La Mariposa Cósmica

Capítulo 60: La Determinación de Aoi

Desde que hice el amor con aquel pilar, o prácticamente perdí la virginidad había pasado dos semanas, aunque me avergonzaba de lo que hice y me prometí a mí misma jamás volver a hacerlo por más sensación grandiosa que era, era muy sucio. Deméter había pensado en entrenarme pero me dejó descansar ya que debía acumular misiones, así que bestia tras bestia fui aumentando mi experiencia de combate junto al grupo. También pasé tiempo junto a mis hermanas y con las niñas para recuperar el tiempo perdido, incluso con Yamata hablaba rara vez pero quedamos en buenos términos, aunque creo me odiaba a pesar de que sus intenciones eran el tener sangre, cosa que no fue así. 

--¿Te gustan los onagiris Kaede?--Me preguntaba Nozomi mientras se sentaba a mi lado a la vez que comía mi comida favorita y de la que no podía evitar disfrutar: los onagiris hechos por Aoi Kanzaki, la tsuguko de Hanae y a la vez mi cocinera personal. 

--La verdad sí, los adoro. La comida de Aoi es demasiado deliciosa, no puedo evitar comer estos manjares que me prepara, son demasiado lindos.--Admití en voz alta haciendo que la propia ayudante que estaba tendiendo la ropa se sonrojase y oyéndose levemente las risitas de Nozomi, creo que lo dicho por mí le había avergonzado. 

--Aoi es así, ella jamás admitirá que todo lo que prepara es delicioso. De entre todas las que viven en la mansión, nuestra pequeña mariposa de cristal es la que más se defiende para preparar todo, me siento muy orgullosa de mi aprendiz.--Recalcaba Hanae que había salido al jardín y se había sentado junto a mí, por lo que se ruborizó aún más la menor mientras que una sonrisa se formó en los labios de la cazadora del invierno, lo raro es que ella ni siquiera estaba en la reunión de hace semanas, ¿será que ella no fue elegida como una? 

--¡Dejad de decir eso!--Gritaba avergonzada Aoi mientras estiraba la ropa y la colocaba en el tendedero con sus mejillas roja de la vergüenza, logrando así que en las tres hubiera una pequeña risa sonora e inocente, pero no de burla, sino de la pequeña mariposa que no podía admitir lo buena que era, y en algún momento quizás sería buena en batalla. Según palabras de Shinobu ella fue un demonio ya hace tiempo bajo las órdenes de Muzan, pero con habilidades muy poderosas y tenaces, así que no era difícil comprobar si como cazadora sería talentosa. 

--Claro claro, entiendo, dejaremos de hablar de ti, lo prometo. Será mejor que vaya a seguir entrenando, por cierto os mandan una carta.--Avisó Nozomi antes de irse fuera de la mansión en un rayo oscuro, realmente ella tenía todas las capacidades para ser una pilar, lástima que no tomó el examen para ser una cazadora divina, de ser así habría conseguido el mayor puesto, incluso superior al de Rengoku ya que no tenía ninguna debilidad. 

--Por cierto Kaede-Sama, Hanae-Sama, esta mañana han enviado una carta, creo que deberían leerla, pero el remitente es desconocido, no sé por qué será, aunque exclusivamente es para usted.--Avisó la tsuguko de Hanae con algo de seriedad, asunto que dejó a mi hermana con la cara pensativa. Así ella entró dentro de la finca y salió con un escrito en papel, el cual me entregó en mi mano para así poder verlo con más tranquilidad. 

--¿Qué?--Comenzaba a leer con plenitud y algo confundida, lo que decía la carta era que me invitaban a unas aguas termales, con eso incitaba en el que podía traer acompañantes, todo el que quisiese, incluso ponía la dirección y extrañamente se trataba cerca de la finca mariposa, justo en mi antiguo o verdadero hogar que a futuro volveré, mientras tanto como había mencionado Aoi el remitente me conocía, pero lo ponía como desconocido, y eso no me gustaba para nada, era demasiado sospechoso como para aceptar, ¿pero y si se aprovechaba la oportunidad? 

--¿Qué ocurre? ¿Qué pone en esa carta?--Me preguntó la cazadora del invierno con preocupación y un rostro levemente afligido, por lo que volví mi mirada hacia la de ella y un pequeño toque de tristeza se vio en mi ser. Desde que había cambiado la frialdad y la dureza se volvió simpatía y más timidez, por lo que también se notaba más nostalgia y tristeza cuando estaba preocupada. 

