Capítulo 90: El más peligroso

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Pov Shira

Había que admitir que Muzan era poderoso, tenía ataques y habilidades muy buenas para no ser calificado como un dios, quizás lo podría poner como un semidios al nivel medio. No obstante ahora que había decidido adoptar una medida más defensiva sería más difícil el atacarlo, pero lo importante era el intentarlo, si no se hacía nada es normal que no se consigan resultados esperados, en la guerra es así: morir o ganar, pero huir jamás. En el pasado mi padre había sido un general que luchaba en el ejército y por tanto él me llevaba y adoptábamos estrategias y formas de conseguir la victoria, por eso en mi equipo era la líder, era la que conseguía las mejores estrategias y mi liderazgo era clave para matar a las bestias divinas, y en estos casos también lo era.

--Muzan, aún si intentas ganar a base de defensa no te servirá, llegará algún punto en el que tengas que atacar, y entonces llegaré hasta ti para matarte.--Declaré en un tono amable agarrando bien mi arma divina y corriendo en un sprint hacia el demonio soltando cinco cortes horizontales por el camino que liberaron olas en llamas, lamentablemente el monarca se había encargado de bloquearlos limitándose a usar sus tentáculos como un escudo, lo que me dejó sorprendida ya que tapaba todos los huecos de su pecho, y matar los cerebros no sería tampoco muy eficaz, era perforar los corazones.

--Que hábil eres, reconozco tu talento pero no deberías enfrentarte a mí, yo soy mucho más que palabras. Dije que usaría mi carne para protegerme, pero en tu caso usaré otras técnicas de sangre para matarte lentamente, será rápido y sencillo.--Respondía el villano de manera fría y lanzando a través de su boca una niebla congelada, y a juzgar por ello noté como estaba a grados bajo cero, por lo que aguantaba la respiración para no respirar su aire en caso fatal. No obstante eso no había sido todo, pues el enemigo lanzó a través de sus manos una serie de carámbanos que llegó a divisar a la perfección a través de la niebla.

--«Debo dispersar la niebla y cortar esaa vigas, pero no pierdas tiempo Shira. Estoy segura que aprovechará el momento y usará las cuchillas de media luna, si no me equivoco es parte del aliento lunar. Bien, vamos a hacerlo»--Analizaba la estrategia que iba a adoptar para cambiar las tornas a mi favor. Por esa misma razón di un salto para lanzar un corte lineal y recto en llamas y además aéreo que se encargó de eliminar todos los carámbanos en un santiamén. Una vez aterrizaba cerré los ojos para aplicar mayor concentración y dar así un giro que liberó olas de llamas continuas por todo el campo de batalla que dispersó por completo la nube congelada, más había ciertas flamas en el ambiente pero nada de lo que preocuparse, lo que me hizo sonreír a pesar de que me estaba cansando por usar técnicas seguidas sin parar.

--¿Qué? Vaya, no eres tan tonta como parecías, podrías ser más problemática que el propio Yoriichi o la cazadora pelirroja, Kaede Kocho. Me tienes sorprendido, pero al final cuando todos tus esfuerzos sean tirados a la basura no podrás hacer nada.--Comentó el demonio sonriente y lanzando dos ráfagas de oscuridad, en el que atenta me dispuse a recibirlos pero al contacto con mi espada fue lanzada a otro lado como una fuerza gravitacional, y de la misma manera mi pecho había sido llenado de quemaduras extrañamente fuertes, lo que me hizo agacharme por precaución.

--Eso me agrada Kibutsuji, pero no pienses que esto se ha acabado. Es hora...¡de la verdadera batalla!--Exclamaba regenerando todas mis heridas sin ningún problema yendo enseguida a por mi espada y viendo bien a mi oponente cerré los ojos para sentir el fuego divino en mi interior. Una vez dejaba que la flama saliera a la luz, abrí los ojos para notar como el filo se llenaba de una unión de llamas azules y rosadas al mismo tiempo, en el que se generaba una presión que hasta para mí me resultaba incómoda, dando a entender parte del entrenamiento que había realizado con Susano-no-Mikoto.

—Flashback—

Cerrando los ojos dejaba salir el fuego que se encontraba dentro de mi interior. Por consejo tenía que desarrollar este tipo de entrenamiento ya que supuestamente mi poder latente aún no estaba despierto, y como el fuego rosado era parte de mi poder divino, o del matrimonio en sí por su increíble frenesí me encontraba tratando de despertar aquellas llamas tan poderosas.

La Mariposa Cósmica Donde viven las historias. Descúbrelo ahora