Capítulo 143: Retratando una alucinación

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La clase de Principios de los trazos me gusta mucho, en ella nos dejan dibujar casi cualquier cosa. En esta ocasión quiere que hagamos un rostro, será nuestra primera evaluación, así que debo esforzarme mucho. Está claro a quién quiero retratar, la respuesta es obvia y extremadamente comprensible.

—¿Quién es? —pregunta Cali, la chica que se pone junto a mí en el taller de dibujo.

—Un amigo, se llama Ethan.

—Me gusta lo que haces —dice con su mirada fija en los trazos.

—¿Qué tenemos aquí? —pregunta la maestra Gilly, mira mi dibujo y exhala con sorpresa—. ¡Guau! Es genial, definitivamente más que un borrador.

Se acerca y lo examina atentamente.

—Eres muy buena, Every. Ya quiero verlo terminado —su reloj vibra—. Muy bien, la hora terminó, guarden sus borradores y vayan a su siguiente clase. Recuerden practicar sus trazos.

Le lanza una última mirada a mi dibujo, sonríe y se aleja. Guardo el dibujo y salgo del aula, toca historia del arte, no quiero llegar tarde. Gast y Cind llegan hasta donde estoy y hablan sobre cambiar sus lugares en el taller, quieren que los tres estemos más cerca. Llegamos al aula y nos sentamos en la primera fila.

—¿Qué dibujaste en la clase, Every? Siempre es un placer saber qué haces —exclama Cind.

Saco el dibujo de mi portafolio y se lo paso, ella lo apoya sobre la mesa y lo mira con sorpresa.

—Creo que sí transpiras arte —dice Gast también viéndolo, está sorprendido.

Algunos de mis compañeros entran en el aula y se van deteniendo para ver el dibujo, le preguntan a Cind si ella lo hizo, pero no contesta nada, está demasiado absorta en lo que hice.

—No, fui yo —contesto tímidamente.

—¿Qué tan interesante es este dibujo que tiene mucho público? —el maestro Henry me ve y sonríe—. Ahora entiendo —ve mi dibujo y parpadea un par de veces antes de acercarse.

—¿Quién es? —pregunta Cind.

—Un amigo muy importante, se llama Ethan.

El maestro Henry me mira y entiende, lo mencioné en mi trabajo de presentación para la universidad.

—No tienes que hablar de él si no quieres.

—El arte es libertad —susurro y miro el retrato de Ethan—. Fue un gran amigo, me ayudó a superar muchas cosas. Fue difícil asimilar que ya no está.

—Perdón, no debí preguntar —dice Cind con una mirada triste.

—No te preocupes —sonrío.

—Bueno, pero esto da una buena idea para el tema de la clase.

El maestro Henry se aleja a su lugar, deja sus cosas sobre el escritorio y camina hacia la pizarra, eso hace que mis compañeros se alejen a sus lugares. El maestro escribe algo en la pizarra y ve hacia enfrente.

—¿Qué es una musa? ¿Los hombres pueden serlo? Que inicie el debate.

Sonríe complacido cuando mis compañeros comienzan a hablar. Acerco mi dibujo y lo guardo en mi portafolio, Cind atrae mi atención.

—Lamento haber preguntado por eso.

—No pasa nada, ya está superado.

Cind sonríe con tristeza, pero no insiste más. Veo al maestro justo a tiempo cuando desvía la mirada para verme, supongo que también está preocupado por mí. Por como lo dije, los demás deben creer que murió, pero algo que no existe no puede morir. Me concentro en seguir el hilo de la conversación y participar lo más que pueda.

El club de los trastornadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora