Abrí mis ojos lentamente, seguía en la misma posición en la que me había dormido pero ahora no llevaba puestas las esposas, escuchaba el sonido del agua que provenía del baño, me puse de pie y estire un poco mis músculos antes de dar el primer paso, la puerta se abrió de golpe dejándome ver a la pequeña niña casi colgando del pomo de la puerta, me miró con sorpresa pero después sonrió.
Elli: hola.- saludé con una sonrisa, ella miró por todos lados, supongo que buscaba a Donovan.- él está en el baño.
Lucía: ¿quieres jugar a las escondidillas?- me encogí de hombros, ella me tomó de la mano y me obligó a caminar detrás de ella, quería avisarle a Donovan para que no hiciera un escándalo y no reaccionará antes de tiempo, sin embargo, la niña no me dió tiempo de hacer nada, incluso iba sin zapatos.- yo contaré, escondete.- me soltó de la mano y se recostó en el sofá cubriéndose la cabeza con uno de los cojines, sus piecitos golpeaban con impaciencia las asentaderas del sofá, me dió tanta ternura que no pude evitar sonreír.
Ahora supongo que tendré que tomarme en serio el juego, miré una puerta de color marrón que se encontraba escondida debajo de las escaleras, la abrí tratando de no hacer ruido pero no la cerré por completo para no hacerlo tan difícil, parecía ser el cuarto de limpieza, tenían muchas botellas con detergente, escobas, y esa clase de cosas.
Encendí la luz para que fuera obvio para ella mi escondite, escuché su dulce voz gritando "allá voy", me recargue en la pared esperando a ser encontrada por Lucia, escuché la voz de Donovan que gritaba mientras bajaba las escaleras.
Donovan: Lucia ¿dónde está la chica?- ella no le respondió, claro, ni ella misma sabía dónde estaba yo.- ¡Uriel! ¡Fabiola!- su voz no presagiaba nada bueno, tomé la decisión de salir de aquel cuarto, en cuánto puse un pie afuera él se encaminó hasta donde yo me encontraba.
Lucía: ¡te encontré!- me tocó el brazo y sonrió victoriosa, yo me estaba muriendo de nervios e incluso de miedo.
Donovan: vete a la cocina, Lucía.- la niña asintió y corrió hasta donde él le había ordenado, me tomó del brazo con fuerza y me obligó a entrar nuevamente al cuarto de limpieza, cerró la puerta detrás de él y me pegó a la pared.
Elli: no hice nada malo.- su mandíbula estaba tensa, tanto que enmarcaba su rostro más de lo normal.
Donovan: ¿por qué saliste de la habitación sin mi permiso, Elli?- me sentía como una niña pequeña que estaba apunto de recibir el peor regaño de su vida.
Elli: recién desperté, la niña entró a tu habitación y me invitó a jugar con ella, no pude decirle que no.- hable lo más segura posible para que no comenzará a pensar que era una mentira.
Donovan: te dije que estarás esposada a mí, y si en algún momento no pasa, tendrás que esperar a que yo termine lo que estoy haciendo para esposarte ¿está claro?- me tomó de la muñeca y sacó las esposas del bolsillo trasero de su pantalón.- serás cómo mi mascota.
Elli: ayer me propusiste algo, estoy de acuerdo, me quedaré quieta hasta que hagas lo que dijiste y por fin me dejes libre.- asintió convencido, acarició el tatuaje que había en mi muñeca y arrugó ambas cejas.- te puedo decir el significado, si lo deseas.
Donovan: sé lo que significa, camina.- me dió un suave empujón para obligarme a salir de aquel cuarto, los nudillos de su mano acariciaban el mío cuándo coincidían al moverse.
Carmen: joven Donovan, el desayuno está servido, su hermano Uriel me dijo que iría a la empresa y que seguramente llegaría al anochecer, su hermana está en la florería.- él asintió con una sonrisa.- buenos días, señorita...
Elli: me llamo Elli.- me presenté con una sonrisa y ella hizo una leve reverencia con una sonrisa amable, después se dió la vuelta y entró nuevamente en la cocina.- ¿quién es el chico de las fotos?
Donovan: es mi hermano Hugo, lo asesinó una prostituta.- esto último lo dijo de una forma muy despectiva, lo miré de mala gana pero al final me quedé mirando uno de los cuadros que estaba adentro de una vitrina.- tenía 18 años, hoy día ya tiene 19.
Elli: ¿hace un año?- asintió.- es muy reciente, lo siento mucho.
Donovan: no seas hipócrita.- comenzó a caminar obligandome a seguirlo, entramos al comedor en dónde se encontraba Lucia sentada en su silla color rosa comiendo cereal, nos sentamos juntos debido a la unión que provocaban las esposas.
Lucía: ¿son novios?- negué enseguida sin siquiera mirar a Donovan.
Donovan: sí, lo somos, ella estará aquí con nosotros por un tiempo, Lucía.- su sonrisa era tan falsa que me cuausaba náuseas.- tienes que cuidar que no salga de casa ¿de acuerdo?- la niña asintió metiendo otra cucharada de cereal a su boca y masticando después.- ahora desayuna, Elli.- frente a mí estaba un plato con huevos revueltos y salchichas asadas, también había un vaso con leche y otro más con jugo de naranja.
Elli: no tengo hambre.- hice un gesto con la nariz.
Donovan: ¿quieres que te obligue a comer también?- lo miré con disgusto y tomé el cubierto para llenarlo de comida, lo miré un par de segundos y después lo metí a mi boca tratando de encontrarle el sabor encantador en mi paladar.
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UNA VENGANZA EQUIVOCADA
RomanceTe heriré por esto. Todavía no sé cómo, pero dame tiempo. Sabrás que la deuda estará pagada. ~George R. R. Martin~