Capítulo 44: El inicio del fin

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Lunes por la mañana, hoy es nuestro primer examen y justo es el de sociología. Después de hoy estaré más tranquila. Mientras voy por el pasillo deseando desaparecer me fijo en los demás, todos tienen un libro o apuntes en mano y están leyendo apresuradamente. Camino rápido y cuando llego a mi salón, veo a Maddison y Alice estudiando. Maddison no parece entender nada de lo que lee.

—¡Vamos a reprobar todos! —exclama cerrando la libreta de Alice.

—Sé optimista, Maddison —le dice Ken mientras se acerca hacia mí.

—Prefiero ver el vaso medio vacío —le contesta ella recargando su cabeza en la mesa.

—Hola, ¿lista?

—Lo suficiente para pasar —le contesto.

—Solo recuerda lo que estudiamos y seguro te irá bien —me dice él.

—Ojalá tener tu optimismo, Ken —le dice Maddison tapándose los ojos.

El timbre suena y la maestra llega, en el salón el ambiente cambia y tengo algo de miedo, espero no olvidar todo lo que estudié.

Te irá mal —me dice Ocho.

Le agradezco por su voto de confianza y voy hasta mi lugar para sentarme. La maestra anuncia el examen y va pasándolo a cada uno. Ella no me entrega ninguno a mí y sigue de largo, ¡rayos, trato especial! Empiezo a sentirme frustrada, veo a la maestra ponerse frente a él pizarrón y anuncia que ya pueden contestar sus exámenes.

—Every, ven aquí.

Me levanto de mi lugar y voy hasta donde está ella, justo en su escritorio.

—La psicóloga nos recomendó cambiar el método de calificación para ti por tu trastorno mental —asiento con la cabeza lentamente—. Tu examen en esta clase será oral, siéntate junto a mí y me dices las respuestas de lo que te pregunte.

La maestra se sienta en el escritorio y saca una copia del examen, anota mi nombre en él y me lee la primera pregunta. Le pido que me la repita y después respondo, veo que ella marca como buena la respuesta. Así seguimos con todas las preguntas, saco 4 preguntas malas de 20, creo que es bueno. Admito que la maestra me guió en algunas preguntas para que contestara correctamente, pero me sorprende haber salido tan bien.

La maestra me deja salir del salón cuando terminamos mí examen oral, para esto ya habían salido varias personas, entre ellas Alice y Ken. Me acerco a ellos cuando estoy fuera del salón.

—¿Cómo les fue? —les pregunto.

—¡Fue muy sencillo! —contesta Alice emocionada.

—Sí, muy fácil. ¿Cómo estuvo el tuyo?

—Bien, supongo que me hizo las mismas preguntas que a ustedes.

—Pero más sencillas porque la loquita merece trato especial —dice despectivamente Mackenzie.

—Discúlpate con ella —le dice Ken parándose frente a mí.

—O sí no, ¿qué? —lo reta.

—O sí no, te repruebo —dice la maestra desde la puerta—. Ya qué está de habladora, acompáñeme a la oficina de la directora, señorita.

Ella me dedica una mirada de odio, no entiendo porque si esta vez no hice nada.

Te matarán —dice Ocho, suena muy derrotista hoy.

—Pobre, su odio por ti la mete en problemas —dice Maddison posando su brazo sobre mis hombros.

-—¿Cómo te fue? —le pregunta Alice.

—Tal vez repruebe, pero ver a Macklímica yendo a la oficina de la directora siempre me levanta el ánimo —dice ella con una sonrisa.

—Macklímica le queda —susurro para que solo ella lo escuche.

—Vomitenzie también —dice ella riendo.

—Son malas —nos dice Ken con una sonrisa y negando con la cabeza.

El club de los trastornadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora