El dios se mantenía fijo en mi mirada de una forma fiera y abriendo las fauces, en el cual energía se estuvo acumulando en su boca para dispararla en forma de rayo acuático, pero lo más curioso era su increíble velocidad que ni me dio tiempo a reaccionar, por lo que tuve que tirarme a un lado mientras dicha zona era arrasada hasta no quedar ni los árboles, si lo hubiera jurado poseía las míticas habilidades de los dragones como el lanzar fuego por su boca y otras técnicas variadas, pero exactamente la destrucción es su fortaleza.
--Tienes muy buena velocidad mortal, pero la diosa pura no puede tener hijos, menos a una traidora que sacó a una demonio del Yomi. ¡Tu destino es la muerte!--Declaraba el dragón levantando su garra y en un intento por dañarme creó un inmenso brazo acuático al lugar donde me encontraba, entonces tuve que saltar y en una voltereta solté un radio de cuchillas solares directos al pecho del ser divino y logrando esquivar a tiempo el ataque entrante, asunto que me dio alivio, pero tampoco sirvió de nada intentar herir al ser mítico puesto que nada había pasado en su cuerpo. Sin embargo, había logrado deducir una cosa: los ataques eran rápidos, pero el momento que necesitaba cargar el ataque era lento, podría aprovechar para detenerlo y encontrar una forma de dañarlo severamente.
--¡No entiendo nada de lo que dices! ¡Debes explicarme si quieres que logre entender tu punto dios enorme!--Exclamaba molesta por tal arrogancia que tenía el dios, obviamente era orgulloso pero trataba a los mortales como sus siervos, ahora me había quedado claro que luchar contra él sería necesario. Por tanto, mis ojos se volvieron dorados al punto que el filo de mi espada se volvía también de un color rojo anaranjado, de manera que me impulsé para llegar de un potente salto a él mientras se encontraba reuniendo energía, así lancé seis tajos descendentes y cuatro cortes horizontales generando una jaula de devastadores cuchillas que atravesaron cada una de las partes del pecho del dragón, con eso la sangre empezó a brotar y como última forma la temperatura del ambiente se empezó a calentar para que dicho disparo finalmente se derritiese, como pensaba el sol sería un gran aliado en mi batalla, por lo cual aterricé sin más en el suelo.
--¡Me cortó! Acaso eso es… maldita cazadora, con razón eres increíblemente fuerte, pero te falta bastante para poder ganarme en batalla niña insolente. Te enfrentas a un dios, un ser de la creación más grande por los seres celestiales para controlar lo que abunda en el universo mismo, no espero que comprendas eso pero te diré algo interesante ya que estamos.--Reía maliciosamente mientras su herida se regeneraba casi al instante, por tanto me puse en guardia. Respirando levemente me disponía a atacar, más sin darme cuenta la espada ya no estaba en mi mano.
--M… mi espada….--Una expresión tensa se notó en mi pesar, por tanto al mirar al frente el dragón sostenía a Kusanagi en sus garras, había sido tan rápido que ni siquiera lo había visto, pero era normal si hablamos que soy la semidiosa más débil, tan sólo habíamos empezado y mi rival ya lo había dominado con sólo unos segundos.
--Calla y escucha, no es de buenas no prestar atención si un dios te habla. Hace mucho tiempo, incluso en los mitos de la creación, se habló de la existencia de crear seres diferentes a los humanos cuando ya fueron creados, claro muchos nos negábamos a esa petición porque sería imposible suponer que sería un peligro para nosotros los dioses. Aún así se crearon los semidioses, hombres y mujeres parecidos a los humanos, pero tenían la fuerza y habilidades que poseía cualquier dios. Como orden Izanagi en un principio había decidido exterminarlos, pero viendo que no serían un peligro podrían convivir en el mundo humano y en algún momento ser entrenados por algún dios para ser lo que llaman el campeón, el emisario y representante de su padre o madre. Lo que no esperábamos es que eran tan débiles, pero podíamos usarlos a nuestro antojo y si teníamos disputas ellos lo solucionarían entre nosotros sin romper el tratado, es gracioso. Sin embargo, los semidioses también tenían un período de vida muy largo, puede variar pero duran bastantes siglos, pero nadie esperaba que la diosa pura conocida como Amaterasu pecara dos veces, y tú has cambiado el destino del mundo demasiadas veces, eres como un pez gordo que siempre se nos escapa, a decir verdad nos da igual lo que pase con los humanos, pero tu mera existencia es indudable que sea erradicada de una vez. Hanami y tú, las dos nos habéis cometido muchos dolores de cabeza, seréis eliminadas.--Explicó el dios mientras el agua se moldeaba para dar a luz a grandes disparos acuáticos del propio lago y listos para terminar. Como reflejo debía evitarlos, pero al no saber donde escapar activé el Mundo Oculto para tratar de evitarlos, no obstante un fenómeno pasó por mi vista diferente.
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La Mariposa Cósmica
FanfictionFinalmente Muzan, aquel que creíamos que murió una vez, ha sido desintegrado por el sol y la paz y la armonia ha vuelto en todo el mundo con los cazadores de demonios disueltos. Sin embargo, en un viaje a la finca mariposa soy atacada y viejos recue...