Capítulo 125: La graduación que no se siente bien

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Después de días fuera del hospital, hoy toca una ceremonia importante, mi graduación de preparatoria. Pero no siento que sea correcto porque Maddison e Ethan no están aquí. Ella merecía graduarse y tener un futuro prometedor, merecía ser libre y feliz. Él merecía ser real y superarse para demostrar que no es un monstruo, que es una persona sensible y valiosa.

Escucho que llaman a mi puerta y esta se abre, mi madre me mira a través de mi espejo y sonríe.

—Te ves bien, el vestido amarillo resalta el color de tu cabello.

—Gracias —sonrío.

—Hoy es un día importante —la veo dudar—. No hemos hablado sobre la universidad.

—No estoy segura de qué hacer con eso.

—Hace tiempo dijiste que querías ir.

—Estaría bien.

—Podríamos ver una que se acomodé a lo que buscas —sonríe.

—Sería lindo.

—¡Genial! —asiente con la cabeza—. Te esperamos abajo.

Sale de mi cuarto y estoy a punto de seguirla cuando veo el suéter feo de Maddison. Lo tomo, lo voy a llevar para que, en cierto modo, ella también esté presente en la ceremonia. Antes de salir escucho un ruido en mi ventana, sonrío porque extrañaba eso. Volteo hacia allá justo cuando Ethan termina de entrar en mi cuarto. Me acerco a él y lo abrazo.

Felicidades, ya eres toda una graduada —sonrío más.

—Quisiera que también fueras a esa ceremonia.

Sería muy poco anarquista de mi parte. Aunque, sentarme junto a ti en este vestido me tienta bastante —sonríe con picardía.

—Si fueras real, te besaría en este instante —se ríe y niega con la cabeza.

Siempre haces algo que me hace odiar no ser real. Me tendré que conformar con esto —me da un beso en la frente.

—Supongo que yo también me tendré que conformar con eso. Pero bueno, debo irme, nos vemos luego.

Espera, ¿quién es el tipo de abajo? Está en la sala jugando videojuegos con tus hermanos.

—Mi primo Oliver, ¿por qué?

Lo vi y tuve un poco de celos, lo confieso —eso me hace sonreír.

—También haces cosas que hacen que odie que no seas real —me acerco a él y le doy un beso en la mejilla, lo más cerca de sus labios que he estado—. Supongo que nos tendremos que conformar con eso.

Vete de aquí, antes de que decida olvidar que no soy real —me sonríe con sus ojos grises mirándome con amor y sus mejillas hermosamente sonrojadas.

—Es lo mejor, si no mi padre vendrá a buscarme. Nos vemos...

Mas tarde, vendré a verte en la noche.

Asiento con la cabeza y salgo de mi habitación, aun con el suéter de Maddison en mis manos. Bajo las escaleras y veo a todos listos para salir de casa, Oliver abre la puerta y todos salimos hacia la camioneta de mi padre. Subimos en ella y vamos rumbo a la escuela. Mis hermanos y Oliver hablan sobre lo que estaban jugando, lo cual me hace sentir un poco más animada, aunque me gustaría llegar y ver a Ethan ahí.

Después de un rato llegamos a la escuela, veo a mis compañeros entrando a la escuela acompañados de sus familias. Mi padre se estaciona y todos bajamos.

—¡Every! —escucho su grito y luego siento su abrazo.

—Hola, Hannah.

—¡Te extrañé tanto!

El club de los trastornadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora