La Mariposa Cósmica

Capítulo 61: Aguas Termales. ¿Relajación o Trampa? 1ª Parte

El día siguiente había llegado con claridad, mi equipo fue informado debido a mí y Kanao por Aoi y Hanae, los cuales rápidamente accedieron y que era motivo como una celebración, un descanso que nos podíamos tomar para relajar el cuerpo y la mente, pero de todas maneras llevarían sus armas divinas por las moscas al ser una posible carnada perfecta para los dioses. Henry había sido el que se había negado a ir a las aguas termales, que nos esperaría fuera en el hotel, lo que lo entendimos como buena manera y así un agujero negro creado por Thomas nos llevó cerca de la finca mariposa. 

--Bien vamos, no perdamos más tiempo. Ya quiero sentir esa agua fluir bajo mi cuerpo.--Se quejó Elora con tono molesto, de manera que sonreí ante su expresión infantil. Todos me miraban sonrientes, por lo que nos encaminamos a la dirección en la que ponía el mapa. 

--Mira, es allí Kaede-nee san.--Avisó Kanao antes de darme cuenta que justo enfrente se había construido un enorme hotel para las aguas termales, y había que admitir que parecía un castillo enorme lleno de ladrillos. Como prueba llamamos a la puerta, pero para nuestra sorpresa nadie abría, ni siquiera nos daban la bienvenida y eso que era yo misma la invitada, eso dejó de mal humor a algunos de mis compañeros que estaban esperando. Creía que al menos estaría ocupado y tardaría unos minutos, pero alrededor de veinte minutos pasaron y nadie salió, por lo que un paso adelante se oyó y así noté a Shira que tenía un rostro molesto y algo furioso, aunque es natural si dicen los rumores que Hera no fue una diosa muy paciente que digamos, sino muy vengativa. 

--Mirad, he venido para relajarme y no contestáis a la puta puerta. Si no queréis por las buenas, será por las malas.--Mencionó algo irritada la semidiosa del matrimonio lanzando una patada contra la puerta hasta romperla de un solo pedazo, quedando así todos los semidioses, Aoi y Kanao menos el de la muerte y Hanae algo asustados, yo por mi parte me encontraba neutral ya que había conocido los peligrosos que son cada uno y al final todos son así por naturaleza, es su personalidad, con ira pero amabilidad. 

--Esto… perdón por no recibirlos, he sido muy descortés con vuestra presencia. Por favor pasen, soy el dueño de la tienda y me llamo Hideyoshi, por mi intromisión será gratis. Al fondo están los baños, recordad que no son mixtos.--Aseguraba el señor disculpándose por lo sucedido, muchos de ellos no se encontraban de acuerdo, pero con confianza le dí la mano en señal de amistad. Por curiosidad observaba el lugar y me había quedado incrédula por como por fuera era un gran castillo y que quizás fueran habitaciones debido al tamaño, pero en realidad era más pequeño de lo que aparentaba, indicando solo una mesa, las paredes rosas y al fondo los baños, obviamente cada uno para su género, supongo que habría alguna sala para subir arriba si se quería hospedar. 

--Bien, nos vemos tontos.--Se burló Thomas antes de irse con todos los chicos al baño de chicos, mientras que nosotras nos sonreímos a sí mismas y nos dirigimos al baño de chicas. Al entrar en el vestuario tampoco era tan grande, tenía un par de taquillas con un espacio algo más chico, pero perfecto para cambiarse entre todas. 

--Está algo ajustado, no me gusta cambiarme así. Pero ya que…--Replicó Anne mientras iba a la taquilla y poco a poco se desnudaba por completo, así el resto lo hacíamos y guardábamos la ropa en la taquilla. Cabe mencionar que nos habíamos decidido el día anterior en comprar ropa para la ocasión, un kimono blanco igual para todas. 

--Bien, vamos para el baño. Quiero ver ya como es…--Agregó Himeko abriendo la ventana para ir hacia las aguas termales, pero para cuando nos quisimos dar cuenta quedamos todas con la boca abierta. El espacio no sólo era increíble, sino también enorme, hasta el agua estaba rodeada por rocas a su alrededor y un suelo de mármol bastante duro, tampoco me creo como esto ha podido ser construido. Por curiosidad decidí tocar el agua con uno de mis dedos agachándome, de verdad que esto era irreal pero no, es real, una completa sensación de la que no era una trampa, donde podíamos estar tranquilos todos al fin.