Tenías que ser tú. |Draco Malfoy| TERMINADA. [#1]

11.

Amélie Larsson.

—¿Nos podemos acostar?—pregunto Crabbe una vez que nos encontrábamos acomodados en el suelo.

—Claro.—accedí, Goyle y el pusieron sus sacos alado nuestros para acomodarse de igual manera.—¿Y Malfoy?

—Se fue allá con Párkinson.—mencionó Goyle apuntando ala pareja que se encontraba en la otra punta, Malfoy estaba sentado mientras Pansy le hablaba sobre algo, parecía que el no le estaba poniendo mucha atención ya que solo jugaba con su anillo que traía en su mano. Me le quede viendo unos segundos más, hasta que alzó su mirada topándose con la mía, mantuvimos el contacto unos segundos hasta que el sonrió de lado para después bajar la cabeza aún sujetando el anillo.

—¿Creen que lo encuentren?—pregunto Tracey llamado nuestra atención.

—No lo se, la verdad.—murmuré.

—Lo más seguro que Black venga por Potter, o bueno.. eso es lo que dicen.—hablo Goyle.

—Pues que se lo lleve y así nos deja disfrutar al menos un año agusto sin problemas.—dijo Crabbe haciéndonos reír,—No se dé que se ríen si es verdad.

—Pobre Potter.—dije yo riéndome.

—¡Voy apagarlas las luces ya!—gritó Percy—Quiero a todo el mundo esté metido en su saco y callado.

—No creo poder dormir.—murmuro a lo bajo Crabbe— Tengo miedo.

—¿Cómo vas a tener miedo Crabbe?—pregunte yo acostándome boca arriba.

—¡Silencio!—volvió a gritar haciéndonos callar.

Todas las velas se apagaron a la vez. La única luz venía de los fantasmas de color plata, que se movían por todas partes, hablando con gravedad con los prefectos, y del techo encantando, tan cuajado de estrellas como el mismo cielo exterior.

Cada hora aparecía por el salón un profesor para comprobar que todo se hallaba en orden, suspiré y volteé a ver a Crabbe quien se encontraba profundamente dormido, sonreí flojamente, era el primero en haber caído dormido. Me acomode de lado viendo la pulsera de serpiente que me había regalado Malfoy hace unas navidades. No duro mucho cuando cerré los ojos y caí en un profundo sueño.

~.~

Durante los días que siguieron, en el colegio no se habló de otra cosa que de Sirius Black. Las especulaciones acerca de cómo había logrado entrar en el castillo fueron cada vez más fantásticas; Hannah Abbott, de Hufflepuff, se pasó la mayor parte de la clase de herbologia contando que Black podía transformarse en un arbusto florido.

Caminaba a la clase de Defensa contra las artes oscuras cuando me fijé que Harry estaba hablando con Oliver Wood. Pasamos alado de ellos, y me fijé en Wood, era un chico muy atractivo. Seguimos caminando a la clase para después sentarnos en nuestros lugares Tracey y yo.

—Casi se te salía la baba con Wood.—canturreo Tracey dándome un codazo, reí por lo bajo.

—Ay, claro que no.—negué con la cabeza.

—Te lo juro que sí, yo creo que dejaste un camino de babas hasta acá.—sonrió con picaría haciéndome sonrojar.

—¡Es Oliver Wood!—pronuncie en tono bajo—Hay que admitir que esta guapo..—ella alzó una ceja,—¡Sabes que sí!

—Bueno, Bueno, es verdad.—suspiró.

Todo el salón quedó en Silencio al ver que el profesor Snape entró al aula ¿Dónde está el profesor Lupin?, nadie se atrevió a preguntar así que mejor sacamos el libro.