--Me invitan a las aguas termales, pero no sé, esto parece una trampa, no tiene remitente. Ara ara, pero me gusta la idea de asistir a unas aguas termales, no podría evitar resistir la oferta de ir.--Le dije a mi hermana con total honestidad mostrando una sonrisa en el rostro mientras mis mejillas estaban sonrosadas, la tentación era grande y aunque pareciera todo un plan de los dioses quizás, hace mucho no iba a unas aguas termales, al menos desde antes que sucediera todo lo relacionado con Kanae y Douma, un capricho que de verdad me gustaba. 

--No cambias, Kanae me dijo lo que te gustaban las aguas termales, pero es peligroso ir sola, la otra vez casi te mueres contra una emboscada de dioses y una semidiosa, no es recomendable que tú vayas sin ir acompañada. Aoi y yo iremos contigo, también llamaré a los de tu equipo e iremos todos juntos, incluso le avisaré a Kanao, sería mejor que disfrutemos todos juntos y si los dioses tienen pensado un plan de ataque, estaremos preparados. ¿No es una mejor estrategia?--Preguntó mi hermana mayor con una sonrisa que alertó a Aoi, la cual entrecerraba los ojos un poco confusa de lo que ocurría. 

--Yo…¿voy a ir con vosotras? Siento molestar por mi imprudencia, pero no creo que sea necesario, lo único que haría sería estorbar.--Admitió la pelinegra bajando su cabeza en señal de que ella no quería ir, no porque fuera difícil o fácil, sino que tenía miedo. Aoi fue adoptada en la finca mariposa por eso mismo, se unió a los cazadores de demonios y debido a su temor y cobardía decidió trabajar como ayudante, y en cierta parte la entendía, pero ahora que fue conseguida como una tsuguko, ella tenía motivos para ir a las misiones y no ser sólo una chica que tendía la ropa o hacía las labores de la mansión, era ser una guerrera. 

--Aoi, no. Tú no debes de tener miedo, voy a estar contigo y te protegeré en todo momento, ya es momento de que salgas de tu cáscara y abandonar ese miedo que te impulsa tanto. Eres una cazadora divina, lo has pasado y con tu valentía, del cual no es fácil pasar, por eso me enorgullece decirte que vendrás, con tu respiración de cristal puedes hacer lo que sea, entre las cuatro vamos a ayudarnos para superar todas las metas. ¿Entendido?--Replicó la cazadora del invierno dejando mucho en qué pensar a su tsuguko, sobre todo que hasta una mirada aterradora se vio en mi hermana que la aterrorizó por completo. 

--Esto… está bien, como diga Hanae-Sama, cumpliré todo lo que me diga e iré con ustedes. No creo que sirva de mucho, pero si confía en mí entonces iré, espero no ser un estorbo Kaede-sama.--Hizo una reverencia en señal de disculpa, por lo que me sentí un poco avergonzada, ella no tenía que hacer eso cuando era de la familia. Aún así ella misma bien lo sabía, creo que la mirada dura de Hanae le había dado miedo y solo me limité a dirigirle una sonrisa amable y sincera, así para hacerla entrar en seguridad. 

--No lo harás Aoi, eres de nuestra familia, ya deberías saberlo. Tú eres fuerte, y si te esfuerzas puedes conseguir todo lo que te propongas, yo apenas era una chica inocente pero tenía valor solo con el motivo de proteger a los humanos, solo debes tener fe en ti misma y mostrar seguridad, ya verás los resultados.--Le aseguré mostrando una sonrisa en el rostro, motivo que la alentó a dirigir una sonrisa con algunas lágrimas que caían a través de sus ojos, pero no se trataban de tristeza, sino de felicidad al ver que la estábamos tomando en cuenta y no como una simple ayudante. 

--Kaede tiene razón Aoi, no tienes que tener miedo, estaremos junto a ti si nos necesitas. Has entrenado muy duro para este momento, y aunque te falta práctica debes empezar a ir a misiones para subir de rango, y yo te llevaré conmigo. Entonces… ¿vienes?--Preguntó Hanae alentando a la menor dando su mano, lo cual correspondió y enseguida se había entendido lo fuerte que iba a ser Aoi en un futuro, quizás hasta el mismo nivel que la propia Kanao, o superior.