Parte 18

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En cuánto entre él se dió la vuelta para ver de quién se trataba, estaba enviando algo por su celular y al notarme lo guardo en el bolsillo de su pantalón, me acerque sigilosamente y me senté en el sofá mirando hacia a otro lado, estaba intentando buscar las palabras adecuadas para no sonar con mucha confianza.
Elli: Oye...- me prestó atención de inmediato, caminó y se recargó en el colchón de la cama mientras se acomodaba los botones de su camisa.- lo que dije en la mesa fue en serio, no tengo planes de darles problemas, tu hermana se ve ilusionada con su cumpleaños, no quiero ser quien le quite esa ilusión.
Donovan: ¿ella te envió para que intentaras convencerme?- negué enseguida, él se acercó a mí y se puso en cuclillas para después mirarme fijamente.- no confío en ti, Elli, ¿qué me asegura que no saldrás corriendo o le pedirás ayuda a alguien?
Elli: no pondré en riesgo a tu hermana y mucho menos a Lucía, ellas no tienen la culpa de lo que ustedes están haciendo conmigo.- él suspiró, su mirada bajó a mis labios y nuevamente subió.- pueden hacer la fiesta, es más, puedes esposarme y cubrirme la boca si lo consideras necesario.
Donovan: muy bien, me convenciste.- me tocó la punta de mi nariz y después se levantó.- le diré a Fabiola que comience con los preparativos de su fiesta.
Elli: bien.- me sentí victoriosa por un momento.- ¿Lucía cuándo cumple años?
Donovan: este sábado.- asentí convencida con su respuesta, la puerta se abrió con torpeza y entró la pequeña niña frotandose los ojos y haciendo un tierno puchero.- ¿qué pasa, Lucía?
Lucía: mi papá es tonto.- y comenzó a llorar, Donovan la levantó en sus brazos y le rebuscó en el rostro.
Elli: ¿quieres ir a jugar?- me puse de pie y me acerque a ambos, ella estiró sus brazos hacia a mí así que tuve que cargarla.- ¿dónde quieres hacerlo?
Lucía: en el jardín.- miré a Donovan, él miraba a la niña con ambas cejas arrugadas, me dí la vuelta y salí de la habitación con Lucía en los brazos. Era la primera vez que saldría al jardín, él no me había dicho que sí pero tampoco me lo había negado, gire el pomo de la puerta y recibí una oleada de aire fresco con olor a lluvia, algunas nubes se movían con rapidez y se agrupaban entre ellas, dejé a Lucía sobre el césped y ella corrió por una pelota que estaba detrás de una de las macetas.
Elli: lanzala, Lucía.- ella obedeció, comenzó a patearla hasta llegar a mí, después me aleje y la puse a rodar en dirección a ella.
Sentí una mirada encajada en mi espalda que me hizo girar, en la ventana de la habitación de Donovan estaba él recargado en el barandal del balcón, se fumaba un cigarrillo mientras nos miraba jugar.
Lucía se dejó caer en el suelo llamando mi atención, no pude evitar reír por su actuación, tenía los ojos cerrados pero aún había una sonrisa pícara en sus labios.
Elli: oh no, Lucía, despierta por favor.- fingí llorar mientras le hacía cosquillas en las costillas, ella comenzó a reír a carcajadas tratando de quitarse mis manos de encima. La puerta principal se abrió dejándonos ver a Uriel, no sabía cuándo estaba molesto ya que sus expresiones no tenían ningún sentido.
Uriel: levanté Lucía.- le ordenó, me quedé de rodillas y ayude a la pequeña niña a ponerse de pie.- ¿y tú qué haces afuera?, creí que te había quedado claro que nada de salidas, lo tienes prohibido.
Elli: lo siento, sólo quería jugar un poco con Lucía, lamento que esto te haya molestado.- Donovan apareció detrás de él, lo tomó de los hombros para hacerlo a un lado y poder salir al patio.
Uriel: ¿por qué la dejaste salir?- miró a su hermano, él me tomó del brazo para acercarme a la puerta y después pasó por su lado llevándome por las escaleras, Fabiola salió de su habitación y se interpuso en nuestro camino evitando que pasáramos.
Fabiola: justo con ustedes quería hablar.- una sonrisa pícara se formó en sus labios y junto emocionada sus manos.- Luis, nuestro amigo en común, me dijo que había un festival en el centro de la ciudad, creo hoy es el último día, habrá danza contemporánea, juegos mecánicos, comidas de diferente tipo, obras de teatro, alcohol, baile.- sonrió tímidamente y miró a su hermano.- ¿puedo ir y llevar a Elli conmigo?- me tomó sorpresivamente del brazo llevándome a su lado y aferrándose a mí, Donovan no se esperaba eso y mucho menos yo.
Donovan: no digas tonterías, Fabiola, justo hoy en la mañana habíamos hablado de lo peligroso que puede ser para nosotros.- se cruzó de brazos y miró con molestia a su hermana.
Fabiola: ¡Por favor, por favor!- ahora me soltó a mí y comenzó a dar pequeños saltitos mientras se aferraba a los brazos de Donovan, él la miraba fijamente.- no nos tardaremos mucho, te contestaré todas las llamadas y no beberé alcohol, lo prometo.
Donovan: mi respuesta es definitiva, Fabiola.- la chica comenzó a llorar, esto me tomó por sorpresa ya que lo hacía con demasiada facilidad, parecía una niña berrinchuda.- ¿en serio harás esto?
Fabiola: sí, dejaré de comer y olvídate de que yo salga de mi habitación.- iba a retirarse pero Donovan la tomó del brazo.- sí no me vas a dar una respuesta positiva, déjame ir.
Donovan: quiero que seas conciente del peligro en el que estaremos si ella decide escapar, o peor aún, gritar a los cuatro vientos lo que está sucediendo, hasta tú irás presa.- ella puso los ojos en blanco y se cruzó de brazos.
Fabiola: sé que ella no hará nada de eso ¿verdad?- asentí ante su presión visual, Donovan se frotó el puente de su nariz, su mirada pasaba de su hermana hacia mí y viceversa.
Donovan: será con una condición, Fabiola.- ella sonrió con ilusión y escuchó atentamente.- yo iré con ustedes.
Fabiola: yo no tengo ningún problema.- apretó sus hombros y después me tomó del brazo para llevarme detrás de ella.- arréglate, Donovan, yo me encargaré de Elli.- miré hacia atrás, él se frotaba el cabello con estrés y al final entró a su habitación.

UNA VENGANZA EQUIVOCADA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora