Tenías que ser tú. |Draco Malfoy| TERMINADA. [#1]

20.

Draco Malfoy.

Me senté en un sillón de la sala común mientras Crabbe y Goyle hablaban sobre qué iba a ver de cena, yo solo me quedé viendo la chimenea mientras daba vuelta a mi anillo.

Desde la navidad no he dejado de pensar en Amélie, aunque siendo sincero nunca he dejado de pensar en ella. Creo que, siempre estaré enamorado de ella de alguna manera, mi mejor amiga, la chica que estuvo conmigo en los peores momentos, la chica que me hizo ver la vida de otra manera, pero claro... no todo en esta vida es felicidad.

Esta vida es una mierda, más cuando no puedes vivirla como te gustaría.

—¿Y Amélie?—pregunte de repente llamando la atención de los dos quienes dejaron de hablar para verme.

—Creo que anda en la biblioteca, últimamente se la pasa allá.—explicó Goyle.—¿Porqué?

—¿Porqué va mucho a la biblioteca?—fruncí el ceño.

—No lo sé, ya ves que es muy estudiosa... tal vez por eso.—se encogió sus hombros, yo solo asentí viendo la chimenea.—Se me hace raro que preguntes por ella.

—Di un suspiro pesado mientras me levantaba.—Tengo... tengo que hablar con ella.

Ellos solo asintieron, fui a la salida para dejarlos en la sala común. Empecé a caminar a la biblioteca ¿Porqué voy? ¿Qué le voy a decir? Odiaba sentirme tan débil con ella, odiaba sentir lo que siento cuando la veo, de alguna manera ella se había metido mucho en mí, con ella siempre es todo diferente.

¿Qué dire?

"Hola Amélie, fíjate que estoy enamorado de ti, enamorado desde que éramos unos niños, no te quiero lejos.. no te quiero con nadie, quiero que estes conmigo, quiero todo contigo, mi padre me esta obligando a no estar contigo, pero ¿Sabes que? ¡Que se pudra! Primero soy yo, primero es mi felicidad."

Ja, se vale soñaré.

Quisiera tener el suficiente valor para hacerlo, pero no lo hacía por qué conocía realmente a mi padre, conocía de lo que era capaz si yo no aceptaba a seguir sus órdenes.

Estar toda mi vida bajo reglas y ser el "hijo perfecto." En algún sentido, llegaba a aburrir. No tener el control de decidir.

Seguí caminando mientras mi cabeza se hacía presente una y otra pregunta.

Entre a la biblioteca sin hacer mucho ruido, quería asustarla así tendría alguna excusa para sacarle platica, me adentre con cuidado.

—No, no se vale.

—Sabes bien que sí...

Fruncí el ceño, era su voz... pero había alguien más con ella me asome con cuidado de que no me viera nadie y mi respiración se corto al verla.

—Ron, Enserio...—se rió agachando la mirada, el chico pelirrojo estaba sentado alado de ella mientras se acercaba a su cara, le susurra algo en el oído.—¡Eso es lo más tonto que has dicho!

—Oh, vamos... sabes que es verdad.—contesto el pelirrojo pasando su mano por su cabello peinándolo, con su otra mano entrelazo su mano con la de la Amélie.

Apreté mis labios viéndolos detenidamente. Me hice un poco para atrás esperando que no me vieran.

—Bueno.. puede que sí.—Amélie recargo su cabeza en el hombro del pelirrojo.