Capítulo 45: Aliada o Enemiga

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Nozomi se había recuperado y se disponía a atacar, en ese momento Kanao se preparaba para atacar, era crucial su ayuda, pero me pregunto si esa postura tenía cierto límite. Sin embargo, al observar a la semidemonio se me había ocurrido algo, ¿y si pruebo a convencerla yo misma? Es decir, mi tía es demasiado poderosa y ni la Kusanagi podría matarla, por tanto el diálogo era uno de los métodos fundamentales en los que podríamos aprovechar para llegar a un acuerdo con ella, no siempre se podía admitir la redención pero asegurar nuestra supervivencia es la única opción que tenemos, es mejor una paz y una aliada invencible a tener una enemiga que nos mate, si Izanami pudo ser buena, su hija debe ser igual que ella en cierto sentido y con argumentos lógicos. 

--Muy bien, es hora de terminar con esto, la batalla se ha alargado mucho y no quiero más estorbos. Lo siento, pero tengo otros enemigos a los que juzgar, espero que os sintáis bien en el Yomi.--Admitió la semidemonio apuntando con su mano y a punto de liberar los tentáculos característicos, o quizás alguna técnica divina que desconocemos, en resumen la hora de actuar había llegado y cambiar la situación a nuestra conveniencia. 

--¡Espera Nozomi!--Exclamé al instante en el que todas me miraron, incluso la semidiosa alzó una ceja curiosa y dejó de estirar su mano. Con eso había ganado su atención y se mantenía más calmada, parece que iba a escuchar mi petición antes de darnos el juicio final, por lo que mi plan se ponía en marcha. 

--¿Qué es lo que quieres? Voy a darte una muerte prematura, no fastidies este momento que la heroína va a salvar el mundo de vuestras manos malvadas, los dioses esperan darme un buen banquete por esto.--Me preguntaba con un rostro bastante molesto y de manera dramática, pero su afirmación me había llegado a asegurar que ella estaba del lado equivocado, básicamente los dioses del Panteón Sintoísta la están utilizando y ni siquiera sabe cuáles son los verdaderos villanos. 

--En primer lugar, ¿por qué crees que te he detenido? Vas a cometer una locura, tratas de asesinar a tres personas que son tu familia y luchan por el bien, en resumen actos crueles. ¿A qué se debe tu iniciativa por matarnos?--Cuestioné alzando mi ceja y cruzada de brazos, con eso la había dejado pensativa unos minutos, en verdad no sabía ni por qué lo hacía, o más bien no quería saberlo. Su principal plan en realidad era matarnos, pero no lo hacía por una orden de Izanagi, sino que ella misma se había enterado de mi existencia y por su odio a su madre quería asesinarme, está en el lado equivocado y es solamente una chica inocente que desea hacer justicia en el mundo mortal y divino. 

--¡Eso no te incumbe! Izanagi me ha dicho que sois la molestia y que has matado a uno de sus hijos, y además que ayudaste a Izanami a salir del Yomi. ¿Crees que eso es bueno? Ella es un demonio, un maldito demonio, me hizo pasar el más cruel destino de todos, sus torturas y castigos viven en mí, y al saber que en verdad ella era la enemiga me decepciona. ¡Por eso la mataré con mis propias manos, pero a ti también por liberarla, y por matar a uno de mi familia, aunque seas mi sobrina no tienes derecho!--Todas sus respuestas estaban llenas de odio y amargura, pero como sospechaba había un rencor demasiado grande contra mi abuela, también por su creencia que el dios supremo era el bueno y su madre la mala. En sí quizás no pueda ayudarla a que perdone a su madre, pero sí podría hacerla entender de quien es el verdadero villano. 

--No sabes la verdad Nozomi. En realidad no es así, no culpo que odies a tu madre por el trato que sufriste, ni siquiera sé que tortura te hizo, pero eso es porque no estaba purificada. Verás, Izanami cuando murió comió de la comida del camino de la muerte, por eso ella quedó corrupta convirtiéndose en un demonio, e Izanagi cuando fue a rescatarla la vio en un estado deplorable y escapó, encerrándola en el Inframundo. Quizás ella sea una diosa muerta, pero su estatus como la nueva diosa de la muerte le hace poder estar aquí, en el reino de los vivos, pero es el ser más puro que conozco, jamás hubiera deseado algún mal para ti. Por nuestra parte no somos malos, y si fuera así dime, ¿has visto a través del Paraíso que hayamos cometido un crimen solamente por salvar el mundo de los demonios? Nuestras intenciones eran justas, jamás malvadas.--Le explicaba con un tono neutro y serio, a pesar de todo era obvio mis deseos, jamás habría hecho mal a alguien sólo porque sí, pero siempre lo haría de nuevo con tal de proteger a los seres que más quiero. 

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