Parte 52 (Donovan)

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Quería creer que la única copa de vino me había caído pésimo cómo para estar imaginando esta escena, Harper estaba detrás del micrófono acaparando toda la atención, también se encontraban algunos hombres vestidos de negro con capuchas que solo mostraban la forma de sus ojos, los invitados retrocedieron hasta encontrarse detrás de las mesas, Elli veía a su padre con lágrimas en los ojos y con un poco de sorpresa, Uriel me miró desde el otro extremo del lugar haciéndome una seña, se llevaría a Fabiola y a los demás invitados de aquí para evitar un espectáculo que pudiera afectarlos.
Harper: ¿qué? ¿no correrás a abrazarme?- abrió sus brazos cómo sí estuviese ansiando que Elli corriera, ella ni siquiera podía moverse, aquel hombre tenía una sonrisa macabra que activaba todas mis alarmas, estaba solo aquí, tenía un arma por supuesto, pero no ganaría nada sacándola, me matarían en cuestión de segundos, mi hermano ya se había marchado, solo estaba Elli, Paula y yo.- ¿alguna vez te has puesto a pensar en por qué tu hermano murió?- no respondí, él sabía la herida que podía tocar e infectar, sus labios encorvados alimentaban mi coraje y quería hacerlo pedazos con mis propias manos.- te contaré un poco, todo empezó desde que tu padre comenzó a asistir a los casinos de mi buen amigo, Lemuel, que por supuesto, también son míos.- burló, cómo sí estuviese disfrutando cada palabra que salía por su asquerosa boca.- me metió en muchos problemas con las autoridades, me robó dinero e incluso consumió drogas dentro de MI negocio, me debía millones de dólares y siempre me sacaba el pretexto de que su hijo mayor me pagaría cada billete, eso jamás pasó, mató al hijo de Lemuel de la manera más asquerosa posible, lo llenó de drogas hasta que su cuerpo no lo soporto y colapsó y por supuesto que no me quedaría con los brazos cruzados solamente porque el imbécil se mató solo, tenía que cobrarme de alguna manera lo que hizo, me adueñe de su "fabulosa" empresa de vinos en Dallas y formé mi propio negocio, seguramente te diste cuenta de ello.- otra carcajada más, tomó una copa llena de vino y la bebió de un solo trago.- no me importaba en lo absoluto la muerte del hijo de Lemuel, por supuesto que eso para mí era basura, solamente quería buscar una excusa para vengarme de tu asqueroso apellido, le hice lo mismo a tu hermano y él fue muy accesible, no fue nada difícil de convencer.- mostró sus dientes amarillentos y eso me llenó aún más de rabia, dí un paso pero la mano de Elli me detuvo, ni siquiera la miré, tenía en cuenta el parentesco que había entre ambos y ahora estaba acorralado en mi propio coraje.
Harper: y aún después de haber concluido mi venganza, ese puto apellido me sigue perjudicando de mil maneras.- ahora su rostro parecía estar distorsionado, la sonrisa en sus labios había desaparecido en su totalidad.- secuestraste a esta niña para poder vengarte de mí, tengo que admitir que son buenos con la tecnología, encontraste mi apellido demasiado rápido.- su mandíbula parecía querer salirse de su sitio.- pero yo siempre estaré un paso más adelante que ustedes, espero que disfrutes tu casa convertida en cenizas.- mi corazón se detuvo en ese momento, comencé a sentir frío en cada extremidad de mi cuerpo, Carmen y Lucía se encontraban ahí, seguramente mi hermano estaba en camino pero tenía que avisarle de alguna manera lo que estaba sucediendo en casa.
Elli: ¿por qué haces esto, papá?- ahora por fin habló, su voz sonaba temblorosa y las lágrimas humedecian sus mejillas.
Harper: ¿papá?- levantó una de sus cejas con incredulidad y burla.- yo no soy tu papá y no sabes lo agradecido que estoy por ello, tu madre era una cualquiera que buscaba la primera oportunidad para engañarme, mis únicos hijos se llaman Ariel y Nicolás, tú solamente eres una criada, una basura que con suerte lleva mi apellido.- la miró de pies a cabeza con gesto de asco, tomó una copa de vino y después la lanzó en dirección a Elli golpeándole el pecho y humedeciendo su vestido, no dude en sacar mi arma de debajo de mi camisa, jale el gatillo y le apunte, por supuesto que sus hombres lo respaldaron apuntandome con sus armas, tomé a Elli del antebrazo y la coloque a mi espalda intentando protegerla.- nos veremos más adelante, Davies, no creas que esta será la última vez, por ahora solo vine a sentenciar tu destino.- burló, le hizo una seña a sus hombres y estos enseguida bajaron sus armas, luego caminaron hacia la salida.
