Capítulo 32: Regalo de agradecimiento

5 1 0
                                    

Camino decidida, pero estoy asustada, no sé si le vaya a gustar el dibujo que le hice. Lo veo una vez más, es una caricatura de él.

Tu dibujo es un asco —me dice Rojo.

Tú eres un asco —me dice Negro

Tal vez no sea buena idea entregárselo. Me detengo y sigo viendo mi dibujo.

—¡Hola, Every! —grita Alice.

Volteo hacia la izquierda y justo ahí está ella caminando junto con Maddison. Se acercan rápido a mí, Maddison se ve tranquila y animada, es difícil verla como una paciente con depresión.

—¿Qué tienes ahí? —me pregunta ella señalando el dibujo, Alice también lo ve con curiosidad.

—Es un dibujo para Kenneth, como agradecimiento por ayudarme a convencer a mi mamá para dejarme venir.

—¿Podemos verlo? —pregunta Alice.

—Sí, claro —se lo paso a Maddison—. Es una caricatura, ¿creen que le guste?

—¡Guau! Es bueno —dice Maddison.

—Eres muy buena en esto, Every.

—Gracias —digo viendo mis manos.

—¿Lo dibujaste como príncipe? —pregunta Maddison.

—Sí, porque siempre está salvando a la gente.

—Es divertido, yo creo que le gustará —me dice ella pasándome el dibujo.

—Mira, allá va, es tú momento —dice Alice señalando hacia adelante, volteo hacia donde señala y lo veo caminando tranquilo—. ¡Ken! —grita, lo que atrae su atención.

—Suerte —me dice Maddison alejándose y llevándose a Alice del brazo.

Las veo irse por donde llegaron, no puedo creer que me dejen sola. Volteo al otro lado y veo a Kenneth acercarse algo sudado, con la cara enrojecida y con una sonrisa gentil.

—¿Me llamó y se fue?

—Alice hace cosas raras.

—Sí, bastantes —dice él negando con la cabeza y viendo la dirección por la que se fueron. Después de unos segundos concentra su mirada en mí y sonríe más—. Hola, ¿cómo estuvo la clase de dibujo de hoy?

—Muy bien —digo apretando con más fuerza el dibujo, tal vez lo arrugué un poco.

—¿Eso hiciste hoy? —pregunta señalando la hoja.

—Sí —la agarró más suave y veo el dibujo, no se arrugó mucho y se ve bien. Suspiro y me preparo para seguir—. De hecho, es para ti —alzo la mirada a él—. Es un regalo como agradecimiento por ayudarme a venir aquí —se lo doy.

Lo veo algo sorprendido, creo que nunca pensó que yo le regalaría un dibujo. Toma el dibujo, me sonríe y baja la mirada hacia la hoja. Lo veo examinar el dibujo atentamente, se ríe un poco y regresa la mirada a mí, pero ahora con un brillo especial en los ojos.

—Es muy bueno, eres una gran artista.

—Jamás había hecho una caricatura y estaba algo asustada de que no te llegara a gustar. De hecho tuve muchos conflictos al pensar en hacer una caricatura, tuve que ver muchas fotos tuyas y... —él me abraza, con lo que logra que me callé.

—Es una buena caricatura, gracias —me dice al oído.

Trago saliva y yo también lo abrazo, estas situaciones son tan raras para mí. Espero algún día acostumbrarme a los abrazos de mis amigos.

¿Segura de que solo es tu amigo? —me pregunta Uno.

El club de los trastornadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora