Capítulo 34: Batalla Frenética

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Con la doctrina divina desbloqueada, nuestro contrario atacó a gran velocidad en el que las tres a tiempo detuvimos su movimiento a tiempo, más se movió a nuestra espalda y ejecutó un corte horizontal que rasgó la piel de Himeko casi sin despeinarse, por tanto me volteé chocando armas contra el peliblanco soltando una lluvia de continuas estocadas con el único propósito de cortar su defensa acompañada de Hanae que se había sumado y realizaba diferentes tajos suaves pero tenaces, y al igual la rubia disparaba rayos de un color rosado para mejorar nuestro rango, pero para la mala fortuna el albino se deshacía de todo evadiendo o frenando y contraatacando, de cierta manera era demasiado veloz incluso para tres cazadoras divinas. 

--¡Es demasiado rápido, me cuesta seguir sus movimientos, si seguimos así vamos a perder! Estilo Divino: Corazón Marchito de una Noche Apasionada.--Añadió la pelirrubia bastante molesto y apuntando con el bastón a su objetivo había lanzado tres cañones en dirección hacia Sanemi, con eso suponía que alguno de ellos debería dar, después de todo hablábamos de una de las semidiosas más fuertes de toda la historia. 

--Patético, os mostraré lo que es una doctrina divina, no se compara a lo que vosotros llamáis el poder absoluto. Técnica Divina: Torbellino de Polvo.--Terminó de decir nuestro rival para impulsarse a gran velocidad y envolvernos en un torbellino de cortes que simulaban un tornado, lo peor era que estaba arrasando con todo lo que veía a su alrededor y no sería para nada fácil el destruir su ataque, más con la nueva habilidad de Shinazugawa. 

--No temáis, siempre hay que tener un rayo de esperanza para todo, si no nos esforzamos al final perderemos, por eso debemos dar el todo por el todo. Estilo Divino: Cúpula Congelada.--Nos aseguraba la pelinegra mientras se ponía al frente y movía su espada de diversas maneras sin tener un rumbo fijo, entonces cuando llegó el torbellino un gran bloque nevado nos cubrió de manera que había sido rechazado el propio ataque de Sanemi. A mi parecer al ver su movimiento había notado un brillo blanco como el propio hielo, entonces su función debería estar relacionado con el invierno, quizás controlar su elemento y de la misma manera otorgar más fuerza a la usuaria, era lo único que se me ocurría. 

--¿Ah? Debe de ser la espada divina Kori no Asahin, te la debe de haber entregado tu dios o diosa, pero no esperaba que aún la conservaran. Para que me entiendas Kaede, su función es la de convertir todo elemento de fuego en hielo, también está el de adaptar su capacidad de lucha a la de su oponente o también dicho Progress, por último permite usar el hielo ignorando si es resistente o no a dicho atributo, le afectará de una determinada manera, es bastante útil esa espada, pero hay mejores como sabrás, creo es momento de usar la mía. Estilo Divino: Pasión de Amor.--Me explicó para salir disparada contra el mencionado a una enorme velocidad, pero de igual manera el peliblanco salió contra ella lanzando ráfagas de aire por medio de su espada y con la intención de detener a la rubia. Por suerte mi aliada había saltado y quedar encima del peliblanco para dirigir de forma descendente y horizontal corazones dispersos punzantes por todo el terreno en el que se encontraba el albino, así había sido herido al final. 

--¿Pero cómo? ¿Qué hizo?--Quedaba asombrada de cómo ambas ahora habían decidido unirse y mirándose de forma retadora entrecruzaron sus armas y liberando varios carámbanos rodeados de corazones que a su vez el albino trataba de evadir, pero cuantos más movimientos continuos y paralelos hacían, más se le hacía difícil al pilar esquivar. Así había llegado a un punto que recibió de lleno el ataque combinado entre las dos, por tanto la sangre empezó a chorrear de su barbilla y bastante molesto por el resultado de las dos cazadoras portentosas.

--Jeje, estas dos mocosas han logrado herirme… interesante, esta pelea es de lo mejor, quiero más, mucho más. Técnica Divina: Montaña de Viento.--Mencionó sonriente y liberando a través de su espada ocho ráfagas mediante cortes aleatorios que venían hacia las tres con gran velocidad, había que admitir que el poder que tenía era bastante grande y no parecía que íbamos a salir del todo ilesas de aquel gran ataque. 

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