La comida casi estaba lista, Fabiola discutía con Uriel por la forma en la que volteaba la carne y Donovan se estaba complicando la vida manteniendo el carbón encendido, yo mientras tanto les ayudaba a preparar las salsas que habían deseado y a acomodar una mesa para comer ahí, Lucía jugaba con Carmen en un columpio que estaba cerca de una pared rodeada de plantas, Paula estaba sentada en una silla cómo sí estuviese en pleno verano en una playa.
Fabiola: ¡te dije que se iba a quemar, Uriel!- los miré en una riña muy suave, el chico la miró tratando de disculparse y colocó el trozo de carne en una bandeja.- saca las salchichas antes de que se hagan piedras.
Uriel: de acuerdo.- hizo lo que su hermana le pidió sin discutir, colocó las salchichas en un recipiente y las cubrió con un poco de papel aluminio para evitar que se enfriaran rápido.
Fabiola: invite a Luis, espero que no tengan problema con ello.- Donovan hizo una pausa y después miró a su hermana colocándose los brazos en la cintura.- ¿qué?, no me puedes prohibir que tenga amigos, Donovan.
Donovan: ambos sabemos que ustedes no son simplemente amigos, he visto cómo lo despides con un beso en la boca, ¿no recuerdas que tenemos cámaras de seguridad?- Fabiola me miró con nerviosismo y después evitó tener contacto visual con Donovan.- espero que no hayas invitado al estúpido de su hermano.
Fabiola: lo invité, pero dijo que estaba sumamente ocupado.- suspiró y siguió volteando la poca carne que seguía en la parrilla.- a él le gusta Elli, creo que ni siquiera hay necesidad de que lo diga, pero bueno.- Donovan me miró de reojo y solamente le hice un gesto con la nariz.- Elli, ¿a ti que te parece Noé?- su pregunta me tomó por sorpresa, todos me prestaron atención, a excepción de Paula que seguía bronceandose bajo una nube cubría los rayos del sol.
Elli: bueno, me parece un chico interesante, es muy lindo cuándo no se embriaga.- reí, Donovan parecía que quería lanzar cuchillos con la mirada.- sin embargo, no lo conozco muy bien para decir otras cosas sobre él.
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Lucía se había quedado dormida cuándo comenzó a oscurecer y Carmen decidió entrar primero para recostar a la pequeña, nosotros seguíamos en el jardín con un vaso de helado que Uriel había comprado en el supermercado, era de coco, Donovan, Uriel y Paula bebían cerveza, Fabiola comía frituras junto a Luis.
Se podía sentir el suave olor de una próxima lluvia, las nubes se habían convertido en una sola cubriendo todo rastro del cielo.
Uriel: ¿Y a ti, Donovan?- llamó la atención de todos en cuánto habló.- ¿qué te parece Elli?- Paula lo miró inquietante y bebió de golpe lo que había en su lata, Donovan me miró fijamente y soltó un suspiro disimulado.
Donovan: he bebido suficiente hoy.- fue lo único que dijo, Paula soltó una risita que no pasó desapercibida.
Uriel: ¿cuál es el motivo de la risa, Paula? me gustaría reírme también.- era más que obvio que a Uriel no le agradaba en lo absoluto tener a Paula aquí, su mirada cambiaba en su totalidad cuándo tenía que mirar a esa chica.
Paula: ¿es qué por qué le preguntas eso a Donovan?- burló.- es claro lo que piensa de ella, no tiene nada que le pueda hacer sentir algún tipo de interés, es casi igual a Carmen, la diferencia es que es joven.
Luis: sé que no formo parte de esta familia y tampoco sé que ocurre dentro de, pero no creo que esa sea una manera de tratar a las personas, Paula.
Elli: subiré a mi habitación, estoy cansada.- fingí un bostezo, lo que menos quería era seguir escuchándola y caer en sus provocaciones.- muchas gracias por la comida, estuvo deliciosa.
Uriel: buenas noches, Elli, descansa.- asentí agradecida, Fabiola me regaló una sonrisa y después entré a la casa dejándolos a todos en el jardín, sentí cómo sí me quitarán un gran peso de encima, no porque no quisiera convivir con ellos, es que los comentarios repentinos de Fabiola me estaban molestando demasiado y no quería causar algún problema.
Caminé por el pasillo hasta llegar a mi habitación, cuándo me giré a las escaleras observé a Donovan subiendo el último escalón de esta, me miró y encorvo sus labios, sus mejillas estaban sonrojadas.
Donovan: pienso que eres una chica encantadora, cada que te veo me siento contento, me regresaste las ganas de vivir.- se acercó a mí y acarició un mechón de mi cabello.- eres tan bonita que me molesta que otros hombres intenten cortejarte, me gustaría besarte a cada minuto hasta que nuestro oxígeno se termine y sea obligatorio tener que separarnos para poder respirar, quiero tomarte de la mano...- deslizó su mano por mi brazo y se detuvo en muñeca, la levantó poco a poco y entrelazó sus dedos con los míos.- mirarte sonreír...- me separé de él casi al instante, mi corazón golpeaba dentro de mi pecho haciendo que sintiera los latidos en mi oído, abrí la puerta de mi habitación y entre, cuándo intenté cerrarle nuevamente, él entró recargandose en la puerta ya cerrada por él mismo.
Elli: ¿tomaste mucho?- se acercó nuevamente a mí y me miró con desilusión.
Donovan: ¿ni siquiera prestaste atención a eso?- ¿qué estaba pasando?, parecía que estaba hablando con un adolescente vulnerable, lo llevé al sofá haciéndolo sentar.- quiero que te quites ese tatuaje.
Elli: deja de decir tonterías, Donovan, te voy a preparar un té y después te vas a tu habitación, ¿está claro?- negó aferrándose a mi mano y obligandome a sentar a su lado.
Donovan: ¿puedo besarte?- sus ojos parecían suplicarme por algo así, se acercó lentamente a mí, no tuve la intención de alejarme y ni siquiera entiendo el porqué no lo hice, tendría que haberle dicho que no, su mano fría se colocó alrededor de mi mejilla y entonces unió sus labios a los míos, un beso lento, sin intenciones de nada, tenía el desagradable sabor de la cerveza pero aún así sentía que lo estaba disfrutando, cerré mis ojos al igual que él y coloque mi mano encima de su hombro, sentía mis mejillas arder al igual que mis orejas.
Donovan: Dios mío, nunca te pido nada, pero por favor, no dejes que mañana me olvide de esto.- dijo a unos centímetros de mis labios y sonrió con tranquilidad, sus ojos se abrieron lentamente y relajó su cuerpo.- me iré a mi habitación, por favor, descansa.- asentí, él se puso de pie y salió de mi cuarto cerrando la puerta con delicadeza, después escuché que cerró la suya.
Sentía escalofríos en mi cuerpo y mucho nerviosismo, sus labios parecían haberse quedado sobre los míos ya que aún sentía los suaves movimientos que hacía al besarme, me dejé caer encima de mis almohadas, apretaba mis ojos y quería gritar por alguna razón.
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UNA VENGANZA EQUIVOCADA
RomanceTe heriré por esto. Todavía no sé cómo, pero dame tiempo. Sabrás que la deuda estará pagada. ~George R. R. Martin~