Parte 37

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Estaba frente al espejo del baño, había terminado de ducharme hace unos minutos, me coloque unos jeans y una camisa de color blanca que repetía muchísimo, extrañaba mucho la ropa que utilizaba cuándo estaba en casa de mi padre, afortunadamente no se me había formado ninguna ampolla en el pecho, lo irritado de mi piel había desaparecido y ahora me sentía mejor, aunque las dudas seguían estando en mi cabeza.
Escuché unos golpes suaves en la puerta de la habitación, salí del baño y abrí la puerta, Uriel me sonrió desde el otro lado, Lucía también lo acompañaba, estaba completamente despeinada y llena de chocolate en las mejillas.
Uriel: buenos días, ¿cómo estás?- me hice a un lado para que pudiera pasar, ambos entraron, la niña se sentó a un lado de él en el sofá.
Elli: estoy bien, no estoy lastimada ni nada parecido.- suspiré.- lo que sí es que tengo muchísimas preguntas, me gustaría que tú me ayudarás a responderlas...
Uriel: si puedo hacerlo, lo haré.- asentí agradecida, hice un pequeño revoltijo en mi mente para saber cuál era la pregunta principal y la más importante.
Elli: ¿por qué Paula señaló mi tatuaje y después dijo que yo era la asesina de tu hermano?- él tragó saliva, disimuló su nerviosismo acomodando a Lucía hasta el respaldo del sofá.- sé que quizás entre ustedes hay ciertos temas que no deben decirme, pero yo te aseguro que no tengo nada que ver con la muerte de Hugo, ni siquiera tuve el placer de conocerlo, no sé si mi padre tuvo algo que ver con ello pero ciertamente me parece imposible que eso haya sido así.
Uriel: yo no sé que decirte, Elli, al parecer Donovan le cuenta hasta el más mínimo detalle a Paula.- suspiró.- pero no te preocupes, estoy seguro de que eso fue nada más una simple confusión, ella adoraba a Hugo y la muerte de él también le afectó muchísimo, supongo que al ser tú hija de Harper, pensó que habías sido la culpable y por eso te teníamos cautiva.
Elli: ¿de verdad?- asintió.- me gustaría regresar a mi casa, Uriel, ¿crees que eso sea pronto o aún tengo que esperar mucho?
Uriel: no tengo idea, Elli, mi hermano Donovan es el que tiene la medida de tiempo, a mi solo me informa cosas mínimas, no quiere involucrarme en el tema debido a Lucía.- asentí sonriendo no muy convencida con sus respuestas.- lo mejor es que seas tú quien se lo pregunté.
Elli: de acuerdo, ¿cuál fue entonces la verdadera razón por la que me secuestraron?
Uriel: queremos vengarnos de tu padre, al principio creímos que funcionaría pero...- lo interrumpí.
Elli: creo que se equivocaron de persona, mi padre no tiene ningún interés en mí.- suspiré jugando con la punta de mis dedos.- en fin, gracias por aclararme esas cosas, ¿saldrán?
Uriel: bueno, aparte de venir a ver cómo estabas, quería preguntarte si me puedes ayudar con Lucía hoy, tengo algunas cosas que solucionar en la empresa y probablemente estaré algo ausente, no quiero abusar de Carmen, Donovan ya le está pidiendo suficiente.
Elli: oh por supuesto, no tengo ningún problema.- sonreí gustosa, él miró a su hija y después me miró a mí.
Uriel: puedes ir a mi habitación y mirar películas allá, también tiene algunos juguetes, ella te dirá cuándo sea su hora de dormir.- asentí.- y perdona por el chocolate en sus cachetes, ayer tuvimos una pijamada de papá e hija y comimos muchas chucherías.
Elli: está bien.- reí.- yo me encargaré de ella, puedes estar tranquilo.
Uriel: bueno, entonces me voy.- asentí, le dió un beso en la mejilla a Lucía y ella lo abrazó con fuerza.- pórtate bien, pequeña, volveré en un rato, Elli te cuidara.
Lucía: si papá, te amo.- ahora ella lo besó a él, Uriel se puso de pie y me sonrió antes de marcharse.- ¿sabes hacer galletas?
Elli: sí, galletas de chispas, galletas de avena, ¿quieres hacer?- ella se levantó del sofá y corrió hacia mí abrazándome de las piernas.
Lucía: ¡sí, quiero!- reí, la levanté en mis brazos y después salí de la habitación para dirigirme a la cocina.- ¡tío Donovan!- me hizo girar hasta donde estaba la sala, él y Paula estaban sentados platicando de algunas cosas que no me importaban, la mirada de él se detuvo en mí y después le dijo algo a la chica que no pude entender, me dí la vuelta y entre a la cocina, Carmen estaba de espaldas haciendo el desayuno con una rapidez que incluso preocupaba, dejé a la niña en un taburete con su muñeca y toque la barra captando su atención .
Elli: Buenos días, Carmen, ¿por qué está tan apresurada?, va a lastimarse.- ella apenas me vió, su vista se regresó a la estufa.
Carmen: la señorita Paula quiere que le preparé un omelette, dijo que tenía mucha hambre y lo quería de inmediato.- asentí, iba a decir algo pero en ese momento Donovan entró acompañado de Paula.
Donovan: buenos días.- decidí no responder, Carmen sonrió y después continuó con lo suyo.- Elli, me gustaría hablar contigo.- acarició mi codo disimuladamente pero yo me alejé de él.- acompáñame a mi oficina.
Elli: lo lamento, Uriel me pidió que cuidara a Lucía, no puedo despegarme de ella.- ahora sentí que su agarre por encima de mi codo se intensificó.
Donovan: te he dicho que me acompañes, Carmen por favor, vigila a Lucía en lo que regresamos.- la señora asintió, me sentía terrible por ella, suficiente tiene con estarle preparando apresuradamente el desayuno a Paula.- vamos.- camine a su lado, él no me soltaba, la chica caminaba detrás de nosotros con los brazos cruzados sobre su pecho, cuándo entramos a la oficina, ella cerró la puerta detrás de sí.
Paula: me gustaría hablar primero.- me saque del agarre de Donovan y me aleje de ambos.- quiero pedirte una disculpa, Elli, me ganaron los sentimientos en ese momento al escuchar tu apellido, pero después Donovan me hizo ver qué estaba equivocada y que tenía que pedirte una disculpa por empujarte y todo lo demás.
Elli: de acuerdo, yo no tengo nada que responder ante tus disculpas.- suspiré.- si no tienen nada más que decirme, me iré ahora.
Donovan: yo no he terminado, Elli.- movía un bolígrafo entre sus dedos, Paula le sonrió coqueta y después se retiró de la oficina.
Elli: entiendo que debo seguir tus órdenes, pero ahora no me apetece tener una conversación contigo, espero que puedas respetarlo al menos esta vez.- pasé por su lado pero me detuvo poniendo su mano en mi antebrazo, no era un agarre fuerte, lo que me pareció extraño.- ¿vas a responder cada una de mis preguntas?- él me tomó por sorpresa de las mejillas y me besó repentinamente, intenté alejarme de él nuevamente pero se aferró a mi cintura y con la otra mano ejercía presión en mi nuca para que no me separará de él, me subió a su escritorio colocándose entre mis piernas.
Elli: basta, Donovan.- logré separar sus labios de los míos, él apoyo sus brazos a mis costados y pegó su frente a la mía aún con los ojos cerrados.
Donovan: lo siento, Elli...- suspiró, su mano acarició mis nudillos.- estás haciendo que pierda el control sobre mis sentimientos, me gustas, Elli, y me costaba mucho aceptarlo.

UNA VENGANZA EQUIVOCADA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora