Tenías que ser tú. |Draco Malfoy| TERMINADA. [#1]

26.

Los Mundiales de Quidditch.

—Que linda te ves.—murmuro Draco a mi lado mientras caminábamos atrás de nuestros padres.

—Bueno, déjame decirte que tú no te quedas atrás.—murmuré de igual manera, traía un traje negro que lo hacía lucir muy bien.

—¿Estas lista para entrar a otro año en Hogwarts?—me preguntó pegando su brazo con el mío mientras caminábamos entre las personas.

—Algo así, las vacaciones solo me las pase haciendo ejercicio y ayudando a madre en lo que necesitaba.—dije haciendo una mueca.—¿Y tú qué tal?

—He visto a tú madre mejor.—sonríe.— Se nota que has hecho ejercicio, tienes mas cuerpo.—me da una mirada rápida.

—No seas pervertido, Malfoy.—lo empuje suavemente haciendo que carcajeara.

—Bueno, que es inevitable.—se encoge sus hombros.—Siempre has tenido lindo cuerpo,y ahora más.—me da otra mirada pero después niega.—Tampoco quiero incomodarte, yo si quiero entrar.. todas estas vacaciones he tenido que soportar a mi padre, ya sabes lo normal.

—Me imagino.—sonreí, me di cuenta que nuestros padres habían parado junto a Fudge.

—¡Ah,Fudge!—dijo el señor Malfoy, tendiendo la mano al llegar ante el ministerio de magia.—¿Cómo estas? Parece que no conoces a mi mujer, Narcissa. Y a nuestro Hijo, Draco.. también quiero presentarte a unos amigos muy cercanos míos, los Larsson..—murmuro Lucius mirándonos, pero mi mirada se desvió hacia Ron quien se encontraba con su familia y Hermione, y Harry.

Tenía mucho tiempo sin verlos, creo que la última vez fue en el expreso de Hogwarts cuando nos regresábamos cada quien a casa.

—Y ella es su hija, Amélie.—me presento Lucius, sonreí y le di la mano a Fudge.

—Un gusto.—dijo el y se dirigió a Lucius.—¿Cómo está usted? Permítanme presentarles al señor Oblansk, Obalonsk al señor... bueno.. el ministro búlgaro de Magia, y... Supongo que conoces a Arthur Weasley.

—Por Dios, Arthur..—dijo con suavidad—¿qué has tenido que vender para comprar entradas en el tribunal principal? Me imagino que no te ha llegado solo con la casa...

Fudge, que no escuchaba, dijo;

—Lucius acaba de aportar una generosa contribución para el Hospital San Mungo de Enfermedades y Heridas Mágicas, Arthur. Ha venido aquí como invitado Mío.

—¡Ah... que bien!—dijo el señor Weasley, con una sonrisa.

Ron no quitaba su mirada sobre mi, trague en seco y mantuve la mirada firme.

—Vámonos.—dijo Lucius empezando a caminar, mire a los demás y les dediqué una sonrisa, más a Ron quien sonrió también, en eso sentí la mano de Draco en mi espalda obligándome a caminar.—¿Con que la chica que estaba con ellos es la sangre sucia que comentaste,Draco?