Lucia corrió por la cocina y abrió de golpe la puerta que nos dirigía a la sala, pude escuchar el nombre de Elli resonando entre las paredes con el grito de mi sobrina, miré por el umbral de la puerta, ambas se abrazaron con fuerza cayendo sobre el sofá, pude ver la expresión de dolor en el rostro de Elli al abrazar a Lucia, sus ojos se apretaron intentando contener el llanto pero le fue imposible, comenzó a llorar y por esta misma razón no se apartaba del cuerpo de Lucia.
Carmen: ha comido un poco solamente, le dí también gelatina pero solamente probó una cucharada.- soltó un suspiro mientras veía a dónde se encontraban Lucia y Elli.- será un proceso muy largo, sé que no tengo que decírtelo, pero tienes que tenerle mucha paciencia, sé que sabes lo que ella está sintiendo porque desgraciadamente han pasado por lo mismo...los dejaré solos, ve.- asentí, ella me dió unas palmaditas en el hombro y después regresó a la cocina, me quedé un momento aquí, mirandolas, dándoles su espacio.
Lucia: estás muy bonita.- se apartó de Elli y acarició su mejilla con delicadeza, sus pequeñas manos se deslizaban de arriba hacia abajo.- creí que ya no te miraría.
Elli: te prometí que haríamos nuevas galletas, ¿cómo por qué no volvería?- le tocó la punta de su nariz y sonrió, su mirada se encontró con la mía por unos segundos, llevaba mi ropa puesta y el cabello un poco despeinado.
Donovan: princesa, sube a cambiarte, Carmen te servirá la comida.- ella asintió, dejó un beso imprevisto en la mejilla de Elli y después se bajó de sus piernas para subir corriendo a su habitación.- ¿has descansado?- dejé las llaves sobre la mesa y me senté a su lado.
Elli: me relaje un poco en la ducha, realmente la necesitaba.- suspiró apretando mis manos entre las suyas.- Carmen me dió esta ropa, ¿no te molesta?- solté una risita y la abracé con fuerza, sé que le dolía el alma, quería ser un sanador para poder curarla para sabía que eso era prácticamente imposible.
Donovan: por supuesto que no, cariño, todo lo que hay en esta casa es tuyo y puedes usarlo cuando quieras, ¿de acuerdo?- no respondió nada, solamente se acurrucó en mi pecho y enredó sus brazos alrededor de mi cintura.- ¿tienes antojo de algo?, puedo comprarte lo que quieras.
Elli: no tengo apetito, la comida que hizo Carmen estaba deliciosa pero mi estómago ahora mismo no tolera nada.- suspiró con pesadez y se apartó de mí.- tengo un revoltijo que no puedo explicar claramente.
Donovan: tengo una idea.- tomé sus manos nuevamente, ella me miró con atención.- podemos subir a mi habitación y ver alguna película.
Elli: ¿no tienes que ir a tu trabajo hoy?- tenía que hacerlo pero no iba a dejarla sola, sé que ahora más que nunca debo de estar a su lado.
Donovan: no, Luis regresó ayer a la ciudad, entonces él me dijo que me quedara en casa contigo, se hará cargo y me llamara en caso de que sea necesaria mi presencia.- la tomé de la mano con suavidad, ella me sonrió.- ¿vamos?
Elli: ¿podemos invitar a Lucía?- asentí sin poder evitar soltar una risita.
Donovan: llévala a nuestra habitación, iré por la comida de mi sobrina y las alcanzaré.- asintió, le dí un beso antes de que ella subiera las escaleras y después me dirigí a la cocina.
Carmen: ¿Fabiola regresó con ustedes?- negué mientras sacaba un paquete de palomitas de maíz y las metía en el microondas.
Donovan: si no me equivoco, ella llegó a Aspen ayer por la noche junto a Luis.- asintió con tranquilidad mientras servía un vaso con jugo de naranja.- estaré unos días aquí con ustedes, quiero que Elli se sientas un poco tranquila.
Carmen: eso está de maravilla, mi niño, creeme que nada le vendrá más mejor que tu compañía.- me acarició el hombro, simplemente sonreí.- además de que la presencia de Lucia le será de mucha ayuda también, esa pequeña tiene mucha luz en su alma y llenará la de Elli con rapidez.
Donovan: eso espero, Carmen, sé que el proceso de duelo es demasiado difícil.- suspiré.- voy a llevarla con el psicólogo sí es necesario para que sus heridas sanen.
Carmen: te has convertido en un gran hombre, mi niño, estoy muy orgullosa de ti.- me dió un abrazo y yo le correspondí sin dudarlo, sentía que mi madre estaba aquí.
Las palomitas quedaron listas, tomé uno de los platos hondos que estaban a la mano y las vacíe ahí, Carmen me ayudó a colocar todo sobre una bandeja para que me fuera más fácil transportar los alimentos.
Donovan: estaré arriba, ya no hagas fantas cosas, cierra las puertas y duerme toda la tarde.- ella soltó una risita y asintió, subí las escaleras con precaución y me dirigí a la que era mi habitación, estaba un poco abierta por lo que no fue difícil entrar sin utilizar las manos.
Lucia: tío Donovan, ¿podemos ver Coraline?- se sentó en el borde de la cama, mi sobrina se había puesto su pijama favorita y Elli seguía con mi ropa puesta, su ropa seguía en el auto.
Donovan: me parece bien.- dejé la bandeja sobre mi buró y después me dirigí a la televisión para poner la película que habían elegido.- Lucia, las palomitas son para los 3, pero primero necesito que comas lo que Carmen preparó.- ni siquiera tenía que mirarla para darme cuenta que entre sus dedos traía un par de palomitas, escuché murmuros a mis espaldas y no pude evitar sonreír.- aquí está la película.
Elli: ¿has comido?- asentí, ella arqueo una de sus cejas.- no te creo.
Donovan: no tengo antojo de comida, solamente quiero estar con ustedes y disfrutar de esta película.- me senté a lado de Elli, teníamos almohadas acomodadas detrás de nuestras espaldas para evitar incomodidad, mi sobrina tenía sobre sus piernas el plato de comida y nos había dejado de poner atención a nosotros, Elli recargó su cabeza en mi hombro mientras sostenía las palomitas entre sus manos.
Elli: gracias...- levantó su cara y me regaló una sonrisa nostálgica, acaricie su mejilla con mi dedo pulgar y le dejé un beso en la frente.
Donovan: te amo, lo sabes ¿cierto?- asintió y regresó nuevamente su mirada al televisor, comió un poco de palomitas y después simplemente sostuvo el plato.
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Había pasado 1 hora, Lucia después de comer se recostó a lado de Elli y le pidió que la abrazara, ambas se quedaron dormidas casi al instante, me encargue de recoger todo lo que habíamos ensuciado y apague el televisor, lo que estaba viendo me causaba demasiada ternura, Lucia cubría la mano de Elli con sus pequeñas manos y respiraba con muchísima tranquilidad, dejé un beso en la frente de ambas y apague la luz de la lámpara.
El olor a humedad comenzaba a filtrarse por algún lugar incierto, comenzaron a escucharse las gotas chocando contra el cristal de la ventana, me cuasaba tranquilidad saber que Elli estaría conmigo, más en esta temporada en la que el clima suele bajar drásticamente.
Me recosté detrás de Elli y pasé el edredón por encima de nuestros cuerpos, mi brazo alcanzó a abrazarlas ambas sin dificultad.
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UNA VENGANZA EQUIVOCADA
Storie d'amoreTe heriré por esto. Todavía no sé cómo, pero dame tiempo. Sabrás que la deuda estará pagada. ~George R. R. Martin~