Donovan: tenemos que irnos, mi familia está en peligro, Paula por favor adelantate y ponte a salvo.- ella me miró intentando discutir algo pero no le dí la oportunidad de decir nada más, tomé a Elli de la mano y comencé a caminar en dirección al estacionamiento, ella tenía su cuerpo sin fuerza y su vista estaba en el suelo, abrí la puerta y la hice subir, ella ni siquiera discutió, le coloqué el cinturón de seguridad y después me subí para comenzar a conducir.
El camino se me hacía eterno, la carretera estaba un poco resbaladiza debido a la poca lluvia que había caído hace unos minutos, Elli veía a través de la ventana mientras las lágrimas resbalaban por el puente de su nariz.
Donovan: por favor, te necesito fuerte ahora.- ella no me respondió, sus ojos se movieron hasta otro ángulo pero seguían inundados de lágrimas que enseguida caían por sus mejillas. Un golpe fuerte nos hizo sacudir en el auto, miré por el retrovisor y observé los faros de un auto que me impedían mirar más allá de la simple luz, sabía que vendrían por nosotros, escuché el estruendo de un disparó y enseguida entró el pánico en mi cuerpo.- intenta ocultar tu cabeza, Elli.- ella me miró asustada, se quitó el cinturón y resbaló por el asiento hasta quedar oculta frente a este, coloqué mi mano encima de su cabeza evitando que la levantará.
Elli: ¿qué está pasando, Donovan?- su voz sonaba muy asustada, tanto que me preocupaba pero a la vez me llenaba de valor para esforzarme y sacarnos de esta, aceleré lo más que pude manteniendo una distancia entre mi auto y el otro, iría a casa de mis padres, pero primero tenía que deshacerme de estos. Una llamada apareció en el tablero de mi auto, deslicé el botón verde y me coloque el auricular con rapidez evitando desconcentrarme.
Uriel: Donovan, Paula ha llegado y me dijo lo que sucedió...- hizo una pausa y después habló.- Lucía y Carmen están a salvó, todo quedó convertido en cenizas...pensé lo peor.
Donovan: me alegro de que estén a salvó, sin embargo, yo no lo estoy...- el auto que estaba detrás comenzó a tomar ventaja emparejandose con el mío, intentaba no regalarles la puntería que necesitaban pero era prácticamente imposible, la ventanilla se bajó dejándome ver unos ojos detrás del pasamontañas, sacó la pistola y no dudó en disparar, sentí cómo pasó por encima de mi brazo cuándo intenté girar el volante y desviarme, escuchaba la voz de Uriel pero también sentía el dolor que aquél rozon me provocaba.- te enviaré la ubicación, necesito que mandes a los hombres que tenemos para que los desvíen, no pido que den su vida por mí, pero quiero que Elli salga viva al menos.
Uriel: de acuerdo, envíamela ya.- comencé a presionar en el tablero de mi auto hasta encontrar el pin de ubicación, esta se mandó con un solo click.- recibido, llámame cuándo estén a salvo.
Donovan: por favor, Uriel, si algo sale mal...- la llamada se colgó, sabía que él no querría escuchar, me quité el auricular y nuevamente coloque mi mano encima de la cabeza de Elli.
El auto se empeñaba en emparejarse conmigo y eso sabía que sería un peligro, no descansarían hasta matarme, pero no podía permitir que le hicieran daño a ella.
Donovan: Elli...- ella me miró con miedo en sus pupilas, las lágrimas salían y ella ya no intentaba detenerlas, su barbilla temblaba al igual que sus hombros, me mordí el labio inferior y después miré por el retrovisor revisando que tan cerca estaba aquel vehículo.- saltaremos del auto.
Elli: ¿hay posibilidades de no ser capturados?- no respondí, ella se limpió las lágrimas con decisión y asintió presionando sus labios con nerviosismo.- hagámoslo.- asentí, ella se quitó el cinturón de seguridad y soltó un poco de su respiración mirando a través de la ventanilla.- cuándo tú me digas.
Donovan: espera unos segundos.- su mano se colocó en la manivela de la puerta, notaba los nervios que tenía pero aún así tenía la valentía de intentarlo, gané un poco de ventaja y aprovechando la distancia entre ambos autos, desbloqueé las puertas manteniendome aún en marcha.- ¡ahora!- ella tiró de la palanca y brincó del auto, hice lo mismo, mi cuerpo rodó por el resto de pavimento y después entré a la terracería, las pequeñas y finas piedras se enterraban en gran parte de mi cuerpo, incluyendo la herida en mi brazo, el tronco de un árbol me detuvo de golpe, me quejé entre dientes y coloqué mi mano en mi espalda baja, esta vez había sido más doloroso que la vez que Elli intentó escapar. 

UNA VENGANZA EQUIVOCADA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora