Capítulo 59: Regreso

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Veo la entrada de la escuela sin muchos ánimos de entrar, pero no puedo faltar más. Así que avanzo, el resto de alumnos no se fija demasiado en mí, todos están ocupados en lo suyo. Camino por el pasillo principal, paso por el casillero de Maddison, está adornado con rosas, velas y frases. Tengo ganas de arrancar todo eso, puras hipocresías. No me detengo en mi casillero, sigo directo hasta mi salón para poder llegar a mi lindo y seguro asiento junto a la ventana.

Veo a Alice cuando entro al salón, ella me mira y hace una mueca de tristeza. No hemos hablado desde hace mucho, creo que nuestra amistad murió con Maddison. No me detengo a saludar, sigo avanzando hasta llegar a mí lugar. Me siento y me dispongo a mirar por la ventana hasta que Kenneth llega junto a mí y se sienta en la silla que le pertenecía a Maddison.

—Hola, no te vi en el funeral.

—Eso es porque me fui —frunce el ceño.

—¿Por qué? Creí que querrías despedirte de ella.

—Sí, pero no quería estar en un lugar rodeada de gente falsa que nunca hizo nada para evitar que se suicidara —estoy molesta, creo que no puedo ocultarlo.

—¿Con eso también hablas de mí?

—¿Hiciste algo para detenerla?

Él me mira indignado.

—¿Por eso no has contestado mis miles de mensajes y llamadas en estos tres días? ¿Estás molesta conmigo por no haber podido hacer algo imposible?

—No, estoy molesta porque toda la escuela actúa como si alguna vez les hubiera importado ella. Ninguno sabe lo que le pasó, ninguno estuvo para ella cuando estaba mal. Pero todos estaban en ese funeral actuando como que les lastimaba.

—No estaba actuando, me lastima que no esté aquí. Maddison también era mi amiga.

—Pues que mal amigo eres si dejaste que se suicidara.

Eso lo hace molestar, lo sé porque se levanta del asiento.

—Dices estar molesta conmigo, pero creo que estás más molesta contigo misma porque no pudiste hacer nada por ella.

Eso dolió —dice Uno.

Sí, dolió.

—¿Sabes? Eso es algo que diría Negro. De hecho, eso es justamente lo que esos hermanos locos me han dicho desde el día que ella se fue. Gracias por ser igual de hiriente que las voces que me atormentan y me quieren llevar a estar con Maddison.

Tomo mis cosas y me voy, no quiero quedarme en este salón teniendo que soportarlo. Prefiero ir con la psicóloga a ver que me dice.

El club de los trastornadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora