La Mariposa Cósmica

Capítulo 67: Shira vs Kyoko 4ª Parte

Pov 3ª Persona

Las dos oponentes estaban alejadas una de la otra, pero se veían las caras con un rostro bastante más serio de lo natural. Ambas estaban dispuestas a atacarse mutuamente mientras el escenario esperaba que Shira ganase, una fuerte tensión estaba acumulada en el ambiente y no se sabía a ciencia cierta si la victoria se la llevaría la semidiosa de la luna gracias al Eclipse, o la semidiosa del matrimonio con apenas todo su poder liberado. 

--Recibirás el castigo divino.--Declaró la pelivioleta soltando cortes a cada lado del que salían cuchillas lunares de media luna con un color más oscuro que el normal y de un tamaño gigantesco, pero para su sorpresa fue interceptado por un bloqueo de la propia espada de su enemiga, que a base de fuerza bruta y envuelta en una llamarada rosada destruyó aquel ataque con gran habilidad. 

--No lo recibiré mientras quede viva, por ahora mi misión es acabar contigo. Soy la principal causante de que te haya dejado llegar a este punto, pero incluso si puedes utilizar un poder mayor al mío, no te hace invencible y te lo voy a demostrar.--Decía la cazadora divina con dureza para lanzarse contra su oponente y desencadenar una serie repetida de cortes horizontales y curvilineales que se cruzaban entre sí, que gracias a la afinidad de su poder divino una mezcla de sesgadas y llamaradas rosadas iban en contra de su oponente. No obstante todo movimiento era contrarrestado con la velocidad de la cuchilla de Kyoko, quien la movía de manera circular formando así escudos de cuchillas lunares y evadiendo todo tajo que hacía, pero eso no la paró y siguió con el combate con mucha más fluidez. 

--¿Por qué intentas luchar? No lo entiendo, eres rara semidiosa del matrimonio, pero ya me he cansado de intentar hacerte entender que sólo quiero a mi prima, ¡vas a morir!--Sentenció la ojiazul oscura con un tono grave entre una mezcla de terror y frialdad, casi como si hubiera hablado en un monstruo. A la vez que estaba frenando los ataques, dio un pisotón que desencadenó un extraño ambiente en el cielo, lo que dio paso a una distorsión oscureciendo todo el cielo como si fuera el vacío, así asustando a los presentes. Sin embargo, su contraria recibió una potente estocada en forma de flecha oscura directo a su pecho, lo que así la hizo escupir sangre, y eso contentó a la oscura ser divino, todo iba de acuerdo a su plan y aunque no se viera la luna, el Eclipse estaba activo y pronto sucumbiría al sol y a todos los astros brillantes, ahora nada podría detenerla. 

--¿Qué es esto? Es… demasiado impresionante, mi prima no es la chica que conocí en el pasado, da miedo y tiene habilidades divinas inmensas, con razón hablaba de que nada podría detenerla y que el sol debería ser apagado en un futuro. Yo… no me lo creo…--Hablaba Kaede incrédula debido a la distorsión del cielo, fuertes ráfagas de aire movían su cabello y levemente notaba la tierra empezar a agrietarse de manera lenta, perfectamente ella sabía que activó su prima la destrucción para explotar el planeta, ni siquiera comprendía lo que rondaba en la cabeza a su familiar. Apretaba sus puños con dolor, ojalá nunca hubiera permitido el ir a aquellas aguas termales, así no estaría sucediendo nada de aquello. 

--Aún no… me rindo… es demasiado pronto para caer, siempre se puede intentar algo. Por eso… ¡te venceré por más difícil que sea este encuentro!--Admitía la cazadora divina dando un salto para retroceder y quedar a mejor distancia, por lo que así salió disparada envuelta en una llamarada y poniendo su espada de manera frontal para lanzar estocadas en diversos lugares y direcciones, parecía que una sombra aparecía y desaparecía en el plano del combate, pero ningún ataque llegaba a ser certero y era bloqueado sin ningún esfuerzo de Kyoko, tan sólo eran frenados o desviados por la cuchilla en movimientos circulares simulando una hélice, ya nada servía para hacer algo en defensa del grupo. 

--Que persistente, eso me gusta de los guerreros a los que me enfrentan. Te recordaré, te daré una muerte digna y tu honor será sentido en mi odiado corazón, je. Pero como sabrás después mataré a mi prima, pero dejaré a tus amigos ilesos, aunque me ataquen, será como un buen premio a tu intento inútil de hacerme daño.--Recalcó Kyoko mientras el filo de la cuchilla se volvía oscuro como una especie de resplandor, por lo que manteniendo su hélice continua puesta un vórtice de sierras de media luna fueron dirigidas, pero teniendo al mismo tiempo rayos negros en ellas, lo que dejaban ver su inmenso poder destructivo. No se sabía cuántas había esparcido, pero si había bastantes y con un tamaño colosal, pero para hacerlo más interesante sopló una ligera brisa que se deslizó como una masa de veneno hacia su contrincante.