La Mariposa Cósmica

Capítulo 11: Sol y Fuego

La llamarada se acercaba poco a poco al dios sin ninguna interferencia que frenase el ataque, simplemente era demasiado increíble como para detener al tan poderoso Rengoku. Sin embargo Ryuujin se mostraba calmado y preparado ante todo, quien en un acto de frenesí manifestó su forma divina más el aura en un gran brillo resplandeciente parecido al del agua brotar, así se lanzó contra él para acertar un corte devastador que hiciera añicos la poderosa flama del antiguo pilar de fuego, no obstante mi vista dislumbró con eficacia el cómo realizaba cortes descendentes y horizontales correspondiendo a sus ataques de forma rápida y el gran lanzallamas ganó terreno venciendo al potente río que quería atravesar la llama, así hubo una gran explosión y una salpicadura de sangre por todas partes, lamentablemente los dos salieron de un salto para verse cara a cara. 

--No esperaba menos de Rengoku Kyojuro, la reencarnación de Kagutsuchi, escucha con atención hija mía. Kagutsuchi al principio nació como un dios dentro del vientre de Izanami, un ser que desprendía fuego en toda regla desde que se formó, pero el problema es que al nacer ella murió volviéndose como un ser antiguo de la creación una demonio como sabrás. Sin embargo, él fue asesinado por Izanagi y misteriosamente ha logrado reencarnar en Rengoku, eso explicaría lo talentoso y poderoso que ha sido desde siempre, un poder especial como dicen.--Me explicaba mi madre con una voz tensa y entonces comprendí el por qué temía, un dios reencarnado era el peor de los casos puesto que no sólo no había límites, podía volverse aún más y más poderosos como una llama que nunca se apaga. 

--Eso explica todo, pero tenemos otro problema ahora mismo. ¿Cómo se supone que enfrentaremos a Ryuujin aún si tenemos a Rengoku de nuestra parte?--Exigía con cierta dureza mientras mantenía fija mi mirada en la batalla. Finalmente los dos volvieron a lanzarse habiendo de nuevo un gran choque, el dios realizaba estocadas continuas y el pilar usaba su creciente defensa poniendo su espada en medio de manera que detenía cada uno de los golpes dados por la divinidad. Aún así nuestro aliado aprovechó la oportunidad y realizó un corte en forma de serpiente de forma que un gran paso llameante le permitió dañar levemente sus piernas teniendo que saltar para esquivar. 

--Esto me gusta, es lo que debería haber en una pelea de dioses, nada importa, solo tú y yo. Esa niña había sido muy molesta, pero tú me diviertes y tienes un espíritu ardiente, es mi mejor día para celebrar, ¡diviérteme!--Gritaba Ryuujin contento volviendo a salir disparado contra Rengoku realizando una lluvia de cortes una y otra vez que se desplegaron en enormes torrentes acuáticos, por suerte el pilar se defendía bastante bien cortando a través del agua en movimientos curvilíneos potentes demostrando su inmensa habilidad con la katana, más aún había una larga y poderosa brecha en la que ninguno salía vencedor. 

--Es tal y como dicen, eres un dios que le gusta la batalla y amas el ser respetado pero tienes un orgullo que te ciega, eres el león que devora y nunca entiende a razones, pero no es motivo de despreciar a la vida humana. ¡Los humanos nos alegramos de vivir y morir, algo que los dioses no pueden entender!--Corregía nuestro salvador agregando un golpe horizontal a ambos lados de sus brazos para cortarlos con precisión, lamentablemente se regeneró al instante y golpeó sucesivas veces su pecho, increíblemente rechazó el ataque creando una barra vertical en llamas como una de sus defensas inexpugnables. Los dos se encontraban respirando hondo y listos para seguir el combate, pero al ver que me miró de reojo entendí lo que quería hacer y suspirando envolví mis pies en fuego para moverme en zig zag y acertar en su espalda una estocada precisa y poderosa que le hizo sacar sangre, eso fue gracias a que también agregué el Mundo Oculto para hacer indetectable mi presencia, claro nunca se había aclarado que era un uno vs uno, por eso me había metido y ayudado a nuestro fiel aliado. 

--Lo siento, ser un dios está bien, pero no puede estar subiéndote el ego siempre, una vez tendrás que admitir tu final, y eso es lo que vamos a hacer ahora mismo.--Le señalé realizando una voltereta mientras se daba la vuelta y así dañar su cuerpo con el aliento espiritual rápidamente en un giro de 360 grados, pero lamentablemente aún no era suficiente ya que un remolino de agua se formó ante nosotros bloqueando todos los ataques sin más.