Capítulo 83: Fuerza Natural

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Lo que decía Rayden no eran bromas, en serio su poder había crecido desmesuradamente. Alargaba tanto sus brazos como tentáculos salían de su espalda realizando diferentes patrones en el que como cuchillas iban directos a perforarme, por suerte gracias a mi Mundo Oculto hallaba la manera de cortar a través de la piel de ellos o simplemente evadir con cautela, lastimosamente por la cantidad no me dejaba acercarme a él, además encontraba siempre la manera de ponerme en dificultades al quedarme arrinconada y sin posibilidad de huir, por lo que también usaba mis sentidos y dejar que vinieran, encontrando así aberturas que utilizaba a mi favor para salir de su embestida.

--¿Por qué te empeñas en esforzarte tanto? No entiendo a los mortales, son tan patéticos que necesitan una pequeña esperanza para cambiar la situación, pero a veces es mejor darse por vencidos. Los humanos son tan débiles, tan frágiles, me decepciona que alguien como tú, la que se encuentra en la cima quiera defenderlos, es estúpido.--Contestaba el demonio sin entender el por qué me aferraba tanto a la vida humana, por lo que dejó de lanzar sus tentáculos, pero sus dos brazos volvieron a alargarse formando ráfagas de oscuridad que se movían tanto por el suelo como por el aire, en el que se multiplicaban y se hacía imposible el poder sobrepasarlo, lo que me dejaba con pocas opciones de esquivar.

--Nunca podrías entenderlo porque eres un demonio de la familia Kibutsuji y siempre has pensado en todos los demás como seres inferiores, pero la realidad no es así. Todos los seres humanos pueden volverse fuertes si se intenta, no es cuestión de lograrlo sino esforzarse con el fin de superar tus límites, y eso me lo ha demostrado en cantidad de ocasiones tanto Kamado como Kanao, incluso mi anterior tsuguko Hayato. ¡No juzgues a quien de verdad te puede demostrar lo contrario!--Le aclaraba de manera firme saltando y en el aire giré como una rueda formando una voltereta giratoria en llamas que atravesaba las ráfagas de oscuridad para dirigirme a su cuerpo, pero lo que no esperé fue un rayo luminoso que perforó mi hombro izquierdo hasta que caí repentinamente al suelo.

--Mira Kocho, no he venido a escuchar tus quejas. Por mi parte yo nunca he querido ni voy a querer entender la cultura humana, ni tampoco el motivo de lo que les impulsa a luchar, son todos patéticos. En primer lugar todos los de la raza humana tienen debilidades, envejecen, mueren, y yo no soporto eso, me da asco, y en segundo soy un hombre que ama sobre todo la aniquilación de todos, por mí que no sobreviva ni un humano, podemos sobrevivir sin ellos. Recuerda que al contrario que Muzan, yo no requiero de los humanos para ser más fuerte, tenemos otros métodos que nos hacen invencibles, y en eso te lo voy a demostrar pequeña cazadora de demonios. Luna Negra: Golpe de Caos.--Recalcó mi oponente aprovechando mi reciente debilidad de cansancio para impactar mediante un puño una garra oscura que me hizo vomitar sangre, en el que sentí como si una parte de mi cuerpo se hubiera roto a pesar de no haber retrocedido, lo que me daba a pensar si al potenciar su poder podía con cualquier golpe o técnica realizar una herida mortal o un daño vital. Por tanto usé mi regeneración solar para curar mis heridas, pero mi cuerpo me temblaba al no poder creer lo fuerte que se había vuelto.

--«Ah... ah... no puedo hacer nada contra él, pensaba que sería temporal pero no creo conseguir ninguna abertura, debe de haber una forma para dañarlo, aunque sea un poco. Si lograse acercarme...»--No llegaba a terminar de pensar puesto que una arremetida de tentáculos volvió a circular contra mí, con lo que activé de nuevo el Mundo Oculto usando mi respiración solar para impulsarme directa soltando tajos unidireccionales y precisos con el fin de cortarlos, así las flamas se encargaban de consumir cada látigo de carne. Gracias a ello finalmente encontré un hueco y giré continuamente en vueltas de 360 grados para así ejecutar un corte semicircular para matarlo de una vez, o eso esperaba ya que nada pasó en su cabeza.

--Planeabas cortarme la cabeza, ¿no es así? Me temo que eso no será posible, antes con la Gozen no podía ser cortado gracias a mi superación en la decapitación. No obstante soy consciente de la habilidad letal que tiene Kusanagi sobre la durabilidad, así que por mis propios medios me encargué de volver a superar esa capacidad en contraste a la debilidad de los dioses, soy inmune a toda debilidad divina. Lástima por ti Kaede, no hay ningún medio que sirva para matarme, soy invencible y de ninguna manera puedo morir.--Reía mi enemigo sonriente y de una manera desquiciada, para así levantar sus tijeras y en un movimiento veloz rasguñar en un tajo diagonal mi cuerpo cayendo la sangre a través de mi cuerpo, lo que me puso de rodillas con la imposibilidad de moverme. Rayden estaba fuera de mis posibilidades, tal y como decía poseía un poder más allá de mis límites, ni con la más mínima estrategia podía ganar, solamente Mizuki podía encargarse de él.

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