Tenías que ser tú. |Draco Malfoy| TERMINADA. [#1]

3.

Vacaciones.

Draco Malfoy.

Me desperté a causa de los gritos de mi madre discutiendo con mi padre, ya no era nada nuevo. Siempre era la misma, cuando no estaban peleando no se hablaban, y cuando pasaba eso, mi padre se desquitaba conmigo. Me estire en la cama, ya quería que pasara el tiempo para volver a Hogwarts ver a mis amigos, y olvidarme de esta mierda de vida que llevo día tras día.

Suspiré viendo el techo, pase mi mano entre mi cabello acomodándolo.

La única persona que sabía sobre cómo me hablaba mi padre y aveces hasta daño físico me causaba era Amélie. Amélie se daba cuenta de muchas cosas, y siempre estuvo ahí conmigo.

<<Navidad pasada.>>

Había terminado de pelear con mi padre ya que quería que mejorara aún más con mis calificaciones, siempre me lo reclamaba que tenía que ser mejor, que no podía ser un perdedor, que me tenía que superar a mi mismo. ¿Qué no entiende que me esfuerzo lo más que puedo? Me esfuerzo mucho, pero parece que el no lo ve, siempre lo toma de la peor forma. No se si así sea su manera de demostrarme su "cariño."

Pero si es así, me hace daño mental como físicamente, y lo peor del caso es que yo lo sigo viendo como alguien a quien debo de complacer, siempre he querido que se sintiera orgulloso de mi, que me diga "Bien hecho Draco, lo que hiciste.. la decisión que tomaste esta bien." Pero no, para el siempre estoy mal.

Cerré la puerta de mi habitación haciendo que resonara por todo el pasillo, me empecé a desamarrar mi corbata, mis ojos se empezaron a cristalizar, mi pecho subía y bajaba rápidamente, mi sangre hervía de la impotencia que sentía, soy un niño.

¿Porqué no puedo disfrutar mi infancia? Solo soy un niño padre, Es normal que me equivoque.

—Un Malfoy nunca se equivoca.—masculló enojado mi padre.

Que idiotez, todo tenía que ser Perfecto, si no lo hacía bien, era una decepción por no saber complacer con lo que se me pide.

Me senté en la cama tratando de tranquilizarme tenía tantas ganas de gritar, patear o tirar las cosas pero sabía que eso causaría aún más problemas de las qué hay. Mordí mi labio agachando la cabeza, las lagrimas no tardaron en salir.

Llorar es de débiles Draco.

Puse mis manos en mis rodillas recargándome mientras lloraba, el sonido de la puerta hizo que alzara la cabeza rápidamente mientras me limpiaba las lagrimas, sentí calma al ver quien era.

—Oh Draco.—murmuro cerrando la puerta y acercándose a mi, se sentó alado mío en la cama y puso su mano en mi espalda,—¿Otra vez pelearon?