Capítulo 155: El que busca encuentra

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Me paseo por mi habitación, intento resistirme a hacer lo que quiero, luchando por entender todo. Sophie no solo pudo ver a Ethan en la foto, también me dijo que él le dio la carta para mí y que lo vio un par de veces más preguntando por mí en la habitación. Dijo que lo confundía con Gast y por eso nunca me dijo nada, pero cuando le expliqué se disculpó varias veces.

Hazlo —me dice Uno.

—¿Y si no la tiene?

Solo lo sabrás si lo haces —me dice.

Asiento con la cabeza y salgo de mi habitación, voy a la escalera porque no podría con los nervios de quedarme parada viendo el elevador. Subo las escaleras pensando qué decirle, ¿cómo lograré que me deje sola en su habitación para buscar la carta? Sé que él debe tenerla, es la única explicación de su misteriosa desaparición. Llego al piso de Ken, aun sin saber que decir. Me paro frente a la puerta de su habitación y dudo, es una mala idea, será mejor que me vaya. La puerta se abre y Ken está ahí, se asusta un segundo y luego sonríe.

—¡Hola! ¿Llevas mucho ahí?

—No, estaba a punto de irme.

—No, bueno, me voy a bañar, pero puedes quedarte aquí en lo que vuelvo —levanta un bolso de mano.

¡Genial! —dice Uno.

—Bueno.

Me deja pasar, me da un beso rápido y sale de su cuarto. ¡Lo logré! Volteo a sus cosas, ya tiene sus maletas listas porque estamos a unos días de irnos de la universidad por las vacaciones. Camino a su escritorio y busco en los cajones, pero ya todo está vacío. Su maleta es muy íntima, no quiero revisarla.

Debajo de su colchón —me dice Uno.

Me acerco a su cama y lo levanto con dificultad, no hay nada ahí. Camino a su armario, también está completamente vacío. Solo queda su maleta, me muerdo el labio inferior.

—No quiero hacerlo.

Tienes que saber la verdad —me dice Maddison, no está aquí, solo en mi mente.

Me siento en su cama, atraigo su maleta hacia mí y comienzo a revisarla, muevo su ropa para ver bien. Saco algunas cosas y la encuentro, la tomo y me pongo de pie. No me molesto en dejar todo acomodado, solo veo la carta y mis ojos comienzan a llenarse de lágrimas. Él se la llevó y me dejó creer que estaba loca y me la estaba inventando.

La puerta de la habitación se abre, pero tengo la mirada fija en la carta, una lágrima cae sobre el suelo de la habitación.

—Every, déjame explicarte —lo miro y más lágrimas ruedan por mis mejillas.

—¿Qué me vas a explicar? Me vas a explicar cómo te llevaste la carta de mi habitación o me vas a explicar cómo me mentiste y dejaste que me sintiera como una loca. Me vas a explicar que es real y que me estuviste mintiendo todo este tiempo. ¿Qué exactamente me vas a explicar, Ken? —las lágrimas ruedan por mis mejillas.

—Every, lo lamento, pero era lo mejor —da unos pasos hacia mí.

—No, Ken, no te me acerques. ¡Me mentiste! ¡Usaste mi esquizofrenia para mentirme! ¡He pasado meses extrañándolo y sintiéndome completamente loca!

—Nada de eso fue mi plan.

—¡Pero no hiciste nada! Te beneficiaste de esto y decidiste salir conmigo. Robaste la carta para proteger tu mentira.

La puerta se abre, Carson pasa su mirada de Ken a mí y frunce el ceño. Limpio las lágrimas de mis mejillas y veo la carta una vez más.

—¿Están bien? Escuché algo desde fuera y dudaba en entrar.

El club de los trastornadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora