La Mariposa Cósmica

Capítulo 57: El Destino de Kaede

--¿Mo… rir?--Preguntaba asustada ante la afirmación de Makoto y para el completo horror de Shinobu, Kanae y Hanami, por tanto había dado unos pasos atrás tragando saliva. Claro, era obvio que había una consecuencia pero no podía hacer eso, totalmente me negaba moviendo mi cabeza de lado a lado y demostrando cierta negatividad en mi mirada que sorprendió a los pilares que se encontraban en escena. 

--Nunca lo haré. Tengo una vida, me ha costado mucho ser feliz y estar con las personas que quiero, de ninguna manera sacrificaré mi vida, y admito que he puesto a los cazadores en peligro ya que Izanagi me quiere muerta y ya ha asesinado a dos de los semidioses de este Panteón, pero eso no mejora la situación. Al final vendrán aquí después de que me ayudásteis, y no tardarán en aumentar su territorio como forma de conquista.--Expliqué tratando de defender mi defensa, quizás así lograría llegar a un acuerdo con ellos, de todas maneras se veían razonables la mayoría y simpáticos, no había ningún sentimiento de maldad como los otros pilares, que habían sufrido pero tenían razones de querer eliminarme.

--Mmm, deberíamos matarte y así terminar tu sufrimiento, pero quizás tengas razón. Aún así me opongo a dejarte viva, los dioses sintoístas aparecerán constantemente, y no podemos arriesgarnos a que por una simple niña expongamos el peligro de todos los cazadores y seres vivientes de este bello lugar.--Reclamó Shigeo alzando una ceja y seguro de sí mismo, normalmente diría que era alguien divertido pero podía tomar los asuntos con una seriedad absoluta e ir por la mejor decisión para sus compañeros, pero no entiendo. ¿Por qué tener a Kusanagi o estando yo éramos un peligro para la humanidad? 

--Me opongo, lo mejor es que esto se decida en un juicio, sería lo más justo si tenemos en cuenta que ella es apenas una cazadora como todos nosotros, no tiene culpa que lleve un arma maldita y que por sus decisiones de hacer el bien ocurra todo esto. ¡Mi hermana no morirá, como pilar tengo derecho a protegerla!--Argumentó la pilar de la flor con un tono serio y poniéndose en medio como método de protección, así Shinobu también se había colocado a su lado y entre los demás hubo un gran silencio del que la determinación de ambas era clave en mantenerme viva. 

--Creo que deberíamos considerar en tenerla viva, si no fuera por ella el mundo humano del Panteón Sintoísta habría sido aniquilado, recordemos que Muzan fue un demonio que anhelaba ser perfecto, y una vez conseguida su condición de ser inmune bajo el sol por Kamado intentó la conquista mundial eliminando a todos los humanos, e incluso para ser más fuerte absorbió a sus propios aliados, creo hay que tenerla en cuenta. Además, ¿es necesario recordar que Zeus la quiere para sus propósitos comunes?--Recordaba Zeyn con absoluta calma haciendo que algunos de los superiores que estaban contra mí se pusieran tensos, cierto un juicio podía hacerse pero si resultaba libre resultaría un castigo severo a los que planeaban ejecutarme, y eso implicaría buscar sustitutos para ser nuevos pilares, incluso hasta podrían morir. 

--Zeyn tiene razón, por más que nos moleste a algunos no podemos matar a los cazadores divinos incluso si son de otro Panteón. Su arma divina es peligrosa, pero no quiere decir que en nuestro mundo no haya peores que la Ame no Murakumo no Tsurugi, recordad Excalibur, Arondight, Sukuna-Fiezus, hay muchas de las que se deben tener cuidado. Ella no morirá, es mi última palabra.--Ordenó Amu con autoridad haciendo que todos los que estaban ahí obtuvieran un rostro más tenso, otros estaban más tranquilos y tranquilas, más por mi parte que me había tranquilizado en lo absoluto al saber que estaría viva, ¿por ahora? 

--Eso me gusta más, entonces quedará viva. Si es así me alivia más, seguiremos con lo acordado y ya está, ey niña me gusta tu pelo rojo, te hace distinta de todas las mujeres que he visto.--Se acercaba el pelinegro poco a poco hasta arrinconarme contra un tronco de un árbol que había justo detrás de mí, en el que ellas ya se habían separado al ver que no me harían nada. Pero en el momento que iba a decir algo, sus labios se unieron con los míos y abrí mis ojos impactada.