Capítulo 10: Alianza

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Mi espíritu de batalla se había disparado hasta las nubes mostrando una mirada amenazante que interceptó mi oponente, pero fuera de ello me encontraba bastante molesta del cómo se burlaba de los humanos sin ningún remordimiento. Apretando fuertemente a Kusanagi me impulsé para quedar frente a él y dirigir mi filo contra su cara, más fue bloqueado en un movimiento diagonal haciendo presión en contra mía, de igual manera tampoco me dejaba potenciando la propia fuerza de mi poder divino alcanzando un brillo frecuente que había impresionado por leves momentos al dios. 

--¿Qué es eso? No recuerdo que Amaterasu tuviera tales habilidades en su poder divino, no, está controlando y usando el sol con su propia frecuencia y conocimientos de sus respiraciones, es una maldita escoria.--Se quejó mientras que cerraba mis ojos y de mi espalda se formaron tentáculos punzantes en forma de cuchillas anaranjados que iban directos al pecho de mi enemigo, por eso al abrirlos notaba como bloqueaba desde distintos ángulos, con eso lancé un corte diagonal simulando una enorme avalancha de lava dañando de gran manera a su cuerpo. 

--Pensé que lo único que debo hacer es usar mi poder divino basado en mis respiraciones y mis antiguas técnicas de sangre, por tanto otros usos a los que no se conforman con mi estilo de batalla sería erróneo utilizarlo. Por suerte aún soy inexperta, pero cada vez que lo utilizo más me acostumbro, solo necesito probar más técnicas y ataques con referencia a una espada, y veremos así el verdadero resultado de una semidiosa del sol.--Le mencioné mientras mis tentáculos desaparecieron al instante, pero en su lugar mis pies comenzaron a arder como referencia al patinaje deslizante que usaba en mi respiración de hielo, por lo cual salí disparada dejando todo camino que pasaba en llamas y ejecutar dos cortes diagonales en lado contrario para hacer una x, más el dios se había regenerado y un resplandor azulado fue suficiente para responder de manera fluida en dos tajos verticales a mi sucesión de ataques, el problema es que hasta logró igualar la velocidad de mi habilidad ocular y eliminar los puntos débiles que se encontraban intactos en sus pulmones. 

--Es una buena teoría, y aprendes rápido, pero para alguien que ha vivido millones de años no es nada. Admito que tu aprendizaje y el nivel de habilidad que precisas es igual al de tu madre, pero al final ningún semidiós ha podido derrotar a un ser divino como nosotros, pero por otro lado debes aprender la lección y tratar a tus superiores con el debido respeto, te daré un castigo.--Me advertía con un tono de voz arrogante y bastante alta, tal cual se preparó para haber un gran brillo cegador del que me separé por unos instantes, pero como un río el ser divino se lanzó y no tardó más de cinco segundos en propinar cinco torrentes veloces repentinos en todos mis puntos vitales y aunque me daba tiempo a evadir, inevitablemente me acertaron por ser demasiado veloces. Además, el cuerpo del dios había cambiado hasta tener su cabello salpicando como una cascada, sus ojos eran mucho más lumínicos y toda su ropa se encontraba brillando sin ningún problema y con todas sus fuerzas al límite, seguro era su forma divina. 

--Esto no es posible… ¡agh! Es muy fuerte, se trata de un dios pero incluso con el veneno de Kusanagi debería haber funcionado algo, no es posible que se mantenga tanto tiempo sin ser afectado o tal vez… ¡el agua purifica el veneno que se esparce en su cuerpo!--Analizaba sorprendida del cómo se había mostrado sonriente y confiado por su enorme potencial y capacidad de batalla, se nota que se parecía a Susano por su sangre guerrera pero al mismo tiempo no lo es, más bien tiene demasiado poder y no creo ser capaz de vencer, la promesa que le había hecho a Artemisa no iba a poder verse cumplida. Mis manos tiemblan, el miedo recorre todo mi ser y la sangre sale a salpicadas de mis labios, no sé cuanto pueda resistir pero ni siquiera el sol puede tumbar al océano. 

--Así que lo adivinaste, correcto. Susano una vez peleó conmigo y su veneno no pudo hacerme nada, que estúpido de tu parte intentar envenenarme, ahora te daré el golpe de gracia, seguro Izanagi me da más tierras, estoy contento de poder haberme encontrado contigo.--Añadía mientras se acercaba y en un paso veloz seis cortes cruzados fueron efectuados ante mi cuerpo, por tanto me defendí usando una voltereta para evadir y quedando en la espalda del enemigo realicé un perfecto movimiento lineal en forma de aguja que realizó una gran cicatriz por su cuerpo de manera sorpresiva. 

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