Tenai se despertó. Estaba acostada sobre un suelo de piedra, y no lejos había una apertura en la roca que daba al exterior: era una cueva.
La joven intentó levantarse, pero un fuerte dolor abdominal hizo que soltase un grito.
—¡Ni se te ocurra moverte! —sonó la voz de Sver en la distancia.
El chico se acercó precipitadamente hacia Tenai.
—¿Qué te ha pasado en la cara? —preguntó ella al verle. Sver tenía unas ojeras enormes.
—¿Qué? —dijo él— ¡Ah! Nada, nada. Es que he dormido muy poco mientras estabais inconscientes. Toma, bébete esto.
El chico le dio un bol con agua a Tenai y luego puso su orbe de Ulema sobre el abdomen. El dolor que la joven sintió antes desapareció.
—La herida que te hizo Eburneo fue muy profunda. La he curado, pero el tejido es muy sensible aún. Intenta moverte lo menos posible y cuando lo hagas, que sea suave.
—¿Cuánto tiempo estuve inconsciente?
—Dos días... ¿O son tres? No sé, he estado demasiado ocupado. Tuve que curar hasta a Lars.
—Pero, ¿qué pasó? ¿Cómo hemos llegado hasta aquí?
—Después de que Eburneo te hiriese, Shura le atacó. Mientras combatían, me di cuenta de que él es un yhagal.
—Espera, ¿de verdad existen?
—Aparentemente. Casi roba la cara de Shura.
—¿Cómo?
—¿Has oído eso de que los yhagales pueden robarte el rostro y ponérselo como si fuese una máscara? Pues casi le hace eso a Shura.
—Eso ya lo sé, me refiero a cómo se las apañó para casi vencer a la princesita. ¡Esa mujer es muy fuerte! Espera... ¿no será Eburneo tan poderoso?
—Me temo que sí. Vi a Shura hacer cosas increíbles, ¡parecía un cometa! Pero incluso con esas estaba perdiendo. Luego Eburneo... cambió su cara. A la de la madre de Shura.
—¿Qué? ¿Eburneo mató a la madre de Shura?
—Supongo. Quizás por esa razón ella desertó. De todos modos, creo que es mejor no comentárselo cuando despierte. No creo que quiera hablar de ello.
—¿Ella también está inconsciente?
Sver miró a Shura, que estaba acostada en otra parte de la cueva.
—Después de que Eburneo y Shura luchasen, Exeri apareció. Se enfrentó al general y Shura... nos teletransportó hasta aquí. Desde entonces, ha estado durmiendo.
—¿Ha dormido tanto? ¿Y si en realidad...?
—No. Está durmiendo a secas. Estoy seguro. Sus otras heridas eran relativamente superficiales, aunque me costó curarlas.
—¿Y Exeri? ¿Por qué nos defendió?
—Creo que lo hizo porque teníamos la gema. De todos modos, creo que Eburneo lo mató.
—¿Cómo lo sabes?
—Mírate el brazo.
La sombramante levantó su brazo. Ya no tenía la marca que el demonio le había hecho.
—Bueno, eso es un problema menos. ¿Lars cómo está?
—Bien, lo curé y ahora también está durmiendo.
—No has parado, ¿no?
—Estoy que no puedo más, la verdad.
—Entonces ayúdame a sentarme y tú ve a dormir un poco, lo necesitas.
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Esdria
FantasyHace mucho tiempo, Lord Emón descendió de los cielos para desterrar a los demonios, grotescas criaturas de más allá de este mundo Ahora el mundo de Esdria es mucho más tranquilo y los demonios rara vez se ven Esta es la historia de cinco jóvenes de...