Capítulo 90: Feliz cumpleaños, loca

0 1 0
                                    

—¡Feliz cumpleaños!

Me levanto algo exaltada por el susto de la felicitación. Veo a mi madre cargando mi pastel de cumpleaños, a mi padre grabando y mis hermanos sosteniendo los regalos. Sonrío, me levanto de la cama y los abrazo a todos.

—Abre los regalos —me dicen mis hermanos al unísono.

Me siento en mi cama y abro la primera bolsa, dice que es de mis hermanos y en ella hay una blusa bonita color amarillo. Sonrío y la pongo sobre mi cama, me acerco a mis hermanos y los abrazo. Luego tomo la bolsa de mi madre y la abro, en ella hay un videojuego de carreras que quería para aplastar a mis hermanos.

—Gracias, justo el que quería. ¡Ya conocerán la derrota! —les digo eso a mis hermanos, ellos se ríen.

Acerco la última bolsa y la abro, en ella hay una tableta gráfica.

¡No me lo puedo creer! —dice Uno emocionada.

Agradécele a papá —me recuerda Ocho.

No te la mereces —me susurra Negro.

Pero la emoción vence sus palabras feas y me hace sonreír. Me levanto y abrazo a mi padre, él sabía cuanto la quería. Amo que me conozca tanto.

—Ahora podrás dibujar en digital —me susurra mientras me besa la frente.

Ese pequeño acto me recuerda a Ethan, por lo que volteo a ver la libreta que me regalo en la madrugada y que dejé en mi escritorio para no olvidar que lo de anoche fue real.

—Muchas gracias a todos.

—¡Papá avergonzó nuestro regalo! —dice Daniel.

—¡Ahora papá debe morir! —le sigue Connor.

Ambos hacen como si desenfundaran unas espadas y se preparan para atacar a nuestro padre.

—Toma la cámara —le dice a mi madre—. Me llevaré el pastel porque tengo que huir.

Dicho eso, mi padre sale de mi cuarto con el pastel en manos y corriendo lo mejor que puede mientras Connor y Daniel lo persiguen como si lo fueran a matar.

—Te tengo este otro regalo, no iba a dejar que tu padre me ganara.

Me pasa una bolsa de regalo más, la abro y veo un lápiz táctil para la tableta, unos guantes que he visto que los artistas usan con las tabletas y una funda de la famosa pintura La noche estrellada de Vincent van Gogh.

—¡Me encanta! Gracias —digo mientras la abrazo.

—Alístate, ahora desayunaremos aquí y más tarde saldremos a pasear.

Asiento con la cabeza, ella me abraza una vez antes de levantarse y salir de mi habitación. Escucho mi celular vibrar, me acerco y lo contesto, es una videollamada de mi primo Oliver.

—¡Feliz cumpleaños! —me dicen todos mis primos a la vez, lo que me hace sonreír.

—¡Gracias!

—¿Qué te regalaron? —me pregunta Cassandra.

—Acá ya es algo tarde, pero sigue siendo tu cumpleaños —me dice Anna con mucha emoción.

—Calmados todos, escuchemos a Every —ordena Oliver.

—No esperaba su llamada, me alegra mucho verlos —digo con una gran sonrisa.

—Estamos mejorando como primos —dice Manuel, uno de los medianos

—Ya veo, muchas gracias. Y mis hermanos me regalaron una blusa —se las muestro—, mi madre un videojuego —también lo muestro— y mi padre los humilló a todos regalándome una tableta gráfica. Pero mi madre odia perder, así que me regalo accesorios para la tableta.

El club de los trastornadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora