Parte 16 (Donovan)

490 24 0
                                    

Tenía un dolor intenso en la espalda que me fastidiaba continuamente, en la mesa nos encontrábamos mis hermanos, mi sobrina y yo, terminabamos la cena en un total silencio, a excepción de Lucía, quien a veces preguntaba por Elli.
Uriel: ya casi es tu cumpleaños, Fabiola.- ella asintió con una sonrisa mientras terminaba de comerse los waffles que le había pedido a Carmen.- ¿qué quieres hacer para entonces?
Fabiola: estaba pensando en hacer una fiesta tranquila aquí en el patio de la casa, en la florería tengo muchos amigos, además, aún tengo comunicación con las personas que conocí en el curso de inglés, ustedes también tienen muchos amigos, incluyendo a Jeremías.
Donovan: una fiesta aquí sería muy riesgoso, Fabi, más ahora que tenemos a Elli.- coloque mi plato vacío en el centro de la mesa y terminé de beber el contenido de mi vaso.- simplemente te compraré un pastel y celebraremos entre nosotros.
Uriel: Donovan tiene razón, Fabiola, por el momento no podemos traer a más personas a la casa, esta mujer es capaz de hacer una tontería y gritar a los cuatro vientos que está secuestrada.
Fabiola: no creo que ella haga eso, es culpa de ustedes que ella quiera escapar todo el tiempo.- nos miró de mala gana.- si la tratarán bien, todo sería distinto, no creo que sea la asesina de Hugo.
Donovan: aún no se sabe, pero todo dice que si lo es.- me puse de pie después de terminar de comer, la incomodidad que me daba el dolor en mi espalda baja me hizo encorvar, solo me detuve del borde del comedor.
Fabiola: en el botiquín hay una crema muscular, ponte un poco de eso para el golpe.- asentí y me despedí de ellos con un movimiento de mano, después le dí un beso en la frente a Lucía y salí del comedor.
Todo estaba en un total silencio, típico de las noches, solo se escuchaba el sonido del viento estamparse con las ventanas y creando un sonido desagradable, subí las escaleras y abrí la puerta de la habitación, Elli estaba recostada en la cama abrazandose a si misma con sus piernas elevadas, solté un suspiro y después me dirigí al baño, encendí la luz y saque el pequeño botiquín que estaba sobre el lavamanos, saque el pequeño frasco blanco que contenía el ungüento con olor a menta, me quité la camisa por encima de mi cabeza y salí del baño para mirarme la espalda en el espejo que estaba recargado en la pared de mi habitación, tenía un moretón verde azulado en el centro de mi espalda e incluso tenía un poco de inflamación, abrí el bote y tomé un poco con las puntas de mis dedos, era difícil alcanzarme hasta esa altura, me dolía el esfuerzo.
Elli: ¿te puedo ayudar?- me giré bruscamente al escucharla, se sentó recargando su espalda en el respaldo de la cama. Me acerqué a ella, en el suelo estaba mi celular, ella lo miró al igual que yo y pude notar cómo aumentaba su nerviosismo, me incliné y lo levanté para después revisar si ella no lo había tomado, había un número en las llamadas recientes, uno con la lada de Dallas, la miré y ella desvío su mirada, la comisura de sus ojos estaba irritada y además sus párpados lucían inflamados, guardé mi celular en el bolsillo de mi pantalón y después me senté frente a ella dándole la espalda.
Elli: está muy inflamado.- sentí sus suaves dedos acariciar la zona adolorida, un escalofrío me erizo la piel y cerré mis ojos con fuerza, el ungüento comenzó a dejar frescura en el golpe con el paso de sus dedos.- ya está.
Donovan: ¿a quien llamaste?- me dí la vuelta, sus ojos estaban fijos en mi pecho, parpadeó un par de veces y después desvió su mirada, le apreté la barbilla para que se volteara a verme.- te hice una pregunta.
Elli: a nadie, ni siquiera lo alcanzaba.- asentí, saque nuevamente el celular de mi bolsillo y remarque el número al que ella había llamado.- por favor, cuelga.
Xx: creí que había sido lo suficientemente claro contigo, Elli, no queremos verte, creía en ti y resultaste ser una...- hizo una pausa y después continuó.- ya no me llames más, no quiero volver a saber nada de ti.- y colgó, miré la pantalla de mi celular sintiendo un poco de rabia por la manera en la que habló, miré a Elli, ella bajó su mirada.
Elli: lo lamentó, no debí haber tomado algo sin tu permiso, no lo haré de nuevo.- suspiró.- de hoy en adelante haré todo lo que tú me pidas, y si me dejas libre, será completamente tu decisión.
Donovan: déjame ver tu mano.- ella asintió, estiró su brazo hasta donde la esposa se lo permitió, alrededor de esta tenía una fina línea roja e incluso tenía un rasguño delgado con sangre seca.- te quitaré esto.- ella mordió su labio inferior con nerviosismo y asintió, busque la llave en el cajón principal de mi buró y la metí en la cerradura de las esposas, esta se abrió enseguida dejando en libertad la mano de Elli, ella comenzó a frotarse la zona afectada, tomé su mano y le coloque un poco del ungüento alrededor de su muñeca.
Donovan: pórtate bien y no tendré que ponerte las esposas de nuevo, ¿de acuerdo?- la miré, ella asintió sin mirarme a los ojos.- ¿por qué no te terminaste la cena?
Elli: estaba dormida cuándo la trajeron.- tomé el plato con fruta picada rellena de yogurt y lo puse sobre sus piernas para que comenzará a cenar. Ella tomó el tenedor y comenzó a degustar lo que había en el plato, por primera vez, la veía con lastima, parecía ser alguien extremadamente vulnerable en estos momentos.

UNA VENGANZA EQUIVOCADA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora