Hoy se cumplía un año desde todo lo sucedido, Ariel y yo habíamos decidido quedarnos en Aspen y hacernos cargo del negocio, Donovan había gastado demasiado en la construcción y no podía simplemente dejarlo abandonado cómo sí no significará nada, Ariel se encargaba del mostrador y yo les ayudaba a los trabajadores a preparar los postres, le había enseñado a Ariel a preparar algunos pasteles, así que, algunas veces ella se pasaba a la parte trasera y yo me encargaba del mostrador y de acomodar los pasteles o postres en la vitrina.
Al principio fue difícil conseguir clientes ya que no teníamos lista la fachada y le hacía falta más color para llamar la atención, ahora algunos regresan por su postre o pastel favorito, un mes después de que abrimos este lugar me inscribí en una escuela de inglés, ahora he aprendido bastante ese idioma y me es más fácil comunicarme con las personas, además de que en casa tengo a la mejor maestra, Ariel me pone a escribir oraciones en inglés durante un buen rato mientras ella prepara la cena, después me revisa y me explica cuáles fueron mis errores.
Nicolás viene a visitarnos un par de veces por meses, aunque hay algunas ocasiones en las que decide revelarse ante Pierre y quedarse aquí un par de semanas.
Ariel: ¡han llegado más tulipanes!- gritó mientras abría con su pie la puerta de cristal, sonó una campanita suave que ella misma había elegido, dejé de limpiar la vitrina y la miré, habían pasado un par de meses de que abrimos la pastelería y el dueño de una florería nos enviaba tulipanes cada determinado tiempo, a veces cada dos semanas, una vez al mes o una a la semana.- yo digo que le gustas tú o le gusto yo, el que las entrega nunca dice nada, solamente me pide que firme y se retira, cómo siempre.
Elli: oh, ahora son tulipanes rojos, qué bellos.- sonreí con ilusión, Ariel los dejó sobre mis brazos con la misma sonrisa que mostraba cada que llegaban.- cuándo se sequen, quiero guardarlos en una cajita de cristal y dejarlos ahí.
Ariel: esa es una buena idea.- suspiró.- ¿has desayunado algo?- negué enseguida mientras me dirigía al otro extremo del mostrador y metía los tulipanes dentro del jarrón en dónde estaban un par más.
Elli: falta media hora para abrir el negocio, los empleados ya no han de tardar, ¿y si pedimos algo para todos?
Ariel: de acuerdo, buscaré en internet y los pediré.- asentí, ella sacó su celular y se apartó un poco de mí para comenzar a buscar, mientras tanto, yo empecé a acomodar los postres dentro de la vitrina.
Ariel y yo logramos comprar una casa pequeña para ambas, afortunadamente nos ha ido muy bien en este lugar y hemos logrado sacar el suficiente dinero para comprar lo necesario, tiene dos recamaras con su respectivo baño, una cocina, el cuarto de lavado y la sala, además de que tiene un pequeño jardín que Ariel ha mantenido vivo.
Xx: me dijeron que aquí vendían postres exquisitos, ¿tendrán tiramisú?- esa voz me llevó al pasado, me dí la vuelta con rapidez encontrándome a Noé asomándose por la puerta con una enorme sonrisa.
Elli: ¡Noé!- sonreí con alegría y salí del mostrador para abrazarlo con fuerza, él enseguida me recibió con la misma emoción de siempre.
Noé: que alegría me da verte, pastelito.- me dió un beso fuerte en la mejilla y después me miró fijamente.- Luis me dijo que estabas trabajando en una pastelería, al principio no le creí pero después me propuse confirmarlo por mi mismo, te busque en varios lugares pero todos tenían colores deprimentes, cuándo ví este lugar me dí cuenta de que aquí estabas tú.
Elli: ven, quiero presentarte a alguien.- me dirigí a dónde estaba Ariel mirándonos con cierta incertidumbre, ella se levantó de la mesita dejando su celular encima de esta.- ella es Ariel, mi hermana.
Noé: oh, mucho gusto.- le tendió su mano para que ella la estrechará y le sonrió.- tú debes parecerte a tu padre y Elli a su madre.- ambas nos miramos, si ese comentario lo hubiese dicho hace un año seguro que nos afectaría, pero hoy en día nos causa un poco de gracia.- bueno pues para avisarles que andaré por aquí muy seguido.
Elli: tú y Luis son bienvenidos.- me sonrió agradecido.- aún no abrimos pero te puedo dar una rebanada de pastel de zanahoria, es cortesía de la casa.
Noé: oh, me siento bendecido.- soltó una risita, mientras yo me dirigía a la vitrina para tomar una de las rebanadas, él se sentaba en la mesa de Ariel.- ¿y desde hace cuánto tiempo están aquí?
Elli: desde hace un año aproximadamente.- tomé con delicadeza la rebanada y la coloque encima de un plato color blanco.
Ariel: Donovan le regaló este lugar antes de irse.- caminé hacia ellos y coloque el plato frente a Noé.- pero mi hermano y yo tardamos casi dos meses en convencerla de que lo aceptará.
Noé: Luis está trabajando en la empresa de Donovan, este le pidió que le ayudará con las finanzas y esas cosas que solamente ellos entienden.- burló.- pero no he sabido nada de él, Fabiola y mi hermano siguen siendo novios pero no recibo noticias de ellos desde hace tiempo.- se metió el primer bocado y saboreó.- lo último que supe fue que Fabiola y Donovan estaban muy mal emocionalmente por la muerte de Uriel, sinceramente, Luis y yo teníamos miedo de que les ocurriera algo, pero afortunadamente no fue así, yo creo que la presencia de Lucía fue de muchísima ayuda, de ella si tengo una foto ¿quieren verla?- asentí sin dudarlo, Ariel comenzó a teclear algo en su celular, supongo que seguía buscando los tipos de almuerzos, Noé sacó su celular y después de buscar me mostró la pantalla con la foto.
Lucía llevaba puesto un uniforme de color verde, llevaba dos coletas y sonreía con mucha inocencia, había crecido y con ello algunas partes de su rostro habían cambiado un poco.
Noé: Fabiola se la envió a mi hermano hace un par de meses, al parecer lograron inscribirla en la escuela, lo que me da a pensar que están mejorando.- asentí sin poder dejar de mirar la fotografía, un nudo se formó en mi garganta pero supe controlar el llanto, simplemente sonreí.
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UNA VENGANZA EQUIVOCADA
RomanceTe heriré por esto. Todavía no sé cómo, pero dame tiempo. Sabrás que la deuda estará pagada. ~George R. R. Martin~