La Mariposa Cósmica

Capítulo 115: Recuperación

Después de ir al Yomi y ser rescatada por mis primas, las tres fuimos en dirección al templo de Amaterasu, el problema es que el Paraíso era tan grande que yo no sabía llegar sola. Así pues las dos me acompañaron hacia donde era susodicho lugar, en el que a pesar de lo lejos que estábamos, la velocidad de Kyoko y Shiori me habían ayudado a llegar rápidamente, siendo expectante del enorme templo que conformaba el lugar de mi madre. Por reacción ellas habían decidido quedarse fuera, por lo que decidí entrar sola con cuidado de no romper nada o ensuciar la puerta.

--¿Hola? ¿Mamá?--Preguntaba al abrir la puerta automáticamente, pero no se oía ninguna voz. Por ello decidí caminar hasta la habitación principal, es decir la sala del té donde se suponía se encontraba siempre mi madre, y al pasar pude encontrar su gran cabello largo y anaranjado con su habitual kimono mientras estaba sentada tomando un ohagi, así que lentamente caminé hasta allá y me senté enfrente de ella, con una mesa que nos separaba habitualmente.

--Querida hija, volviste sana y salva. Lo sé todo, te has encontrado con tu antiguo maestro y debes de haber encontrado una forma para ayudar a tus amigos y derrotar a Izanami, pero...entrar al Yomi no es correcto hija. El mundo de los muertos, o el Yomi Sintoísta es un lugar donde está prohibido entrar si no tiene un dios protector, por ejemplo el Hades, pero aquí nadie debe pasar a esa morada, es donde tenían cautiva a la diosa más poderosa jamás vista, y cometiste el error de nuevo. No quiero ser severa contigo hija mía, pero debes saber que hacer eso es un error que puede costarte caro la próxima vez, Izanagi te podrá perdonar por lo que hiciste siempre, pero a la próxima ya sabes, ¿no?--Me regañaba Amaterasu con una voz severa y con cierto tono que me hacía tragar saliva con miedo, en verdad estaba preocupada y enfadada. Asimilando la información asentía con la cabeza, aunque a decir verdad hubiera preferido su tranquilidad y dulzura que siempre transmitía, salvo en los entrenamientos.

--Lo comprendo, y acepto mis errores. He cometido un fallo por mi egoísmo, y aunque me ha ayudado no lo pienso volver a hacer, por culpa de eso.. perdí a Hanami, la perdí completamente…--Bajaba la cabeza mientras las lágrimas se apoderaban de mí y apretaba mis puños con fuerza, hasta que unos cálidos brazos rodearon mi espalda hasta abrazarme. Sin más sólo descargué toda mi frustración en un llanto que mi madre consolaba acariciando mi cabeza, y a pesar de que era reconfortante he sido una molestia, mi error fue culpado por la pérdida de una aliada y amiga importante, me hubiera gustado ser la chica que hubiera sido capturada, si fuera así lo habría evitado tarde o temprano.

--Tranquila pequeña, no ha sido tu culpa, fue la diosa de la muerte la que trajo desesperación a este mundo, tú intentaste hacer todo lo que pudiste. Mi querida Kaede, quisiera preguntarte algo importante, por favor dime con sinceridad. ¿Tu marca ha cambiado? Se parece mucho más a...la marca de ese hombre…--Me daba palmadas a la espalda con tal de que dejase de llorar, lo cual intenté con todas mis fuerzas tragar mis lágrimas por más triste que estuviera. Sin embargo ante la pregunta que hizo no supe que responder, era cierto me había olvidado que había desbloqueado la marca divina, la que era igual a la de Yoriichi Tsugikuni, pero que nunca aprovechó dichas habilidades con éxito.

--Bueno...estuve luchando en la cueva hasta que sentí frustración e impotencia, así conseguí la llamada marca divina, y es comprobado por Kokushibo que la conseguí. Aún así no estoy segura que tan fuerte puedo llegar a ser con ella, pero me esforzaré para hacerlo, lo que si te puedo decir es que mi temperatura y ritmo cardíaco son mucho más veloces que de costumbre, es extraño.--Le confesé a mi madre con total sinceridad, dejando a la diosa con un pensamiento profundo. A decir verdad ella era de las que tenían siempre todas las soluciones, pero dicha revelación había sido totalmente inesperado y con una posible esperanza a todos los cazadores.

--Eso es muy bueno mi pequeña Kaede, no sabes lo orgullosa que estoy ahora mismo, estoy segura de que mi padre se sentirá contento cuando reciba la noticia de que has desbloqueado la marca, has traído la esperanza a los dioses. Bueno, supongo que ya te lo habrá dicho Kyoko, pero de igual manera te diré: hemos descubierto que tu genética de semidiosa no ha desaparecido por completo ya que es parte de ti, por eso mismo si no es sellada por mí, seguirás siendo parte divina. Por eso mismo te daré lo que perdiste, te ayudaré a recuperar el poder divino como una vez lo hice, pero te recuerdo que no será tan fuerte como antes, así que debes recuperar lo que perdiste derrotando a la organización enemiga, y tus capacidades físicas no serán iguales, ¿vale? Dicho esto, empecemos por el ritual.--Me avisaba mi madre al punto que estiraba uno de sus brazos hasta colocar su mano en mi cabeza, del mismo modo una luz calorífica salía de ella con el fin de aumentar mi poder divino. Poco a poco un círculo mágico con una estrella de cinco picos aparecía en el suelo, y con ello la habitación se rodeó de una inmensa oscuridad, donde también mi cuerpo se encontraba brillando.