La Mariposa Cósmica

Capítulo 192: La hija de Shinobu vs los pilares más poderosos 2ª parte

Pov 3ª Persona

Aunque Rengoku y Mizuki eran fuertes los dos juntos, Kimu demostró estar en un paso superior a ambos pilares, la cual se defendía de ambos guerreros con una habilidad y un estilo de batalla digno de temer, bastante superior al de muchos semidioses. A pesar que el cazador de la flama era considerado el más fuerte por ser reencarnación de un dios, la hija de Shinobu era diferente, quizás al ser una Kocho la sangre de los Tsugikuni más la de Amaterasu le daba una fuerza total, y el entrenar con Izanami demostraba su verdadero poder en esos momentos.

–Vuestro poder combinado no es para tanto, ¿estáis seguros de que habéis entrenado todo este tiempo para derrotarme? Los pilares son muy confiados, ellos creen que son los cazadores menores los que deben fortalecerse, y al final se trata de los más poderosos los que deben mejorar, me decepciona un poco. Rengoku Kyojuro, la reencarnación del hijo de Izanagi, recreado como uno de los más fuertes de la existencia, y es tu confianza en los demás que te hace creer que no necesitas mejorar más; Mizuki, tan única y a la vez tan patética por tu borrado existencial, talentosa pero desperdicias tu talento, es una pena.--Añadía la pelinegra dando mención a las fortalezas y debilidades de cada uno, no atacaba pero a la vez tampoco dejaba de observarlos, y ellos miraban con irritación a la villana a sabiendas de que ni mentía.

–Posiblemente digas la verdad, pero ni eso te servirá para definir la gran brecha que hay, una sola oportunidad es más que suficiente para ejecutar tu muerte, ¡toma esto!--Comentaba emotivo el pilar de la flama saliendo impulsando en una acometida furiosa sin importarle nada más, hasta que Kimu cerró los ojos en un sentido prepotente que confundió al Rengoku. Sin embargo no cedía ante la sonrisa de su oponente, y una vez dirigía su espada para realizar un tajo horizontal de pronto traspasó su cuerpo como si se tratara de una ilusión, para el desconcierto de Kyojuro.

–¿Qué? ¿No le dio?--Preguntó la pelirrubia sin comprender lo sucedido, en el que había notado un miasma de destellos oscuros cuando se supone que atravesó su aliado a la enemiga, pero en su lugar no ocurrió nada, seguía intacta. La semidiosa empezaba a sospechar sobre el truco, aunque pronto sus dudas se verían respondidas.

–¿Es tan extraño? Los alientos tienen diversas características que dan a un poseedor diversas habilidades, en mi caso es una de esas cosas: sombra. Salvo que no sea un ataque que sobrepase mi capacidad es prácticamente imposible impactar un ataque en mí, en otras palabras soy como un fantasma, soy visible ante vosotros pero vuestras posturas no me dañarán, ni siquiera el borrado existencial.--Agregaba la pelinegra en un simple tono neutro, fue cierta la diferencia en la que ella iba a ser la más poderosa de los semidioses aún sin haber nacido de forma natural, y a una velocidad indescriptible un gran corte fue efectuado en el pecho del pilar de la flama, tan rápido que ni los ojos de ambos guerreros pudieron percibirla.

–《No, dice poseer la afinidad de las sombras, pero debe de existir un límite, justo antes de hacerlo debe tomar tiempo seguramente, ¿o qué debilidad tendrá ese ilusionismo? La forma de traspasar su defensa es averiguarlo, lo mejor será ir avanzando con ataques más rápidos y eficientes.》--Terminando de analizar a su adversaria, Rengoku volvió a incorporarse y salir disparado en dirección hacia ella, en la que activaba su postura "Mar de Fuego", donde realizaba una sucesión interminable de cortes sin dirección alguna, todos iban hacia la pelinegra con el fin de romper aquella brujería, no obstante cada uno de los ataques propinados la traspasaron como un fantasma, ninguno lograba dañarla en lo más mínimo, además que ella no se movía riéndose levemente.

–Su truco no funcionará por siempre, cuando menos te lo esperas existe una manera de romper las fortalezas de la fuerza enemiga. Aliento de la Destrucción segunda postura: Chispazo de Ondas Explosivas.--Una vez activada la técnica de la pelirrubia, comenzó a salir disparada en un movimiento de relámpagos conectando dos estoque veloces en un sentido rítmico simulando trazos delineantes, que al ser impactados liberaban gigantescas explosiones efímeras, pero ni eso fue suficiente para dañar a su adversaria, prácticamente fue traspasada como una ilusión, a pesar del daño que recibió el terreno por los cráteres ocasionados.