Capítulo 131: Visita a la universidad

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—Buenos días, ¿lista? —me pregunta Kenneth cuando abro la puerta.

—Sí —frunce el ceño.

—¿Estás bien? —entra en mi casa y me mira.

—He tenido mejores semanas.

—¡Ken! —gritan mis hermanos corriendo hacia él.

—Somos muy afortunados —dice Connor.

—¿Volvieron? —pregunta Daniel.

—Ojalá —dice él viéndome con una sonrisa.

—Every está triste porque nuestros padres le cambiaron a su psiquiatra —dice Connor.

—Tal vez unos besitos la animen —dice Daniel y me empuja hacia él, Kenneth me sostiene para que no caiga.

—Los dejamos —dice Connor y ambos suben corriendo las escaleras.

—¿Es verdad?

—Lo de mi psiquiatra, sí —sonríe.

—¿Y los besos? —me mira y comienzo a ponerme nerviosa—. Me gusta cuando te sonrojas.

Lo miro, sonríe más y se acerca para darme un beso en la mejilla. Escuchamos pisadas acercándose y nos separamos rápidamente, pero él parece mucho más emocionado que cuando llegó. Mis padres bajan, mi madre sonríe al ver a Kenneth.

—Hola, que bueno que vienes con nosotros, eres muy amable —se acerca y le da un afectuoso abrazo.

—Buenos días, señores —dice antes de tomar la mano de mi padre.

—Buenos días, Ken, es momento de irnos —mis padres salen de la casa y nosotros los seguimos lentamente.

—¿Vendrá Oliver?

—No, ayer fue a una fiesta y tiene resaca —le digo riendo—. Pero los gemelos sí, así que no nos aburriremos.

—Contigo nunca me aburro —me susurra cuando llegamos a la puerta.

—¡Sí! Te dije que iban a regresar —dice Daniel corriendo por las escaleras.

—Mi loca hermana me ha fallado —dice Connor mientras salen de la casa.

—No digas eso frente a nuestros padres —lo regaño.

Caminamos hacia la camioneta de mi padre y nos subimos en la parte trasera, es bueno que mis hermanos sean pequeños y delgados, así entramos bien. Kenneth habla durante todo el camino con los gemelos hasta que deciden tomar una siesta.

—Esto me recuerda a cuando fuimos al campamento —dice Kenneth viendo la ventana.

—Pasó hace mucho tiempo, pero me acuerdo vagamente del viaje. Alice se quejo de lo sucio que estaba todo —me río.

—El viaje fue entretenido por la película que vimos. Este viaje no es tan largo, así que no descargué ninguna.

—Sí, no tardaremos mucho en llegar —dice mi padre desde adelante, veo que nos espía por el retrovisor.

Kenneth y yo hablamos un poco más durante el camino, pero mi padre tenía razón, no tardamos mucho en llegar. Entramos en la ciudad y nos movemos hasta el campus de la universidad. Veo el lugar, es todavía más grande que como lo imaginaba. Nos estacionamos cerca de unos edificios y batallo para levantar a los gemelos. Bajamos del auto y veo a los gemelos salir corriendo hacia el edificio. Mis padres corren hacia ellos para detenerlos.

—Yo vine hace unas semanas, ven, te enseño el área de artes, sé que te gustará —dice tomando mi mano para guiarme.

—Iremos al edificio administrativo —dice mi madre—. Nos vemos acá en una hora.

Asiento con la cabeza y camino con Kenneth, no le quito mi mano, pero esta situación hace que los sentimientos del pasado regresen. Me siento algo rara por Ethan, él me gusta, pero no es real. Y Kenneth está aquí, siempre ha estado aquí.

—Mira, ya puedes ir notando a donde llegamos —veo los edificios cercanos decorados de diferentes maneras.

—Este lugar huele a arte —digo sonriendo.

Me fijo en una escultura con una ficha que dice que fue hecha por los estudiantes. Me detengo y la admiro, es hermosa, aunque no distingo el material del que está hecha. Es una madre cargando un bebé envuelto en una manta.

Maternidad —lee el nombre Kenneth.

—Es linda.

—Mira, allá hay algo más.

Me jala con la mano para que siga caminando. Al costado de un edificio veo el retrato de una chica rubia muy linda hecho con pintura en aerosol.

—La hermosura del arte callejero —digo.

—Sé que harás cosas grandes aquí.

Lo miro, él me sonríe y sostiene mis dos manos.

—Every, me sigues gustando, más que el primer día que te lo confesé. Sé que en nuestra ruptura dijimos cosas y me arrepiento de muchas de ellas, así que te propongo que volvamos a empezar —sonríe, pero en sus ojos veo algo de miedo.

—Ken, no te puedo prometer nada en este momento porque estoy confundida y no soy la misma chica que conociste hace casi un año. Estoy mucho más loca y rota y no creo ser buena para ti —digo con una sonrisa triste.

—No quiero que me prometas nada, quiero que estés conmigo en esta nueva aventura y que podamos apoyarnos mutuamente. No me importa lo rota que puedas estar, estoy dispuesto a ayudarte a unir los pedazos de ti y a conocer a la nueva persona que eres —sonríe y sé que no lo merezco, nunca lo he hecho.

Pienso en Ethan y en él, no merezco a ninguno de los dos.

Ethan no es real, Ken sí —me dice Uno.

Vamos, destrúyelo una vez más —me dice Negro.

Eso me hace retroceder unos pasos, pero sin quitar mis manos de las suyas. Examino su rostro, espera una respuesta y no sé que decirle. Pero pienso en lo que dijo Negro, la última vez lo herí profundamente.

—No quiero volver a hacerte daño —digo triste, siento que una lágrima escurre por mi mejilla.

—No lo harás —me atrae hacia él y me abraza—. Solo seamos tú y yo, juntos otra vez. Conociéndonos, apoyándonos, queriéndonos.

—Espero no hacer nada que haga que te arrepientas de esto —me mira y acaricia mi mejilla con ternura.

—Nunca has hecho nada que haga que me arrepienta de quererte. Incluso cuando terminamos te seguí queriendo y quería seguir estando para ti.

Me muerdo el labio inferior, no puedo quitar de mi mente mis dudas y mis miedos.

—Every, no me importa si esto no funciona de nuevo, quiero correr este riesgo porque la recompensa es conocerte y estar a tu lado y eso hace que valga la pena.

Ken me mira los labios y sonríe. Lo veo y tomo mi decisión. Vendré a esta escuela y vendré con él. Me paro sobre las puntas de mis pies y le doy un beso en la mejilla a modo de respuesta.

—La universidad será grandiosa.

—Espero que sí.

Él me rodea con su brazo y seguimos caminando por el área de artes. Admiramos más obras y hablamos, espero estar tomando la decisión correcta sobre todo esto.

El club de los trastornadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora