Capítulo 52: ¿Exámenes otra vez?

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El tiempo ha pasado increíblemente rápido, parece que han pasado mil años desde que fui a casa de Maddison. Ese día conocí a sus padres, su madre fue muy dulce conmigo y su padre me bombardeó de preguntas sobre la esquizofrenia. Ambos fueron lindos, extraños, pero lindos.

Pero eso solo es un recuerdo, hoy debo concentrarme porque estamos en exámenes, es mi última oportunidad para exentar los ordinarios y poder salir antes a vacaciones de invierno. Es emocionante porque si lo hago podremos ir más tiempo a casa de mis tíos en Pals, España. Realmente no me gusta estar con mis tíos porque me hacen sentir muy rara y loca, pero su casa y su pueblo es hermoso, siempre me hace sentir como en un libro de fantasía. De pequeña una vez vi un dragón por el cielo, pero creo que solo fue mi esquizofrenia.

—¿Lista? —me pregunta Alice.

La volteo a ver, no había notado que estábamos caminando juntas y que ya estamos por llegar al salón.

—Después de lo que estudiamos ayer, yo creo que sí —ella sonríe.

—La historia es muy sencilla.

—O eres muy buena.

—¡Qué linda!

Entramos al salón, bueno, entro yo mientras Alice se queda en la puerta haciendo su ritual de tercias antes de entrar. Maddison está sentada junto a Ken, él parece estar explicándole algo.

—¡No entiendo!

—Tú puedes.

—¿Por qué intentas ayudar a la fracasada? —le pregunta Mackenzie.

—Tú mejor vete a vomitar a otro lado, Macklímica.

—¡Chicas, cálmense! No dejan que me concentre —les dice Hannah.

—Concentra tu energía en entender el tema, no en insultar a Macklí... kenzie.

—¿Cómo ibas a llamarme, Ken? —está super atacada.

Eso me hace reír junto con Alice.

—Mira la loquita se anda riendo. Me pregunto si es con nosotros o con esos tales Rojo y Negro.

—De hecho, es de ti.

No debiste decir eso —me advierte Uno.

Se ve muy molesta, nos matará —grita Ocho con pánico.

Parecía que Mackenzie me iba a responder algo, pero el timbre sonó y la maestra entró a clase, una perfecta sincronía que no parece humana.

—Chicos, siéntense en sus lugares. Menos tú, Every, ven conmigo.

La volteo a ver, tomo una silla vacía y la acerco al escritorio de la maestra. Ella toma unas hojas y las va repartiendo para todos los miembros de la clase. Les explica lo que deben hacer y su examen empieza. Luego se sienta junto a mí y comienza a hacerme las preguntas del examen. Mientras contesto está viendo al resto del salón para asegurarse que nadie se copie.

El examen me resulta realmente sencillo, pero solo porque Alice nos dio ayer una clase magistral sobre historia después de clases. Fue divertido porque estábamos todos ahí haciéndonos bromas y comparando la historia con nuestras vidas. Termino mi examen, pasé con 9. La profesora me deja salir junto con Ken, Alice y Hannah que ya terminaron.

—¿Cómo te fue? —me pregunta Alice.

—Muy bien, gracias a ti.

—Genial, también lo sentí muy sencillo.

—Pero te toca ayudarnos —me dice Ken, tiene una libreta en su regazo—. En una hora toca el examen de probabilidad y estadística.

—Un trato es un trato.

Me siento frente a él y tomo su libreta, veo a Hannah viéndonos con curiosidad. Alice se queda parada, también mira la libreta de Ken, aunque sé que ella no necesita ayuda porque es buena en todo.

—¿Quieres unirte a nosotros, Hannah?

Alzo la mirada hacia ella, mira con sorpresa a Ken y sonríe.

—Me encantaría, a mí también se me dificulta esa clase.

Ella se acerca a mí y me mira, supongo que espera que diga algo. Fuera de su encanto de chica popular, Hannah es muy buena persona, no sé porque me dejé llevar por lo que Maddison y Alice dijeron.

El club de los trastornadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora