121.

44.6K 3.9K 3.9K
                                    

Draco Malfoy.

—Directora, pero usted no puede...—murmuré mientras apretaba un poco mi túnica.

—Sr Malfoy, Es algo que ya he dicho, y se hará.—volvió a decir, apreté mis labios.—Ese día ocupó que la brigada esté atentos a todos los movimientos.

—Pero San Valentin es una fecha importante, nos dejaban el día libre...en la tarde.

—Este año no, no quiero parejas en todos lados besuqueándose.—negó.— No se celebrará, ni habrá salidas a Hogsmeade, será un día igual que otros. No queremos mucho alboroto de los estudiantes.

—Directora... lo qué pasa, es que yo ya tenía pensando hacerle algo a mi novia.—comente algo nervioso.—No...¿no podría darme la oportunidad de hacerlo?

—Oh, no, no, no, no.—negó con la cabeza varías veces.—Sr Malfoy, si le doy la oportunidad a usted, varios van a quererla también.—sonrió de oreja a oreja.

—Pero.. directora... nadie lo sabría, sería en la noche.—suplique.

—Me temo que no. El día de San Valentín no se celebrará en Hogwarts este año.—hecho una cucharada de azúcar a su taza.— Así que esperó que usted al igual que sus compañeros me apoyen con eso... y patrullen en el día como en la noche, y a cada pareja que vean, les quiten puntos.

—Está bien, Señora Directora... con permiso .—dije entre dientes sonriendo forzadamente.

Salí de la oficina a paso firme mientras apretaba mis puños. Iba caminando cuando escuché algo;

—Oh era de esperarse, que realmente fantaseara con sentarse en la Oficina del director.—me asome, era Granger junto con Potter y Weasley.—Señoreando sobre los otros profesores, la estúpida, creída, vieja loca por el poder...

—¿Realmente quieres terminar esa frase, Granger?—los tres me voltearon a ver, sonreí maliciosamente.—Me temo que le voy a tener que quitar unos cuantos puntos a Gryffindor y al parecer Hufflepuff.—mire a Ernie Macmillan a su lado.

—Solo los profesores pueden quitarle puntos a las casas, Malfoy.—replicó Ernie de inmediato.

—Sí, nosotros somos prefectos, ¿recuerdas?—refunfuñó Weasley.

—Se que los prefectos no pueden quitar puntos, Rey Comadreja.—me burlé sonriendo.—Pero los miembros de la Patrulla Inquisidora...

—¿De qué?—preguntó abruptamente Granger.

—La Patrulla Inquisidora, Granger.—repetí señalando a una pequeña "I" plateada sobre mi túnica, Justo debajo de mi insignia de Prefecto.–Un selecto de grupos de estudiantes que apoyan al Ministerio de Magia, personalmente seleccionados por la Profesora Umbridge.

>>En todo caso, los miembros de la Patrulla Inquisidora sí tenemos el poder de quitar puntos... Por lo tanto, Granger, te quitaré a ti cinco por hablar mal de nuestra Directora... a Macmillan, cinco por contradecirme... Cinco por qué no me caes bien, Potter te quitaré cinco puntos ya que tú camisa está fuera, Weasley no me caes bien, y hiciste llorar a mi novia así que te quitaré cinco de cada uno. Ah sí, se me olvidaba, Eres una Sangre Sucia, Granger, Diez por eso.

Weasley sacó su varita, Granger lo apartó susurrando;

—¡No!

—Sabía decisión, Granger.—ironicé.—Nuevo Director, nuevos tiempos.. sean buenos ahora, Pottah... Rey Comadreja...

Me di vuelta dispuesto a irme pero la voz de Granger hizo detenerme;

—Pregúntale a tu novia sobre las cartas.

Me di vuelta viéndolos.

—¿Qué cartas, Sangre Sucia?

—¡Hermione! ¡¿Acaso quieres que me pegue?!—chilló Weasley enojado.

—¿De que hablas Rey comadreja?—pregunte arrugando mi frente.

—Nada, nada.—dijo rápidamente Weasley mientras le decía algo a Granger.

Weasley se llevo arrastrando a Granger seguido por Potter, ¿Qué cartas? Volví a darme vuelta caminando hacia las mazmorras aún más confundido.

Llegue a la Sala Común, pero no se encontraba Amélie, así que volví a salir dirigiéndome a la biblioteca donde tampoco se encontraba, me dirigí al patio, y la vi sentada bajo un árbol mientras hacía unos apuntes me acerqué a ella, dejándome caer frente a ella.

—¿Qué haces?—le pregunte agarrando su cuaderno, era de pociones.—Has estado estudiando... ¿Sí has comido, verdad? No quiero pegarme otro susto.

—Sí, he estado comiendo.—dijo riéndose, sonreí un poco. El enojo que sentía poco a poco se iba calmando al verla.—¿Tú? ¿Qué hacías?

—Bajando puntos a unos idiotas.—dije.—Oye cariño... una pregunta.

—¿Sí?—dejo de escribir para prestarme atención, puso un mechón de cabello atrás de su oreja.

—Yo he bueno... la Sangre Sucia me dijo algo que no entendí mucho... y quisiera preguntártelo.—murmuré.

—¿Qué cosa?

—Bueno, me dijo sobre unas cartas.—comente viéndola.—La comadreja se asustó mucho, y se me hizo un poco sospechoso eso.

Ella se quedó callada como sí estuviera pensando o recordando algo, apretaba su labios y veía hacia arriba, después sonrió aliviada.

—Me imagino que las cartas que envía Weasley.—contestó sin indiferencia, fruncí el ceño aún más y el enojo volvió.

—¿Qué cartas? ¿Y por qué Weasley?

—Son cartas que envía Weasley, siempre.—bufa.— No se las contestó, siempre dice lo mismo ya sabes disculpándose.

—¿Puedo leerlas?—pedi.

—Bueno, puedes leer la que dejo en mi cuaderno hoy.—dijo abriendo su mochila y entregándome un sobre sin abrir, lo abrí y desenrollé aquel pergamino.

Amélie;

          Se que nunca responderás mis cartas. Y me siento tan idiota al mandártelas, pero te mentiría si te dijera que no te extraño y que me siento muy arrepentido por todo lo que he dicho. Más allá de todo, fuiste mi primera novia, y no puedo creer lo mucho que te lastime. He visto que me odias, que no quieres saber nada de mi, y se que eres novia de Malfoy. Me alegro por ti, solo que te extraño, tal vez no pensé en decir las cosas, solo quisiera hablar de nuevo, como antes. Espero esta ves si contestes. También, lamento lo que te dijo Hermione, aunque lo niegue, está un poco enojada por que me sigues importando.

Ron Weasley.

—La  comadreja no entiende con golpees al parecer, ¿Me das un pergamino?–le pedí ella me lo paso, y agarre su pluma empezando a escribir.

Comadreja;

            Mi puño te extraña. Deja de enviarle cartas a mi novia, ten un poco de dignidad al menos. Si me entero que sigues enviándole cartas, sabes bien que pasará por qué no te tengo miedo, y ahora sabes de que lado está la directora :).

No necesito poner mi nombre, ya sabes bien quien soy.

—Genial.—enrolle el pergamino.— A ver si ahora si entiende, hare que le llegue esto.

—Estas muy rojo, Malfoy. Respira.—dijo Amélie quitándome su pluma para seguir escribiendo, sonreí al verla como no le importaba en lo más mínimo lo que le iría a enviar a Weasley.

—Te quiero.—le dije tomándola de sorpresa.—Nos vemos luego, manzanita.

Y antes que dijera algo, me levante yéndome con el pergamino en la mano.

Tenías que ser tú. |Draco Malfoy| TERMINADA. [#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora