Mi madre sigue molesta conmigo, solo me habla lo necesario. Tomo un vaso con agua de la cocina y camino escaleras arriba para volver a mi cuarto. Escucho que alguien llama a la puerta y veo a mi madre abrirla.
—Buenas tardes, ¿está Every? —escucho su voz y me detengo en la escalera.
Él alcanza a verme y sonríe.
—¿Eres Ethan?
—Sí.
—Entonces no está —mi madre cierra la puerta y cuando voltea me ve—. Dile que no vuelva a venir.
Sigue su camino hacia la sala. Siento lágrimas formarse en mis ojos y subo corriendo a mi cuarto. Al entrar cierro la puerta de un portazo, para que sepa que estoy molesta. Dejo mi vaso con agua sobre mi escritorio y camino hacia mi cama.
—No me esperaba eso —dice Ethan.
Lo miro y corro hacia él para abrazarlo.
—Lo lamento, fue muy grosera.
—Creo que lo merezco.
—Todo es culpa de Kenneth, él le habló muy mal de ti y le creyó porque él le cae bien.
—Ese tutor me las va a pagar.
—Ya no es mi tutor y no importa.
—Traté de ser normal por una vez y entrar por la puerta y recibí un portazo en la cara, creo que sí importa.
—Perdón.
—No es tu culpa —mira hacia mi escritorio—. ¿Vas a hacer tarea?
—Sí.
—¿Me puedo quedar?
—Claro.
Se acerca y me da un beso en la frente.
—¿Para que recuerde que eres real?
—Exacto.
Me sonríe y se acuesta en mi cama. No parece demasiado molesto por lo que le hizo mi madre, pero si parece estar pensando en algo, tal vez en como matar a Kenneth.
—Tranquila, no lo mataré.
—¿Cómo sabes que estaba pensando eso?
—Es muy obvio, soy brujo —sonrío.
—Por fin lo reconoces.
Sonríe y regresa su mirada al techo. Camino a mi escritorio y sigo trabajando en mi tarea. Espero que a mi madre se le pase pronto el enojo.
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El club de los trastornados
TeenfikceEvery descubrió a los 10 años que tiene esquizofrenia, las voces que al principio eran imaginarias ahora son amigos y compañeros eternos. Cuando ella entra a la preparatoria Sigmund Freud decide hacer público su diagnóstico para evitar cometer los m...