28.

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Ron Weasley.

Nos encontrábamos a la mañana siguiente en el Gran Comedor mientras veíamos nuestros nuevos horarios, unos asientos más alejados de nosotros se encontraban Fred, George, y Lee Jordan discurrían métodos mágicos de envejecimiento y así engañar al juez para poder participar en el torneo de los tres magos.

—Hoy no está mal; fuera toda la mañana.—dije pasando el dedo por la columna del lunes de mi horario.— Herbologia con los Hufflepuff y cuidado de Criaturas Magicas... ¡maldita sea! Seguimos teniéndola con los de Slytherin.

—Ni se de que te quejas Ron, ahí podrás ver a Amélie.—dice burlesco Harry, lo fulminó con la mirada.

—Es Lo único bueno, lo que no me gusta es soportar al idiota de Malfoy.—brame.

Seguí viendo el horario cuando escuche carraspear a Harry.

—¿Para cuando le pides que sea tu novia?—pregunto llamando mi atención, deje de ver el horario para levantar mi mirada viéndolo.

—¿Qué?

—A Amélie.—agita su cabeza hacia la mesa de Slytherin, volteo y la veo viendo su horario concentrada,suspiró volviendo a ver a Harry.

—No lo se, no quiero que me rechace.

—Por favor Ron, se estaban comiendo prácticamente en el tren y dices que te va a rechazar.—suelta Harry, abro mis ojos como platos.

—¿Ya diste tu primer beso Ronald?—pregunta asombrada Hermione.

—E..eh bueno.. sí.—balbucee nervioso rascándome la nuca.—Fue en tren cuando veníamos para Hogwarts.

—Bueno.—dijo Hermione regresando a ver su horario.—Deberías salir con ella, ya sabes.. una relación, harían linda pareja.

Fruncí un poco el ceño al escucharla y me incline hacia ella.

—¿Te agrada que salga con ella?

—No, pero... se nota qué hay química ahí, ron.—me mira rápidamente.— Opino que deberías intentarlo con ella, no pierdes nada.

—Ahí está.—se le une Harry.—Harían muy linda pareja Ron, anímate.

—Yo... yo no se.—trague en seco y mire nuestro horario.— Y esta tarde tenemos dos horas Adivinación.

—No puede ser.—dejó caer su cabeza a la mesa Harry.—Esa asignatura es la que menos me gusta.

—Tendrán que abandonar esa asignatura como hice yo.—dijo Hermione.— De esa manera estudiarán algo sensato como lo es Aritmancia.

Salimos del Gran Comedor saliendo del castillo acercándonos a la cabaña de Hagrid que se encontraba afuera esperándonos.

—¡Buenas!—saludo Hagrid.—Será mejor que esperemos a los de Slytherin, que no querrán perderse esto: ¡escregutos de cola explosiva!

—¿Cómo?—pregunte confundido.

Hagrid señaló las cajas.

Parecían langostas deformes de unos quince centímetros de largo, sin caparazón, horriblemente pálidas, y de aspecto viscoso, con patitas que les salían de sitios muy raro y sin cabeza visible. En cada caja debía haber cien, que se movían unos encima de otros y chocaban a ciegas contra las paredes.

—Recién nacidos.—dijo con orgullo Hagrid.—para que puedan criarlos ustedes míos. ¡He pensado que puede ser un pequeño proyecto!

—¿Y porqué tenemos que criarlos?—preguntó una voz fría.

Volteé para atrás, acababan de llegar los de Slytherin. Amélie se encontraba alado de Draco, ella me saludo con su mano yo sonreí. Pero el que había hablado, era Draco Malfoy. Crabbe y Goyle reían a su lado.

—Sí, ¿qué hacen?—volvió a preguntar Malfoy.—¿Para que sirven?

Hagrid abrió su boca, según parecía haciendo un considerable esfuerzo para pensar. Hubo una pausa durante unos segundos, al cabo de la cual dijo bruscamente;

—Eso lo sabrás en la próxima clase, Malfoy. Hoy sólo tienes que darles de comer. Pero tendrán que probar con diferentes cosas, Nunca he tenido escregutos y no estoy seguro de lo que les gusta. He traído huevo de hormiga, hígado de rana y trozos de culebra. Prueben con un poco de cada uno.

—Pero si estas cosas ni tienen boca.—escuche quejarse a Amélie, Malfoy soltó la carcajada.—¡Ay!—gritó Amélie, unos diez minutos después.—¡Me ha hecho daño!

Hagrid, nervioso, corrió hacia ella al igual que los demás.

—¡Le ha estallado la cola y me ha quemado!—explico Amélie enfadada.

Me acerqué a ella para verificar que estuviera bien, la tenía agarrada sobándola.

—Déjame ver tu mano.—pedí, ella me la mostró la sujete con cuidado estaba todo enrojecida.—¿Te duele mucho?

—A ver.—dijo Malfoy empujándome y agarrando la mano de Amélie examinándola.—¿Estas bien? ¿Te duele mucho? ¿Quieres ir a la enfermería?

Maldije a lo bajo, Harry solo me palmeó la espalda.

—¡Ah sí, eso puede pasar cuando explotan!—dijo Hagrid, asintiendo con la cabeza.

—¡Ay!—se quejó Amélie de nuevo.—Hagrid ¿Porqué hacemos esto?

—Bueno, algunos tienen un aguijón.—repuso con entusiasmo Hagrid.—Probablemente son los machos... Las hembras tienen en la  barriga una especie de cosa succionadora, creo que es para chupar sangre..

—Ahora ya comprendo por qué estamos intentando criarlos.—dijo Malfoy sarcásticamente aún sujetando la mano de Amélie.— ¿Quién no querría una mascota capaz de quemarlo, aguijonearlo y chuparle la sangre al mismo tiempo?

—El que no sean muy agradables, no quiere que no sean útiles.—dijo Hermione.—La sangre de dragón es increíblemente útil para sus propiedades mágicas, aunque nadie querría tener un dragón de mascota ¿no?

Harry y yo sonreímos, al igual que Hagrid viendo a Hermione que había dejado callado a Malfoy que solo le dio una mirada y volvió a ver a Amélie mientras le decía algo.

—Como le gusta estar de encimoso con ella.—dije entre dientes.—Cuando sea mi novia, aprenderá a respetar.

—Ah ¿así que tienes pensado lo que te dije?—pregunto divertido Harry.

—Claro que lo he pensado Harry, lo he pensando desde el año pasado.—dije cruzándome de brazos.— Solo que soy muy idiota en ese tema del amor.

—Sin duda alguna no sabes cómo tratar a una chica, Ronald.—dijo Hermione a mi lado.—Imagínate como se pondrá Malfoy cuando se hagan novios.

—Yo quiero ver su cara.—levanta un poco su mano Harry haciéndonos reír.

—Pagaría por ver su cara.—sonreí maliciosamente.

—Creo que todos pagaríamos para ver su cara.—concordó Harry.—No pierde el tiempo, cuando ve la oportunidad se acerca a Amelie.

—Sí.—dije con molestia.— No entiendo por que lo hace, muchas veces la ha alejado y después vuelve con ella.

—Malfoy es bipolar.—dijo Hermione a nuestro lado.—Me imagino que no sabe lo que quiere, y bueno...—encogió sus hombros.

Sonreí de lado y volteé a ver una vez más a la pareja de Slytherin que estaba enfrente. Malfoy le decía algo a Amelie mientras acariciaba el dorso de su mano.

Tenías que ser tú. |Draco Malfoy| TERMINADA. [#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora