Capítulo 49: Kaede y Rengoku

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Desde el primer día habían pasado cuatro semanas, en el cual seguía entrenando sin descanso contra Sarah y Dave. Al contrario que ella, su hermano es tal y como dijo, un verdadero bestia: no mostraba piedad a la hora de realizar los movimientos y mi cuerpo se sentía entumecido cada vez que realizaba los ejercicios con él, por otro lado la castaña tampoco se detenía en hacerme sufrir y derrotarme cada vez con mayor facilidad, lo bueno es que me iba acostumbrando y en casa descifraba algunas estrategias para usar contra ellos, aunque siempre se coordinaban de determinada manera entre unas capacidades más fuertes y otras más débiles, una verdadera tortura y casi sin resultados, y a pesar que Hanae me ayudaba a controlar mi mente por medio de meditaciones no servía, me agotaba demasiado. 

--Control, control, debes de sentir el aire, la calma, no debes de pensar en otra cosa.--Respiraba hondo en el tejado de la mansión y me concentraba en intentar mantener mi mente bajo control, no sentir impulsos o reacciones de sorpresa, eso era tener autocontrol. Gracias a esos estímulos después de largas semanas al estar sola tenía un poco más de conciencia de todos mis pensamientos y no dejar que salieran a flote, pero aún me faltaba demasiado y el cuerpo físico tampoco ayudaba, ¿qué era esa conexión a lo que se referían? 

--Kocho, ¿Kocho?--De pronto sentí mi cuerpo caer y mi concentración desapareció hasta ver a Rengoku cerca mía, sus ojos demostraban la emoción y el espíritu, pero por encima de todo mostraban la pasión en todo momento. Desde que descubrí que era la reencarnación de Kagutsuchi había vuelto su jovial personalidad y se volvió parte del cuerpo de cazadores hasta subir al rango más alto con el historial de bestias divinas asesinadas más altas, y seguramente el pilar con más fuerza de todos los que había. 

--¿Rengoku? ¿Qué hacías aquí?--Pregunté un poco nerviosa y algo tímida al notar que se encontraba el pilar de la llama bastante cerca a mí. No balbuceaba, pero tampoco mostraba signo de parecer irse, tenía algo que decirme, eso era seguro. Aún así bajé la cabeza decaída, no me encontraba con muchas ganas de seguir teniendo en cuenta todo mi fracaso como guerrera, incluso Shinobu se había sentido decepcionada al ver que no mejoraba en lo absoluto siendo una descendiente del guerrero legendario e hija de Amaterasu, casi se pareció a aquella mirada pura de odio que me dirigió cuando se dio la supuesta muerte de Kanae. 

--Me he enterado de todo, ¡pero no estés triste Kocho! Entrenar la mente y el cuerpo junto al oxígeno que acumulas para la respiración no es fácil, pero es un paso aventajado para convertirse en un futuro guerrero de los más altos. Mi joven soldada, no temas si no puedes conseguirlo, ¿por qué no pruebas a usar el espíritu?--Preguntó el pilar de la flama con su voz imponente y seguro de sí mismo. Su seguridad era clave en todo momento, no tenía dudas y me había hecho dudar sobre el espíritu, ¿a qué se refería con tener el espíritu? 

--¿Espíritu? No entiendo Rengoku, ¿qué tiene que ver la motivación con la unión de la mente y el cuerpo?--Volví a preguntar cada vez más curiosa observando fijamente sus ojos dorados llenos de alegría y de gran imponencia, hasta su expresión demostraba la Pureza de su corazón y estar a su lado me reconfortaba. Aún si no era mi tío verdadero y era su reencarnación, lo consideraba un hermano mayor para mí. 

--Joven Kocho, tiene mucho que ver. El espíritu es la unión de la mente y el cuerpo en su totalidad, para que entiendas se trata de un tipo de meditación en el que fortaleces todo tu ser interior, pero a la vez mantienes un control de tus emociones y pensamientos, eso agregando la acumulación del oxígeno de la respiración constante. Si todos esos conceptos se unen llegarás a ser imparable, hazme caso.--Me explicó Rengoku con suavidad abriendo así los ojos con impresión: ¡a eso se referían! Entrenaban mi cuerpo, pero siempre pensé en fortalecer mi mente y unirlo mediante el entrenamiento físico, pero lo que hacía es mejorar mis pulmones, debía juntarlo todo de una. 

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