Tenías que ser tú. |Draco Malfoy| TERMINADA. [#1]

10.

Amélie Larsson.

Habíamos regresado de Hogsmeade, hoy habíamos entregado nuestros permisos para poder ir todos. Creo que el único que no fue, era Harry por no tener su permiso que le pedían.

Allá no hicimos mucho, fuimos por golosinas a Honeydukes, a la tienda de artículos de brujería, Las tres escobas y a uno que otro lugar, para después volver. Me topé a Ron en la tienda, me comentó que quería llevarle golosinas a Harry cosa que se me hizo un lindo gesto.

Nos encontrábamos en el banquete, todos estábamos comiendo y platicando sobre los lugares a donde habíamos asistido hoy, cuando se me dio por voltear a ver la mesa de Gryffindor. Y como era de esperarse,Weasley tenía su mirada puesta en mi, sonreí apretando mis labios el se enderezó rápidamente y sonrió de vuelta haciéndome reír por lo bajo.

Una vez que el banquete terminó todos iban saliendo del Gran comedor, yo me pare junto con Tracey para avanzar a la salida, llegamos alado de Harry, Ron y Hermione quienes trataban de salir también.

—¡Los Dementores te envían recuerdos, Potter!—escuchamos el grito de Malfoy a espaldas nuestros, volteé a ver a Harry quien lo ignoró.

—Ho-Hola.—tartamudeó a mi lado Ron mientras salíamos.

—Hola Ron.—salude, le iba a dar la mano cuando Malfoy pasó entre medio de los dos empujándonos con sus hombros.

—Perdón... no los vi.—sonrió maliciosamente para después seguir caminando.

—No le hagas caso.—le dije a Ron disculpándome,—Hasta luego.—me despedí de el, el agito su mano mientras yo me daba vuelta para ir a la sala común de Slytherin.

—Al parecer sigues siendo amiga del cabello de zanahoria, Larsson.—oí decir detrás mío, seguí caminando.—Yo que tú, tenía cuidado con la comadreja, suele juntarse con la sangre sucia, no te lo vaya a contagiar.

Lo ignore cuando sentí que se colocó a mi lado acomodándose su gorro.

—¿Qué quieres?—le pregunte viendo hacia enfrente.

—Solo quiero hablar de tu amigo, la comadreja.

Gire mi cara viéndolo,—¿Desde cuándo te interesa hablar sobre alguno de ellos?

—Desde nunca.—sonrió,— ¿pero a caso no te has dado cuenta como se pone cuando estás tú?

—No se pone de ninguna manera, solo es amable.

—¿Ahora el coqueteo se le llama así, "ser amable"?

—Apenas y me dijo "Hola."

—Y con mucho esfuerzo al parecer,—se burló,—lo único que gana Weasley es quedar como un idiota frente a ti.

Suspiré apresurando mi paso, pero al parecer Draco le divertía tanto que me alcanzó agarrando mi brazo haciéndome voltear.

—¿Por qué tan apurada, Larsson?—sonrió maliciosamente,—¿Qué también ya te contagiaron temerle a los Dementores?

—Me parece que otro es el que queda como idiota frente a mi.—dije tranquilamente soltándome de su agarre,—Buenas noches, Draco.