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Amélie Larsson.

Salí del Gran Comedor caminando por el pasillo dando vuelta iba hacia las mazmorras por mis cosas cuando sentí que alguien me agarró del brazo.

—Amélie, Hola.–Harry se posicionó a mi lado.

—Potter.—pronuncie.

—¿Qué tal navidad?—preguntó sonriendo, lo mire extrañada.

—Bien... ¿y tú?

—Bien también, Oye.. se que es un poco raro.—se rasco su nuca.—Bueno, dirás que como enfado...

—¿Qué paso, Potter?

—Lo del ejército de Dumbledore.—soltó, y diciéndome eso entendí.

–Oh, ya. ¿Qué tiene?

—¿Has pensado en lo que te dije acaso?—insistió.

—¿De unirme?—asintió con la cabeza.— No lo he pensado Harry, siento que no encajo ahí.

—Pero no importa que no encajes, lo importante es aprender a defenderte ¿No?—sonrió.

—¿De qué tendría que defenderme?

—No lo se, hay muchos peligros últimamente.—comentó.–Sí quieres te puedo dar clases, sí no quieres practicar con los demás, se que te llevas con los Gemelos Weasley, podemos invitarlos.

—¿Por qué tanto interés en mi, Potter?—pregunte curiosa.

—Ya te dije, siento que eres muy buena haciendo hechizos, te podría enseñar unos más avanzándosela.—explicó.— Podríamos vernos en las tardes o en las noches.

—¿Sabes que sí Malfoy se entera, te matará?—pregunte burlesca.

—Malfoy siempre ha querido matarme, Amélie.—comentó riéndose.— No lo hago con malas intenciones, siendo que el ejército es para ti.

– Bueno... es que no lo sé...–me interrumpen.

—¿Ahora con Harry?—escuche decir atrás nuestros, volteamos y estaba parada Granger.— Primero Ron y ahora Harry, Ya tienes novio, Amélie deberías respetarlo.

—Granger nadie te ha invitado a esta conversación.—dije fríamente.

—No pero, Harry es mi amigo.. y no quiero que lo andes enredando después.—replicó ella.

—Yo no lo estoy enredando en nada, Sangre sucia.–solté.

—Claro que sí, no te basto irte con Ron, ahora vienes a buscar a Harry aun cuando ya estás de novia con Malfoy.—dijo ella aferrándose a su libro.– Tu madre estaría muy decepcionada de ti.

—No te metas con mi madre, Sangre sucia.—dije entre dientes.

—Mira Larsson no te tengo miedo, se que eres igual a Malfoy que solo molesta a los demás por qué su vida es una porquería, pero mis amigos no tiene la culpa de que seas una insegura y no puedas estar con una sola persona.–dijo con voz temblando pero firme.

—No he pedido tu opinión, Al menos no me meto con chicos que tienen novia.–dije levantando una ceja.—Tú madre es la que debería de estar decepcionada de ti, eso no es tener valores.

—Tal vez lo hice, pero el me siguió el beso... no te quería mucho como lo demostraba realmente.—dijo burlesca, rodé los ojos y me acerqué a ella quien retrocedió.—¡Ya le pegue a Malfoy una vez, no me importaría pegarte a ti también!

—¿Pero sabes la diferencia entre Malfoy yo? Es que el no te podía pegar por que es hombre, y yo.. bueno, yo sí puedo.—sonreí maliciosamente, y sentí una adrenalina por todo mi cuerpo levante mi puño que fue directo a su mejilla, ella soltó un chillido dejando caer su libro al piso haciéndose para atrás agarrándose la mejilla.

Tenías que ser tú. |Draco Malfoy| TERMINADA. [#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora