Capítulo 96

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El día se sentía terriblemente nostálgico, estaba sentada en la mesa larga de mi negocio mientras veía a través de la ventana, las personas caminaban con un paraguas en las manos intentando cubrirse de las suaves gotas de lluvia que comenzaban a caer.
Donovan no me respondía el último mensaje que le había enviado por la mañana, supongo que ha tenido unos días sumamente ocupados y hoy seguramente no sería la excepción, no había sabido nada de Ariel tampoco y eso me preocupaba, le había mandando muchos mensajes por la noche y por la mañana pero ninguno fue respondido, perdí mi orgullo y le llamé a Nicolás, este tampoco me respondió.
La puerta de la pastelería se abrió con delicadeza, observé a Fabiola entrar con un ramo de flores, me puse de pie nuevamente para recibirla, su cabello ahora era rubio, le quedaba perfectamente a su tono de piel, en cuánto me miró se le dibujó una pequeña sonrisa en los labios.
Fabiola: Hola, Elli.- se acercó hasta donde yo me encontraba y extendió el ramo hacia mí.- esto es para ti.
Elli: Hola, Fabiola.- lo tomé por cortesía y después lo deje educadamente sobre la mesa, ella señaló una las sillas y yo asentí.- ¿quieres probar algún postre?
Fabiola: me gustaría llevar algunos postres para Luis, él quedó encantado con el pastel que preparaste el día de mi boda.- metió sus manos entre sus delgadas piernas y sonrió con nervios.- pero antes de hacer mi pedido me gustaría hablar contigo sobre algo muy importante.
Elli: ¿algo pasó con Donovan? ¿Lucía está bien?- la chica sonrió y asintió enseguida regresandome la tranquilidad.
Fabiola: es sobre mí, en el pasado actúe de una forma muy detestable, me dejé influenciar por las ideas de esa mujer que ni siquiera de su nombre me quiero acordar.- suspiró.- fui capaz de golpearte y de decirte cosas que seguramente te hirieron en el momento, quiero ofrecerte una disculpa y decirte que estoy muy arrepentida por todo lo que hice en el pasado, soy consciente de los errores que cometí y acepto cada una de sus consecuencias, sé que mi hermano te ama con su alma y que realmente piensa en un futuro a tu lado, ahora más que nunca quiero que solucionemos el problema entre nosotras ya que quiero comenzar a decir que eres parte de nuestra pequeña familia.- no pude evitar sorprenderme, ella esperaba una respuesta de mi parte pero todas las palabras se acumulaban en la punta de mi lengua y todas parecían acobardarse, solté un suspiro y después sonreí intentando relajarme.
Elli: de acuerdo, también te pido perdón por todo el daño que les cause, yo también amo con locura a Donovan y ahora estoy lista para enfrentarme al mundo por él, no hay nada que perdonarte, dejemos el pasado en ese lugar y vamos a enfocarnos en el hoy y en el mañana.- ella puso sus delgadas manos encima de las mías y asintió con una sonrisa brillante.- ¿llegaste recién de tu luna de miel?
Fabiola: llegué hace un par de días, pero con la mudanza no había tenido tiempo de visitarte, ya lo tenía planeado desde el día en el que te ví huir de mi boda.- soltó una risita y yo hice lo mismo.- le diré a mi hermano que te lleve a mi casa para tener una tarde en familia, me enteré de que Noé está en una relación con tu hermana, me encantaría conocerla también, el día de mi boda solo la miré de lejos pero no tuve oportunidad de presentarme.
Elli: sí, me lo dijo hace unos días.- reí.- ella también parece estar interesada en él, ahora mismo no está en Aspen, tuvo que regresar a Dallas para arreglar unos asuntos de su anterior trabajo, tendría que regresar para el lunes.
Fabiola: ya veo, entonces quedemos para el próximo fin de semana, ¿te parece?- asentí con ilusión, ella se recargó mejor en la silla y miró a su alrededor.- mi hermano estaba demasiado ilusionado mientras planificaba este lugar, le decía a los trabajadores que tenía que quedar todo perfecto porque aquí estaría su mujer.- sonreí con ilusión al imaginarme dicho momento, ella soltó un suspiro y después me miró. Iba a decir algo más pero su voz fue interrumpida por el fuerte golpe de la puerta contra la pared, afortunadamente esta no se rompió, Noé entró apresuramente y me miró, su rostro estaba pálido y sus ojos enrojecidos.
Fabiola: ¿qué pasa, Noé?- ambas nos pusimos de pie, claramente nos sentimos preocupados por la forma en la que Noé entró y en la expresión de su cara.
Noé: Elli...tenemos que ir a Dallas cuánto antes.- mi corazón comenzó a palpitar con rapidez, parecía que estaba apunto de salirse por mi garganta.- me habló Nicolás para informarme que tu hermana está grave en el hospital.
Elli: ¿Qué...?- el llanto se acumuló en mis ojos como si estos ya estuviesen esperando el momento. 
Fabiola: váyanse, yo me encargaré de cerrar la pastelería, infórmame cualquier cosa.- le dijo a Noé, deje las llaves sobre la mesa y salí disparada del negocio, caminamos hasta donde se encontraba su auto y nos subimos sin pensarlo, él comenzó a conducir con rapidez, decía algunas palabras que yo no lograba ni siquiera escuchar, el camino parecía ir en cámara lenta, llame un par de veces más a Nicolás pero la llamada era transferida al buzón, estaba apunto de entrar en crisis, mis piernas me temblaban al igual que mis manos.

UNA VENGANZA EQUIVOCADA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora