Abrí los ojos con pesadez y ardor, la luz que entraba por la ventana opacaba todo mi campo de visión y me perjudicaba al intentar ver lo que había a mi alrededor, froté un poco mis ojos y solté un suspiro.
Estaba recostada encima de las piernas de Donovan, él estaba sentado sobre la cama recargado en la pared con su cabeza un poco ladeada, me levanté poco a poco y le toque suavemente el hombro, este enseguida se despertó.
Donovan: ¿qué pasa, cariño?- se frotó la parte baja de su nuca y apretó sus ojos para acostumbrarse a la luz.
Elli: lo siento.- él relajó un poco su cuerpo y después soltó un suspiro.- perdón por haberte hecho dormir de esta manera.- me acarició las mejillas y después le dió un golpecito a mi nariz.
Donovan: no tengo nada que perdonarte, quizás desde tu perspectiva no se ve muy cómodo, pero dormí muy bien.- sabía claramente que eso no había sido así, se miró el reloj en su muñeca y después miró la luz de la ventana.- creo que llegó el momento de irnos, ¿estás lista?
Elli: estoy lista.- apreté mis labios soltando un suspiro, él me colocó un mechón de mi cabello suelto detrás de mi oreja y me regaló una sonrisa, ambos nos levantamos de la cama para ordenarla y regresar todo a la normalidad.
Nicolás: venía a ofrecerles algo de desayunar.- dijo en cuánto abrimos la puerta que nos dirigía a la sala, Donovan y yo intercambiamos miradas.- entiendo, se han despertado un poco tarde y tienen que partir ya, ¿verdad?
Elli: sí, Nico, pero te aceptaré una botella de agua para el camino.- asintió con una sonrisa y levantó su dedo índice en señal de que le diera un momento para ir por ella.- el perfume de Ariel está impregnado en todas partes.
Donovan: ella estará presente más que nunca.- me acarició la nuca y después me besó la frente, sus labios estaban fríos pero aún así me hacían sentir en calma.
Nicolás: aquí están, un jugo de manzana porque sé que es tu favorito y una botella de agua para Donovan.- ambos tomamos las botellas y después nos encaminamos a la salida.- Elli, si en algún momento necesitas algo puedes contactarme, solamente quedamos tú y yo, no quiero que me olvides.
Elli: no lo haré.- mordió su labio inferior y asintió, sabía que tenía muchos sentimientos atrapados en su pecho, le dí un abrazo sincero y él a mí, un suspiro proveniente de él atravesó mi cabello acariciando una parte de mi cuello, tenía claro que sería un dolor enorme para él y que necesitaría mucho apoyo.- contáctame si necesitas algo.
Nicolás: lo haré, Elli.- se apartó de mí y me sonrió mientras aclaraba su garganta.
Donovan: sé que no hemos conseguido tener una relación buena por ciertos asuntos, pero quiero que sepas que también puedes contar conmigo para lo que sea, sé que quieres a Elli y la cuidas, eso es más que suficiente para darte mi apoyo, cuándo quieras visitarnos, eres bienvenido.- extendió su mano y Nicolás la estrecho enseguida, no dijo nada en respuesta, solamente asintió.
Ambos salimos de su casa y nos dirigimos al auto de Donovan, él me abrió la puerta del copiloto, me despedí de Nicolás y después me subí sin mirar a mi alrededor.
.
.
.
Estábamos a poco tiempo de llegar, agradecía que el viaje no durará tanto tiempo ya que comenzaba a sentir hormigueos en mis piernas, miré a través de la ventana el letrero que daba la bienvenida a Aspen, solté un suspiro y Donovan enseguida tomó mi mano para darle un beso en los nudillos.
Donovan: estamos a unos minutos de llegar.- sentí que algo dentro de mi pecho se estrujó causándome un dolor que subió hasta mi garganta.- te llevaré a tu departamento para que tomes tus cosas, después te llevaré a mi casa.
Elli: no quiero ser una molestia para ti.- se detuvo en un semáforo y aprovecho para mirarme, su entrecejo se frunció y acarició mi mejilla con su pulgar.
Donovan: no vuelvas a decir algo como eso jamás en tu vida, ¿está claro?- suspiró.- cuándo te lleve a tu departamento recojeras tus cosas y te vendrás a vivir conmigo, no acepto un "no" cómo respuesta, así que si piensas darme una respuesta negativa, mejor dila mentalmente.
Elli: gracias por estar conmigo...- comenzó a conducir en cuanto el semáforo cambio de color, me miró por unos segundos y nuevamente tomó mi mano. No dijimos nada más, miré a través de la ventana cómo los árboles, casas y otros autos pasaban a una velocidad moderada, el cielo seguía cubierto con las nubes grisáceas que parecían estar repletas de lluvia, ni siquiera el arcoiris se asomaba entre ellas.
Pasamos unos cuantos minutos más en carretera, no sé cuántos aproximadamente pero habían sido suficientes para que mis pensamientos y sentimientos me atormentaran. Donovan se estacionó afuera de mi departamento, la luz de afuera seguía encendida y en la puerta había un par de sobres sin abrir, me bajé del auto y me dirigí a la puerta, los pasos de Donovan podían escucharse gracias a los pequeños charcos que había en la vereda, metí la llave en la cerradura y solté un suspiro tembloroso, en cuánto abrí la puerta sentí el olor del perfume que solía utilizar Ariel.
Elli: por favor, espera aquí...- él no respondió, se quedó quieto abriendo los sobres que habían dejado en el buzón, dí unos cuántos pasos más, todo en mi mente daba vueltas, podía imaginarla tirada en el sofá con su manta favorita, mirando por tercera vez la película de el cadáver de la novia, también la veía en el horno, esperando impaciente a qué su nueva receta de resposteria saliera tal y cómo ella lo había imaginado, sus pantuflas seguían debajo del sofá, una sobre otra, tal y cómo las había dejado.
Entré a su habitación, su espejo tenía los besos que ella marcaba cada mañana antes de salir de casa y al llegar los borraba, me dejé caer en su cama, sosteniendo el suéter que había dejado sobre esta, olía a ella, lo abracé con toda la fuerza que había en mi cuerpo, comencé a llorar cómo hace mucho tiempo no lo hacía, su risa retumbaba mis oídos y su imagen deambulaba por toda la habitación, parecía tan real.
.
.
.
Estuve por algún tiempo en la misma posición, las lágrimas salían sin esfuerzo y mi cuerpo se sentía desgastado, Donovan se puso en cuclillas frente a mí, me acarició la mejilla y una diminuta sonrisa se formó en sus labios.
Donovan: te arregle las maletas, para no equivocarme, te puse todo lo que había en tu armario, no quería interrumpirte.- su voz sonaba suave, parecía que tenía miedo de lastimarme con ella.- tenemos que irnos, la lluvia se intensificó.
Elli: sí...- me senté en la cama nuevamente con mis brazos colgando a mis costados, él me tomó de ambas manos y las juntó para luego dejar un beso sobre mis nudillos.
Donovan: vámonos.- asentí, él se puso de pie y tomó una de mis manos, acaricie la sabana con la punta de mis dedos y me levanté.- te cubrire, un resfriado ahora no sería muy favorable.- me pasó una manta alrededor de mi cuerpo y cabeza, él se encargó de apagar las luces y de cerrar todo cómo era debido.
ESTÁS LEYENDO
UNA VENGANZA EQUIVOCADA
RomanceTe heriré por esto. Todavía no sé cómo, pero dame tiempo. Sabrás que la deuda estará pagada. ~George R. R. Martin~