo asqueado.— En una de esas te va a fallar.