Parte 50 (Donovan)

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Me había terminado de arreglar desde hace un rato, mi hermano, Paula y yo nos encontrábamos en la planta baja esperando a que mi hermana y Elli bajarán para irnos, Carmen se encargaría esta noche de mi sobrina y le pedí que encendiera la alarma sí sospecha que algo malo va a suceder, le prometí que vendriamos enseguida.
Escuché unas risas que provenían del segundo piso, las sombras comenzaron a reflejarse en la pared mientras ellas bajaban los escalones, Fabiola tomaba de la mano a Elli y ambas sonreían por alguna tontería que dijeron, el vestido verde esmeralda que llevaba puesto Elli le hacía resaltar el color de su piel, además, enmarcaba su figura y resaltaba sus senos en el escote, su cabello en rizos caía sobre sus hombros y quedaba la mitad de su espalda desnuda, llevaba maquillaje discreto al igual que mi hermana y unos cuántos brillos en su piel.
Paula: limpiate la saliva.- pasó por mi lado con molestia y diciendo eso entre dientes.
Donovan: bueno, hagámoslo cómo siempre, Uriel, Paula y Fabiola se van juntos en un auto, Elli y yo nos iremos en el mío.- dije sin poder quitarle la mirada de encima a Elli.- ¿nos vamos?- ella me miró por unos segundos y después asintió con seguridad, le invite a que saliera primero.
Uriel: dijiste que la enamorarías, ¿no será que el enamorado es otro?- pasó por mi lado soltando una risita y dándome un suave golpe en el hombro. Mi hermana y Uriel salieron junto a Elli, Paula seguramente ya estaba arriba del auto de mi hermano, me asegure de activar la alarma y después salí cerrando con llave la puerta, luego presione un botón de mi control para que el auto se desbloqueara y así Elli pudiera subir.
Mis hermanos fueron los primeros en desaparecer por la carretera, luego los seguimos nosotros.
Donovan: ese color te queda muy bien.- ella se miró a si misma y acarició la tela de su vestido.- no sabía que tu cabello era rizado.
Elli: lo es.- sonrió acariciando ahora la punta de un mechón y mirándolo.- me parezco a mamá, creo que soy la copia de ella, de mi padre o de mis hermanos no tengo ningún rasgo, ni siquiera el comportamiento.
Donovan: con todo respeto, pero tu padre es el ser menos agraciado que pueda existir.- ella me miró de reojo e hizo una mueca de disgusto.- no hagas esa cara, estoy siendo honesto, tú te miras horrible haciendo gestos.- claramente bromeaba, ella me miró fijamente y soltó una risita cargada de malhumor.
Elli: no sé porque acepte venir contigo.- se cruzó de brazos dejándome en claro que se había molestado.
Donovan: tenías que hacerlo- la miré por unos segundos y después regresé a la carretera.- imagina que yo soy la mitad de una pieza que unida saca todo su brillo, potencial y felicidad, sin embargo, esa pieza estaba incompleta antes de que tú llegarás, si estás conmigo me siento brillante.
Elli: que cursi eres.- puse los ojos en blanco y ella sonrió, pude verlo cuándo se giró a la ventanilla para ver los árboles que cruzabamos.- ¿tus padres vivían aquí?
Donovan: al principio sí pero unos meses después de que nació Fabiola nos mudamos a Dallas, aquí vivíamos en una casa de campo en dónde pase una parte de mi niñez, cuándo el clima era lluvioso era maravilloso, me sentía en una película, parecía una cabaña y se sentía muy cómoda.- ella encorvo un poco sus labios y nuevamente se concentró en lo que veía a través de la ventana, sus dedos se enredaban entre sí y a su vez acariciaban la tela de su vestido, el tatuaje en su muñeca se marcaba en mi mente una y otra y otra vez, sabía que era una pista enorme pero dentro de mí quería que sólo fuese una simple casualidad, ¿por qué? porque me estaba enamorando de ella y sí eso pasaba, ya no habría retorno.
Elli: ¿cómo eran tus padres?- su voz me sacó de mis más profundos pensamientos, parpadeé un par de veces y después aclaré mi garganta.
Donovan: no recuerdo mucho de mi madre, tenía 7 años cuándo ella murió, en la casa que tenían en Dallas había un álbum con todas las fotos de mamá con nosotros, Fabiola es muy parecida físicamente a mi madre, tenía el cabello cobrizo, su piel era blanca pero su complexión era robusta,  sus ojos eran completamente negros y eso le resaltaba mucho con su piel, solamente recuerdo sus flores favoritas porque salíamos a regarlas al jardín por las tardes, también recuerdo que era muy buena dibujando y le encantaba leer y dibujar.- asintió poniéndome atención, me sentía observado todo el rato pero eso no me incomodaba, me gustaba que su mirada estuviera puesta en mí.- Uriel y yo somos muy parecidos a mi padre pero no físicamente, mi hermano solo sacó la forma de sus ojos y yo el color de su piel y este lunar en el lobulo de la oreja.- le mostré con mi dedo índice, ella se acercó un poco para mirar y después regresó a su anterior posición.- era un gran productor de vino, ganó varios reconocimientos por sus ventas y demás, muchas tiendas, discotecas, restaurantes, etc, solicitaban sus vinos y lo preferían a él, comenzó a ganar mucho dinero y abrió una segunda empresa aquí en Aspen, la otra no pudimos salvarla, mi padre la perdió cuándo empezó con su adicción a las apuestas, él era muy posesivo y ambicioso, todo lo que quería, todo lo tenía, recuerdo que él me contó que celaba mucho a mi madre, también era un poco violento, sobretodo cuándo consumía bebidas alcohólicas, yo llevé el peor paquete de golpes por ser el mayor, cuándo no entendía aún sobre la venta de los vinos y demás, él me presionaba para que le entendiera, me decía inútil cada que no lograba algo y algunas veces me dejaba encerrado en su oficina arreglando todos sus documentos que al final terminaban en la basura, me desvelé durante mucho tiempo pero él decía que eso valdría la pena, aún no entiendo porque, también me enseñó a qué debo proteger a mis hermanos hasta con mi vida si eso es necesario, nunca me dejó llorar, decía que eso era para personas débiles y que él no quería un hijo llorón, en fin, es todo.- decidí cortar una gran parte ya que mis sentimientos se estaban removiendo y sentía mi alma temblar, ella apretó sus labios en una línea y después de vacilar un poco, me acarició el antebrazo, un escalofrío me recorrió el cuerpo entero, quería atrapar su mano y entrelazarla con la mía, pero tenía miedo de que me rechazará.

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